[En esta serie, Orando la Biblia, estamos tomando la idea que Donald Whitney promueve de orar las Escrituras y procurando hacértelo práctico al compartirte pasajes de la Escritura, una oración modelo y algunas preguntas guiadas para ayudarte a que puedas apropiarte de ello. La oración modelo te puede servir como ejemplo, o la puedes usar como una oración para ti mismo. Mientras pruebas un poco, no te preocupes si te sientes raro o no estás seguro de qué decir. Recuerda, el poder de la oración no viene de las palabras que decimos, sino de Aquel que las escucha.]
Escritura ejemplo
Santiago 4:13-15
13) ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos;
14) cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
15) En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
Oración modelo
Padre Celestial, confieso que a veces siento envidia de las personas del versículo 13. Lo tienen todo planeado. Saben lo que van a hacer. Saben cuándo lo van a hacer. Incluso están seguros del resultado: que todo les irá muy bien.
Sé en teoría lo que dice tu Palabra: realmente no tienen el control de sus vidas. Pero, día a día, confieso que me encantaría sentir una certeza similar de que mis planes se harán realidad. Sé que cuando me preocupo por mi salud, mi temor más profundo es que mi vida no salga exactamente como me gustaría. Ya sabes cuánto temo por mí y por mis hijos. Señor Dios, por favor ayúdame a confiar en ti, sea lo que sea que hayas planeado para mí.
Cuando me preocupo por mi salud, soy muy consciente de que no sé qué pasará mañana: qué revelarán los estudios médicos, cuál será el resultado, cómo lucirá mi vida. También soy consciente de que mi vida es una “neblina”. Gracias, Padre, porque tu solución a mis preocupaciones de salud no es que deje de sentirme “como una neblina”, jugando a fingir. Cuando me enfrente a mi fragilidad, por favor ayúdame a no desesperarme y a depender de ti, mi amoroso Padre Celestial. Te alabo por la esperanza que tengo en tu Hijo: un día estaré en tu presencia para siempre, revestido de un cuerpo nuevo y glorioso que no se cansará ni se desgastará.
Gracias, Señor, porque nada, ni la enfermedad ni ninguna otra cosa, puede frustrar tu voluntad para mi vida o acortar el tiempo que me has dado. Por favor, ayúdame a decir con un corazón humilde: “Si el Señor quiere, viviré”.
Te alabo porque antes del principio de los tiempos determinaste el número de días que me darías, y ese número verdaderamente es el justo y el mejor para mí (Salmo 139:16). Que este conocimiento me libere de preocupaciones sobre mi vida y mi salud. Ayúdame a creerle a Jesús cuando dice: “¿Quién de ustedes, con sólo preocuparse, puede añadir una sola hora a su vida?” (Lucas 12:25). Y concédeme descansar sabiendo que tu propósito para mi vida se cumplirá.
Hazlo propio
Alaba a Dios: En este pasaje de las Escrituras, ¿qué cosas te dan razones para alabar a Dios y darle gracias por quién es Él y lo que está haciendo? Agradécele por algunas cosas, tanto generales como específicas, y entra a su presencia con regocijo.
Confiesa: ¿Qué cosas le tienes que decir a Dios acerca de cómo tu corazón o tus acciones pudieran (intencional o no intencionalmente) desviarse hacia la autosuficiencia o incluso la desobediencia? ¿Cómo has confiado en tu propia sabiduría o resistido a su presencia, mandamientos o cuidado?
Comparte tu corazón: ¿Qué cosas necesitas decirle al Señor que surgen de tu humilde preocupación? ¿Hay dudas que permanecen, preocupaciones que albergas, o cosas que necesitas entregar a Él?
Pide: ¿En qué área necesitas sabiduría, ayuda o gracia? Cuéntale al Señor dónde sientes tu debilidad y qué necesitas específicamente, dejando que Él tenga la última y perfecta palabra en cómo esas necesidades son suplidas y esas oraciones contestadas.
Este material fue preparado y publicado originalmente por el equipo de Risen Motherhood. Traducido, adaptado y publicado con permiso.