Abrazando la reprensión como una herramienta valiosa para mantener corazones tiernos.
por Ryan Frederick
La idea de reprensión choca con nuestra carne. Sé que tanto a mi esposa Selena como a mí no nos gusta darla ni recibirla. Aun así, si queremos vivir sabiamente al discipular a nuestros hijos (o el uno al otro), no solo debemos aprender a aceptar la idea de la reprensión sino debemos “abrazarla” y aprender a hacerlo bien.
C.H. Spurgeon dijo, “Si nunca tenemos dolores de cabeza al reprender a nuestros hijos, tendremos muchos dolores de corazón cuando sean grandes”. ¡Ay! Tal vez es digno de mirar más de cerca. ¿Qué dice la Biblia acerca de la reprensión? Vamos a explorar.
1) La corrección mantiene los corazones tiernos.
Ignorar el pecado y la desobediencia no hace bien. Más allá del caos causado por un comportamiento pecaminoso, el pecado pasado por alto causa que los corazones se endurezcan. Hebreos dice, “antes exhortamos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el pecado del engaño” (Heb. 3:13). Cuando corregimos con constancia y amor a nuestros hijos, los “exhortamos” hacia el camino de Dios y no el de ellos mismos.
2) La reprensión expone al pecado como lo que es.
Es fácil pasar por alto el pecado; nuestro cansancio nos lleva a minimizar, descartar y distraer de lo que realmente está pasando. Sin embargo, si tenemos una visión correcta del pecado como rebeldía en contra de Dios, nos damos cuenta de la urgencia de sacarlo a la luz. Pablo escribe, “Y no participes en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Ef. 5:11).
¿Llamarías “obra de las tinieblas” a la mentira que tu hijo dijo de comerse el brócoli y no lo hizo? Probablemente no. Aun así, mentir es rebeldía. Como padres, debemos discernir en cómo corregir persistentemente y con amor.
3) Debemos reprender con paciencia.
Al instruir a Timoteo acerca de predicar, Pablo dice, “redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” (2 Tim 4:2). ¿Qué dice esto acerca de la forma en que debemos reprender? Con toda paciencia. Más fácil decirlo que hacerlo.
4) Debemos reprender y TAMBIÉN exhortar.
El versículo arriba de 2 Timoteo incluye “exhorta” por una razón. La palabra griega utilizada allí significa invitar y animar al ponerse a un lado de. Cuando reprendemos a nuestros hijos, no lo debemos hacer fríamente. En su lugar, debemos acercarnos a ellos, invitándolos a obedecer a Dios como el mejor camino que deben tomar.
Anímate hoy. Al instruir a tus hijos, no tengas temor de reprenderlos amorosa y pacientemente. De hecho, abraza la reprensión como una herramienta valiosa para mantener sus corazones tiernos hacia Dios y hacia ti.
Este artículo fue publicado en Fierce Parenting. Traducido por Eyliana Perez y usado con permiso.