Principios y Creencias

Dios merece completa adoración, y ofrece completa satisfacción.

el fundamento

Nuestros 7 principios

La crianza, como la vida cristiana, es un reto de fe. Es esencial que la fe esté puesta en el objeto correcto. Por esta razón, creemos que estos siete principios proveen el fundamento para vivir una vida de fe en la crianza.

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01.
Dios: Creador y Autoridad absoluta sobre la familia
Puesto que Dios es el creador y diseñador de cada padre, madre, e hijo, reconocemos que Él tiene autoridad absoluta en nuestras vidas y que los hijos no pertenecen a los padres. Cada aspecto de nuestra vida física, emocional y espiritual debe someterse a su soberana autoridad. Es el Experto que ha provisto todo para la vida y la piedad.
02.
La Palabra: recurso esencial y suficiente para la crianza

Puesto que la Palabra de Dios es la revelación completa de su persona y voluntad, la tomamos como el único recurso esencial y suficiente para la crianza de los hijos. Creemos que la Palabra contiene cada principio necesario para entender quién es Dios, quién soy yo como padre o madre, quién es mi hijo, cuáles son sus necesidades, y cómo se suplen.

03.
La reverencia: el estilo de vida de la crianza

Puesto que Dios establece el temor de Jehová como el estilo de vida que le agrada y el único camino a la sabiduría, los padres buscamos vivir cada momento de la crianza en reverencia delante de Dios. Vivir en el temor de Jehová implica respetarle, adorarle, y reconocerle en todos nuestros caminos. Al vivir en reverencia estaremos cumpliendo la razón de ser de toda persona: adorar a Dios de todo corazón.

04.
La familia: creada para extender el reino de Dios en la tierra

Puesto que Dios creó a la familia con el propósito de extender su reino sobre la tierra, los padres somos representantes y embajadores de Dios en el hogar. La salud espiritual de la familia brota de la devoción personal de cada padre y madre a Dios, y luego de su compromiso a cuidar de la relación humana más importante en el hogar, el matrimonio. Ya que la iglesia local también es una parte esencial del proceso de extender el reino de Dios y formar a los hijos en futuros embajadores del reino, el compromiso con ella forma parte esencial de una crianza reverente.

05.
Los hijos: personas independientes y pecadoras, necesitadas de arrepentimiento y fe
Puesto que la Biblia declara que la naturaleza fundamental de cada persona es pecadora destituida de la gloria de Dios, aceptamos que los corazones de nuestros hijos son engañosos, en necesidad constante de arrepentimiento y fe en Cristo. Cada hijo es una persona independiente con necesidades, debilidades, y fortalezas propias. Los padres debemos pastorear con compasión y sensibilidad a cada hijo, disfrutando su individualismo.
06.
Los padres: autoridad en el hogar para disciplinar y discipular
Puesto que Dios otorga la autoridad en el hogar a los padres, ejercemos esa autoridad para disciplinar e instruir en el Señor. La jerarquía establecida por Dios (esposo🡪esposa🡪hijos) es para el beneficio mutuo de cada miembro de la familia. Los padres no debemos temer exigir obediencia y honra, entendiendo que este es el camino de bendición para los hijos. Cada padre dará cuenta por su propia familia, por lo que cada matrimonio toma decisiones para su propio hogar sin compararse con otras familias.
07.
La meta: creyentes que glorifiquen a Dios y disfruten de Él para siempre
Puesto que Dios tiene objetivos eternos y espirituales para sus hijos, los padres sometemos nuestras metas y métodos de crianza a sus objetivos trascendentes. Entendiendo que toda conducta fluye del corazón, nos enfocamos principalmente en instruir su mente para informar su corazón y así afectar su conducta (cabeza🡪corazón🡪conducta), pastoreando y guiándoles hacia Cristo. Así podrán llegar a disfrutar de Dios al creer, amar, obedecer y servirle de todo corazón.

¿Qué creemos?

Creemos que la Biblia, compuesta de los 66 libros del Antiguo y Nuevo Testamento, es la perfecta Palabra de Dios, inspirada verbalmente sin error y es la única regla de fe y práctica.

2 Timoteo 3:16-17, 2 Pedro 1:19-21, Salmo 19:7, 119:160
Creemos en el único y verdadero Dios, perfecto, infinito y eterno, que siempre ha existido como Trinidad:

Dios el Padre, la primera persona de la Trinidad; Dios el Hijo, Jesucristo, la segunda persona de la Trinidad; Dios el Espíritu Santo, tercera persona de la Trinidad; cada uno de ellos siendo co-iguales, plenamente Dios en toda su esencia.

Deuteronomio 6:4, Isaías 45:22, Deuteronomio 32:4, Salmo 90:2, 2 Corintios 13:14, Mateo 3:16-17

Creemos que el hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios,

pero habiendo pecado voluntariamente, el hombre llegó a ser pecador por naturaleza y volición y, por tanto, está espiritualmente muerto y separado de Dios, destinado a un infierno eterno.

Génesis 1:26-27, Romanos 3:23, Efesios 2:1-3

Creemos que la iglesia es el cuerpo de Cristo, la asamblea de los salvos,

que vive su vida cristiana creciendo en santidad por medio de una relación íntima con Dios, que se sirven mutuamente en amor y unidad, y que buscan anunciar el evangelio a los perdidos, con el fin de glorificar a nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

Efesios 1:22-23, Hebreos 12:23, Efesios 4:11-16, 1 Pedro 2:9

Creemos que el Señor Jesucristo, la segunda persona de la Trinidad, es el Verbo eterno y el Hijo Unigénito de Dios

que se encarnó como hombre por el nacimiento virginal, siendo completamente y verdaderamente Dios y hombre simultáneamente, que vivió sin pecado sobre la tierra, murió verdaderamente y resucitó corporalmente al tercer día, estando ahora sentado a la diestra del Padre; y que, su vida, muerte y resurrección, siendo el sacrificio vicario del hombre, es la única esperanza de perdón para el hombre pecador.

Juan 1:1, Isaías 7:14, 1 Corintios 15:3-4, Hebreos 10:12, 2 Corintios 5:21,
1 Pedro 2:24, 1 Timoteo 2:5, Hechos 4:10-12

Creemos que la salvación es impartida al hombre como el libre don de Dios por la gracia de Dios

y recibida por medio del arrepentimiento y de la fe personal en la persona y obra de Jesucristo, sin relación al mérito o a las obras del hombre.

Efesios 2:8-9, Romanos 6:23, Tito 3:5, Hechos 3:19, 16:31, 20:21

Creemos en la Segunda Venida del Señor Jesucristo, nuestra esperanza de gloria, que su venida es inminente,

que ningún hombre conoce la hora de su venida, y que vendrá personal y literalmente para juzgar a las naciones y reinar sobre las naciones.

Mateo 24:44, 1 Corintios 15:52, Apocalipsis 11:15, 20:4

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