Categoría: Sexualidad

Episodio #41: La educación sexual en el hogar con Cornelia Hernández

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abril 28, 2020

Algunos padres pudiéramos pensar que con una conversación incómoda entre las edades de 12-16 años, y ayudar con la tarea de biología en 4to grado, basta para decir que hemos educado a nuestros adecuadamente sobre la sexualidad. Pero ¡nada pudiera estar más lejos de la realidad! Consejera y Doctora Cornelia Hernández nos ilumina el panorama para que comprendamos mejor nuestra gran responsabilidad en la educación sexual de nuestros hijos.

Recursos:

Reconsiderando la educación sexual en la iglesia

Libro: Habla claro con tus hijos sobre el sexo

Curso gratuito: El noviazgo de nuestros hijos

Transcripción:

Hoy vamos a continuar con nuestra serie sobre sexualidad la cual comenzamos la semana pasada, hablando con nuestra hermana Cathy Scheraldi. Ella nos ayudó a establecer nuestras bases sobre la palabra de Dios y entender lo importante que es tener una cosmovisión bíblica sobre la sexualidad para poder así transmitirlo a nuestros hijos. Hoy queremos llegar a temas muy prácticos y tenemos el privilegio de que nos acompañe Cornelia Hernández desde República Dominicana.

Susy: Bienvenida a Crianza Reverente Cornelia. Muchas gracias por estar aquí.

Cornelia: Es un placer estar aquí y poder servir en cualquier cosa que Dios permita.

Susy: ¿Puedes presentarte y contarnos acerca de ti para así poder conocerte un poco más?

Cornelia: Soy médico, terapeuta sexual y también soy terapeuta familiar y de pareja, trabajé en un hospital durante 14 años con adolescentes en la parte de la medicina y también con asistencia familiar. Tengo 24 años de matrimonio, mi esposo ama al Señor, además en mi iglesia local soy consejera bíblica y diácono. Pertenezco a la Iglesia Bautista Internacional aquí soy consejera de madres y adolescentes.

El tema de la sexualidad me gusta y me siento cómoda hablando del tema, sé que es raro, pero esa soy yo. Cuando se vaya desarrollando nuestra conversación van a entender el porqué de esa comodidad. Para mí es un honor servirle al Señor de esta manera y ayudar a los padres a edificar a sus hijos en el tema sexual.

Susy: Es muy importante hablar de esto. Como madre de 3 adolescentes entiendo que debo comunicarme con mis hijos en este tema, pero sinceramente no es fácil ni para mí ni para muchos padres. Desde que comencé este ministerio de Crianza Reverente he querido ahondar en este tema, pero realmente no lo he hecho porque necesitaba a alguien que estuviera preparada para entablar una conversación tan importante.

He recibido muchas preguntas, mensajes, todos con preguntas como: ¿Qué hago cuando me pregunten esto, cuándo tengan dudas…? Reconozco que no tengo el conocimiento para responder esas dudas, y por eso estoy encantada que hoy estés aquí y podamos hablar el tema de Educación Sexual. ¿Por qué hay que hablar de esto, porqué es importante y necesario?

Cornelia: La educación en general es un proceso de vida, nadie nacemos con conocimiento, es por eso que requerimos de información de todo en la vida. Los niños, las niñas necesitan ser educados, edificados e informados. La sexualidad es parte integral de la vida de un ser humano, Dios nos hizo sexuales, no es solo una idea de algún hombre o una mujer. El género, las conductas sexuales, esto es parte del diseño de Dios para nosotros, es parte de lo que Dios creó.

Así como tengo que saber acerca de muchas cosas de mi vida, de mi intelecto, de mi cuerpo, de mis emociones, así también debo saber de mi sexualidad. Dios quiere que yo lo viva y así glorificarle a Él, porque según, la manera que yo viva mi sexualidad debe glorificar al Señor, pero si no entiendo nada de esto, no importa la edad que tenga, voy a vivir muy confundida y con mucha vergüenza, con miedo y cometeré muchos errores por haber estado desinformada.

Susy: Cuando escuchamos la frase “Educación Sexual” podemos pensar solo en lo que se lleva a cabo en las escuelas. Mi pregunta es, entonces, ¿Quién está encargado de la educación sexual de mis hijos?

Cornelia: La Educación Sexual es responsabilidad de los padres. Los padres piensan que es responsabilidad de la escuela, pero esto es un error. No es solo allí, uno aprende a leer y escribir en el salón de clase y así uno usa esto en la vida diaria. Un ejemplo: Aprendí en el aula a leer y ahora de adulto me siento a leer el periódico porque en el salón de clase me enseñaron eso. Pero la Educación Sexual es algo íntimo y muy personal. Es algo que los padres deben asumir como su responsabilidad, así igual como los padres también son responsables de la educación académica, aunque no les den clases a excepción de los que hacen homeschooling, tú eres responsable, tú revisas sus trabajos, sus tareas, sus notas, tú estás pendiente de que tu hijo aprenda. Eres responsable de tus hijos, entonces, la Educación Sexual es responsabilidad de los padres.

Al enseñarles este tema también pueden aprender de valores eternos que ninguna escuela o colegio podrá hacer. Aclaro que tampoco es la iglesia porque luego pensamos que pudiera ser en la escuela dominical donde hablen de esto o en el grupo de jóvenes, pero en realidad no es así. La iglesia es una herramienta de apoyo, pero es muy importante que los padres asuman este tema y lo hablen y lo supervisen.

Susy: Así es, esto requiere de valentía, hablarlo desde que son pequeños. Recuerdo en mis tiempos de niñez sentir que este tema no se debía de hablar, porque si lo hablabas tus hijos podían caer en tentación y que era mejor no hablarles de esto. Se creía que así se “protegían”, pero esto es una mentira.

Cornelia: ¡Claro! Observa nuestra generación. Los cambios sexuales están dentro de mi cuerpo, a la medida que uno va creciendo va sintiendo cosas y necesitando respuestas, pero si mi mamá y mi papá no quieren hablarme del tema entonces iré a buscar a otro lado las respuestas, pero el riesgo es que me van a mal orientar. Porque si tú como madre o padre no hablas del tema crees que esto no generará la necesidad de ellos, pero no, nuestros hijos desde niños deben saber, tener información sana, creo que los padres más que valor necesitan asumir la responsabilidad delante del Señor de manera intencional. Muchas veces los padres no quieren hablar del tema porque a ellos sus padres no les hablaron de esto por lo tanto no sabemos cómo hacerlo, no tengo una experiencia o un patrón de cómo hacerlo.

A mí me pasó lo contrario en casa, este tema en mi casa era normal, sin llegar a extremos, sin ser morboso, lo hablábamos en privado, mi mamá me hacía sentir cómoda para poder hacerle preguntas. También mi hermano mayor se preocupó porque yo tuviera cierta información según cada etapa, era algo normal hablar de esto.

En la medida que vayamos rompiendo el mito de que este tema es difícil, complicado, vamos a ir perdiendo el miedo a si lo hago mal, vamos a ir abriendo el espacio a poder hacerlo fácil.

Susy: ¿Cuáles son algunas cosas que podemos hacer desde que tenemos hijos pequeños, que se hizo en tu casa?

Cornelia: Hay que hablar de sexo desde que el niño nace. No comprendemos que se habla de esto todo el tiempo porque es algo natural, por ejemplo, si uno pone mala cara cuando estás hablando de esto ya estás empezando mal, porque si lo haces así, con tu cara le dices, este es un tema malo, de esto aquí no se habla o eso es pecado porque quizá es lo que como padres recibimos -una Educación Sexual no satisfactoria- pero la verdad es que es un tema diario. Por ejemplo, cuando tú envías a tu hijo a bañar y le pides que no salga desnudo, ahí le estás enseñando sexualidad. ¿Cuál es el problema? El problema es que cuando pensamos en Educación Sexual pensamos solamente en relaciones sexuales, pero no. Educación Sexual es un tema mucho más amplio, la sexualidad es todo, es como una sombrilla debajo de la cual está tu personalidad, la higiene, la relación sexual, la diferencia del comportamiento de un niño al de una niña, la forma en que te vistes, la forma en que te sientes, la gesticulación, todo esto es sexualidad. Pero nosotros siempre pensamos que esto solo es relaciones sexuales y dices, no voy a hablarle a mi hijo de sexo.

Susy: También hay veces que pensamos solo en ciertas partes del cuerpo.

Cornelia: Eso es una construcción, por ejemplo, en la escuela cuando tú aprendes Matemáticas, aprendes primero los números, luego aprendes a sumar, después a multiplicar y luego a dividir, pero con los mismos números es como cuando se va construyendo una capa sobre otra. Igual pasa en la Educación Sexual. Cuando tu bebé nace dices, es hembra. Ya eso es Educación Sexual y tú tratas diferente a una niña, la tratas diferente al igual que a un varón su trato es de otra forma. Cuando quieres que tu varón se parezca a su papá, cuando enseñas a un varón a peinarse, a sentarse de cierta manera a ser amable con las niñas, eso también es Educación Sexual. Es decir que no estamos hablando de algo del otro mundo.

Desde pequeños debemos decirles los nombres correctos de los órganos genitales, en Latinoamérica somos muy creativos y les cambiamos todos los nombres por vergüenza. ¿Cuándo empieza la Educación Sexual? Desde que nacen. Debes de hacerlo, como cuando le enseñas a tu hijo higiene, a que nadie debe tocar sus órganos, que debe cerrar la puerta del baño, que no debe salirse desnudo, que debe ponerse y cambiarse ropa interior, cuando le enseñas a una niña a como sentarse de manera que no se vea su ropita interior, a acomodarse su faldita, o cuando ya pasan a la adolescencia y tiene que usar ropa interior en su pecho porque está en etapa de crecimiento, la higiene también, los olores que comienzan a cambiar. Tus hijos conforme van creciendo van necesitando Educación Sexual. Tú debes estar ahí acompañándolos y conversar con ellos acerca de todo esto, no dándoles un sermón sino estar ahí en cada situación. Es un proceso, las niñas van dándose cuenta de la diferencia de cómo un padre trata a una niña y a un varón, esto se va dando, ellas van viendo diferencias entre las mismas mujeres. Van viendo que su mamá es diferente a todas las demás mujeres y comienzan a hacerse preguntas. “Mamá, ¿por qué tú no te pintas las uñas como … porque tú no usas tal ropa o porqué tú no vas con tanta frecuencia al salón de belleza como tal?” La Educación Sexual va de la mano de todo.

Al igual de cómo tú le vas enseñando a comer, así con esa naturalidad debes enseñarle como llamar a sus órganos sexuales correctamente, enseñarle las normas de privacidad, esto lo puede ayudar a prevenir un abuso sexual, porque un niño que está acostumbrado a que nadie lo acompañe al baño, va a cerrarle la puerta a quien quiera meterse con él o ella al baño, a que nadie le ayude a limpiarse, porque eso él o ella ya lo sabe hacer solo, y esto porque nadie le ayuda en su casa. “A mí mamá me dijo que nadie debe acompañarme ni ayudarme a ir al baño y si alguien quiere hacerlo se lo digo a mami, porque yo puedo hablar de ese tema que es privado con mamá, y mi mamá me va a creer”.

A partir de los 2 o 3 años hay que comenzar a enseñarles a bañarse solos, para que cuando él o ella esté en un campamento o en el colegio y se ensució y tenga que limpiarse así pueda ser autónomo y que nadie se aproveche de su debilidad porque es un niño. Todo ese tipo de cosas se aprenden en la infancia.

Susy: Por ejemplo, ¿cómo debe reaccionar una mamá o un papá cuando ve una conducta sexual no deseable en el niño? Por ejemplo: Los dos primos se pusieron a jugar y se quitaron la ropa y comenzaron a tocarse. O un niño de 4 años llega y dice: Yo no soy niña, soy niño. ¿Cómo deben reaccionar los padres? Algunas mamás me han llamado asustadas para decirme que encontraron a su hijo(a) quitándose la ropa con algún amiguito. ¿Qué podemos hacer que contribuya a la Educación Sexual y que esto no envíe un mensaje negativo a nuestros hijos?

Cornelia: Primero, si tú entras a la habitación y te encuentras con ese escenario tienes que calmarte, porque si son niños de la misma edad de 4 o 5 años y se están enseñando los genitales, no está pasando algo grave a menos de que se puedan hacer daño con algo que traigan en sus manos. Puede ser meramente curiosidad, pero uno de adulto piensa mil cosas. Debes tratar de calmarte porque tu reacción va a ser inolvidable para tus hijos. Ayer me contaron una historia así, casualmente. Me dijo la persona: “Mi mamá me cogió por un brazo y me dijo eso no se hace, y ya no me habló del tema nunca más”. No fue que la mamá trato mal a la niña, que ahora es adulta, pero no le dijo nada. Debes de decirle que esas son zonas privadas y no se enseñan. Ahí tú desactivas la situación y pones a cada uno en su lugar. Si el niño es un vecino, lo envías a su casa y te quedas con tu hijo(a) y le preguntas qué pasó. “¿Por qué tu pantalón estaba abajo o tu vestido hacía arriba? ¿me puedes contar qué pasó?” Pero de manera relajada porque si estás tensa ellos detectan y no van a reaccionar de manera adecuada. Vas a escuchar la historia de ellos y vas a decirles que eso no está bien, son sus partes privadas, nadie debe verlas.

Algunas madres van a preguntar: “¿y si no estoy calmada, que hago?” Manda al otro niño(a) a su casa, y a tu hijo(a) le vas a poner a hacer una actividad diferente algo que no tenga que ver ni con la ropa o el baño, y así ya usted tendrá el tiempo de irse a calmar, esto va a ser como un tiempo fuera y te tranquilizas. Después en un rato, no al día siguiente, usted va y pregunta: ¿Qué fue lo qué pasó? Así ya corriges y hablas con calma del asunto.

Si hubiera sido una persona ya grande y esté haciendo tocamientos a tu hijo(a) o abusando de ese niño(a) ya en eso habrá otras medidas que tomar.

En cambio, cuando encuentras a tu hijo(a) tocándose él o ella solito sus partes genitales, déjame decirte que no deberías asustarte tanto. El hecho de tocarse es exploración, a nadie le molesta que los niños se vean los dedos de los pies o el pulgar del pie lo llevan a su boca, eso les causa gracia a las personas. En cambio, cuando es con los genitales la gente reacciona diferente. Tú puedes acercarte y preguntarle, ¿qué haces? Debes entablar el tema, y decirles, mira eso se llama vulva, debes mantener esta área limpia, no deberías estar tocándote todo el tiempo ahí, porque las manos se ensucian mucho tienen microbios que pueden hacerte daño en esa área y eso es delicado, tanto de niños como de niñas. Solo puedes tocarlos cuando vas al baño o cuando te bañas para limpiarlas, fuera de estas dos cosas esa zona no debe de tocarse.

Si tú notas que un niño o una niña se está rascando sus genitales muy frecuentemente, que busca como estarse rascando aún con ropa, sobre todo las niñas, deberías llevarla a un médico porque puede ser que tenga una infección. Hay infecciones que se producen con el agua, con la humedad y que pueden producir que se generen bacterias en los niños pequeños. El estarse rascando les produce un placer, pero no el placer que siente un adulto que ya tiene sus hormonas desarrolladas y si encuentra placer, pero un niño no es así, por el ardor que ellos sienten se rascan, y debes llevarlo con el pediatra y revisar que todo esté bien. Así descubrirás que es lo que en realidad tiene, si es una infección. Cuando tú sabes que tu hijo ya no tiene ninguna infección y se sigue tocando ahí, lo único qué hay que hacer es cambiar de actividad, no decirles, ya no te toques ahí, porque si les dices eso ellos recordarán que es ahí donde deben tocar. Mejor, ponles a hacer algo, ocuparles sus manitas en algo y poco a poco eso se le va a ir quitando la costumbre. Quizá tomó esa manía por la irritación que tenía, pero ya ocupado en algo va a distraerse y hará otra cosa. El problema es cuando los padres hacen un misterio muy grande y el niño no entiende qué está pasando, se cuestionará acerca de ese misterio y le crearán dudas. Dirá, cuando yo tenga otra cosa en mis genitales no podré hablar de esto con mis padres, porque sale un monstruo por este tema.

Susy: ¿Cómo deberíamos de hablarles bíblicamente acerca de sus partes sexuales? ¿Cómo desarrollar el tema de que Dios te dio esas partes para tal y cual función, ya en la adolescencia o preadolescencia, y de cómo guardar esto para el matrimonio?

Cornelia: Te voy a decir algo que a mucha gente le causa algo de miedo, hemos visto que en nuestra experiencia que a los 11 y quizá a los 10 años, cada mamá o papá conoce a su hijo(a) y sabe cómo aplicar esto y en qué momento hacerlo, no debe pasar de los 11 o 12 años, aunque a veces hay que hacerlo a los 10. Los hijos deben saber la mecánica sexual de cómo los niños llegan a este mundo, aunque a veces te pueden hacer esta pregunta a los 7 años. Quizá te pregunten sus dudas acerca de cómo es que su hermano llegó. O ¿cómo fue que yo llegué aquí? Tú no debes mentirle nunca porque si tú le mientes y luego ellos descubren la verdad no te van a volver a preguntar a ti nada y las siguientes preguntas que vengan son las más importantes y no te las harán a ti, porque les mentiste. Dirán, mis padres no me dicen las cosas como son, mejor voy a hablar con alguien más que sepa de esto. Es por eso que deberíamos hablarles del tema. Ellos se asustarán de ver nuestra reacción cuando es negativa.

Debemos explicarles que Dios nos creó con una facilidad de tener un bebé dentro. Y dirán: ¿Cómo llego ese bebé dentro? Les puedes decir que eso sucede porque los esposos cuando se casan tienen unas noches muy románticas y el padre entra dentro de mamá (sin decirles algo acerca de la penetración o hablarles del pene- estamos hablando de un niño de 5 o 6 años), se conecta una semilla de papá con la de mamá y Dios de esa unión hace un bebé dentro de la barriga de mamá. Ya con esto ellos quedan satisfechos.

Luego cuando tienen 9 su pregunta puede ser: Oye mami, ¿cómo es que esa semilla entra dentro de ti para que yo pueda estar aquí? Entonces ya tú tienes que hablarles. Los varones tienen pene y las mujeres vulva, entonces cuando los esposos (dejarles claro que esto ocurre solo en el matrimonio) tienen un encuentro muy cercano es ahí donde el pene de papi entra en la vulva de mami. Algunos niños te ponen cara de asco, tú les debes decir, que eso es muy agradable porque ese día hay mucho amor, papi y mami se aman mucho. No es necesario llegar más allá. Les dices qué hay un líquido que emiten papá y mamá y así comienza a crecer un bebé. Con esto ya les diste la mecánica de cómo es que se crea un bebé dentro de la madre, sin lo otro que ellos van a descubrir cuando tengan la adolescencia.

Una Educación Sexual sana, por ejemplo, significa que a una niña cuando le llega su primera menstruación ya debe saber qué es, ya debe de tener información previa, y más ahora que tenemos niñas de 10, 11 años que tienen su primer periodo. Entonces, ¿cuándo es que usted debe de hablarle del tema? ¿A los 15? Claro que no. Debes adelantarte, si tú ves que ya tu hija está creciendo, teniendo vello axilar, que su cuerpo se está definiendo, esto quiere decir que la niña ya pronto llegará a su período. Ahí es cuando debes sentarte y explicarle de los cambios que empezará a sentir internamente, cómo funcionan los óvulos para que llegue la menstruación, que hay una sangre que sale y no significa que estés enferma, que esto sucederá cada mes acompañada de ciertas molestias. Muchas amigas mías me cuentan que cuando esto les pasó, que no paraban de llorar porque pensaban que estaban muriendo, que algo no andaba bien, entraban en crisis. A mí no me pasó esto, afortunadamente.

Susy: Creo que cuando nuestros hijos tengan a padres que estén dispuestos a hablar estos temas de manera natural y que contesten preguntas sin mostrar cara de pánico eso va a ayudarles mucho.

Cornelia: Lo que tú me preguntabas acerca de darles apoyo bíblico a todo esto, es hablar acerca de la belleza del matrimonio, de cómo Dios creó nuestros cuerpos en perfección. Hay muchas cosas en nuestro cuerpo humano que damos por hecho, como, por ejemplo, la respiración, el latido de nuestro corazón, el que uno coma y que los nutrientes vayan al estómago. Sabemos que esto ocurre automáticamente, esto es el diseño de Dios, el ser humano nunca ha podido, ni podrá reproducir esto. Cuando uno les enseña la creación de Dios, también ahí puedes hablarles de la sexualidad, el hecho de que la gente se pueda reproducir en un matrimonio, el hecho de que hay un disfrute reservado exclusivamente para el matrimonio, todo esto está en la Biblia. Hay muchas maneras de explicarles acerca de la santidad que hay en el matrimonio y que esto implica el acto sexual y que esto es santo, no es sucio. Lo verdaderamente sucio es cuando tomamos algo santo y lo sacamos del contexto donde Dios lo tiene, es ahí donde lo ensuciamos, pero si tú mantienes todo como Dios lo estableció, todo es santo, y es hermoso porque el deseo de Dios es que nosotros disfrutemos de lo que Él nos ha dado. Cuando tú lo planteas así con tus hijos, los jóvenes anhelarán tener así su matrimonio.

Susy: Para terminar, ¿tienes alguna recomendación más para padres de adolescentes en particular, algo que pueda ayudarles en esta etapa de muchos cambios hormonales?

Cornelia: Es importante que los padres sean muy intencionales con sus hijos adolescentes. Las madres deben dedicar tiempo a sus hijas, pasar tiempo con ellas. A veces es fácil y a veces no. Papá debe pasar tiempo con su hijo varón, porque en esta etapa de la adolescencia ellos están formando su identidad personal y su identidad sexual. Pero que sea un tiempo agradable, no tiempo de sermoneo, de decir cómo tienen que hacer las cosas, aunque sí hay que hacerlo, pero también pasar tiempos relajados, pasarla bien haciendo cosas que les gusten a tus hijos, acompañándolos. No es que ellos acompañen a los padres haciendo lo que a ellos les guste, es haciendo lo que a mis hijos les gusta, el juego, ver la película que a él le agrade, el deporte que les gusta, visitar los lugares que a ellos les gustan, y ya después que tú cómo padre hayas podido disfrutar de ese tiempo juntos, entonces podrás estar seguro que tú hijo(a) te va acompañar a donde tú desees.

También los padres deben dedicar tiempo a sus hijas, porque el papá en la manera en que trata a su hija la está afirmando como hembra, le trata como una princesa y tiene un trato especial con ella. Ella va a entender cómo debe tratarla un varón. Porque, si mi papá me trata mal entenderé que los varones deben tratarme así, pero si mi papá me trata bien, con dulzura, con respeto, con deferencia, posiblemente yo voy a elegir un hombre así y no me voy a conformar con menos. Otra cosa importante para los padres de adolescentes es orar con ellos y por ellos, orar por sus temas, por las cosas que a ellos les preocupan. No deben minimizar los problemas de los adolescentes, no crean que no son problemas importantes, no les subestimen pensando que ellos no pueden dar buenas ideas. Los adolescentes son geniales, escúchelos, para que cuando haya que hablar de un tema sexual ellos se sientan en la comodidad de poder hablarlo con usted.

Susy: Estoy totalmente de acuerdo, tengo 3 adolescentes en casa ahora, y es así, agregaría que, igual que cuando son niños y tienen conducta no deseada, aunque pueden estar en pecado sexual, de igual manera no respondamos con pánico. Debemos responder al pecado sexual de la misma manera que respondemos cuando nos mienten o roban. Debe ser con compasión, ayudándoles a confrontar su pecado, a confesar y salir de eso, pero no tratar el pecado sexual con pánico, sino discipularlos.

Cornelia: Algo importante en la adolescencia con este impulso sexual tan fuerte que hay, si su hijo está pecando o al borde de pecar, ellos necesitan que sus padres pongan límites, porque ellos no tienen la madurez de ponerlo todavía. No es como el adulto que debería tenerla, el adolescente aún no lo tiene. Los niños y los adolescentes no tienen límites, esos usted debe ponerlos. Debe revisar el celular de su hijo cuántas veces usted necesite, debes tener todas las contraseñas de los equipos electrónicos, poner filtros porque todo esto es parte de la crianza que Dios nos entregó como padres y explicarles porqué, decirles porque eso está ahí y qué daño le puede hacer. Debes vigilar todo esto y no decir, yo ya le di la información y él ya está grande y que debe saber que hacer. Aún no tienen esa madurez. Aún a los jóvenes se les debe poner libres. Nosotros ponemos límites a otras personas porque queremos que nos ayuden a ponerlos y de hecho la iglesia es una comunidad para apoyarnos unos a otros, la familia debe ser un espacio de apoyo, no deberíamos ser islas dentro de la familia. Los padres deben sentir que tienen la responsabilidad en amor de ponerle límites a los hijos. No seas un padre que discute por todo, sino cariñosos, que les valores, que encuentres el equilibro entre gracia y verdad, entre reglas y amor, entre disciplina y cariño. Tiene que haber esto porque esto es lo que Dios hace con nosotros y la crianza de los hijos debería reflejar como Dios nos ama a nosotros también.

Susy: Creo que hemos pasado mucho tiempo en el tema, es muy interesante esta conversación, quizá vuelva a escribirte para un futuro poder invitarte otra vez.

Te agradezco mucho Cornelia que nos haya acompañado el día de hoy en Crianza Reverente.

Cornelia: Es un placer poder haber estado aquí, se entiende qué hay algunos aspectos específicos que pudiéramos profundizar y aquí estoy a la orden cada vez que me necesiten.

Susy: Gracias, les retamos a que reconsideren como van en su hogar con la educación sexual y que pidan al Señor sabiduría para esto. Él ha prometido que la dará.

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