Categoría: Vida Espiritual

Benignidad: más que un acto casual

October 5, 2025

La benignidad es una cualidad de carácter que escasea hoy en día. Solo piensa en cómo la gente  interactúa en las redes sociales, o al conducir, o en la fila de un restaurante de comida rápida que no avanza rápido. Piensa en cómo interactúan los niños en la escuela o en el parque de juegos; o en cómo interactúan los miembros de una familia en casa. ¿Con qué frecuencia has presenciado comportamientos notablemente faltos de amabilidad? ¿Con qué frecuencia, como mamá, te ha costado ser amable?

Lamentablemente, la benignidad es la excepción y no la regla en nuestras escuelas, lugares de trabajo, hogares y comunidades. Es por eso que filántropos preocupados por esta situación han fundado numerosas organizaciones sin fines de lucro que buscan inspirar y fomentar actos de bondad y hay muchísimas organizaciones que la promueven.

Estas organizaciones benéficas ofrecen planes de estudio sobre la benignidad para escolares, ideas sobre la amabilidad en el área de trabajo; además de citas, historias, pósters y calendarios. Producen videos y películas de YouTube sobre la benignidad, realizan recorridos en las escuelas para promover esta cualidad de carácter, capacitan a embajadores e instructores, e imparten capacitación sobre la benignidad en el trabajo y recopilan y rastrean datos sobre ella.

¿Pero ha funcionado? ¿Se está volviendo la gente, en general, más benigna?

Un tipo diferente de Benignidad

La mayoría de la gente piensa que ser benigno simplemente significa ser bueno. Es “la cualidad de ser amigable, generoso y considerado”.[1] Si alguien es cálido, educado y hace cosas benévolas por los demás, eso lo convierte en una persona benigna.

Las organizaciones que promueven la benignidad animan a las personas a mostrar amabilidad al darle el carrito del supermercado a un desconocido, cediendo tu asiento en el transporte público a una persona mayor, pagando el café de la siguiente persona en el autoservicio o con otros actos de bondad al azar. Esperan que los actos de benignidad ayuden a las personas poco amables a ser amables.

Si bien no hay nada de malo en animar a las personas a hacer cosas buenas, la Biblia tiene una perspectiva radicalmente diferente sobre la benignidad. Enseña que la benignidad es un fruto del Espíritu, un don sobrenatural de Dios. La benignidad es mucho más que ser amigable, generoso y considerado. La benignidad es lo que Dios es:

Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor hacia la humanidad, Él nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo. (Tito 3:4–5)

Observa que la bondad, o benignidad, de Dios es una persona. La benignidad de Dios se manifestó, Él nos salvó. Él (Jesús) es la benignidad de Dios.

Jesús es la personificación de la benignidad; Él define lo que realmente es la benignidad. Es más, estos versículos de Tito sugieren que si queremos ser bondadosos como Jesús, nuestras “obras de justicia” no son suficientes. Las acciones benignas no tienen la capacidad de crear un corazón benigno, sólo Jesús puede hacerlo. Fuera de Jesús, “no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Romanos 3:12, LBLA).

La benignidad se origina en Dios Padre y encuentra su significado en quién es Él y en lo que hace, y particularmente en y a través de su acto más grande, más bondadoso y más filantrópico: enviar a su Hijo para comprar nuestra salvación.

Los intentos de generar benignidad no producirán un cambio duradero si no abordan la condición caída del corazón humano. Pero un corazón que ha sido transformado por la bondad de Cristo, sin duda rebosará de benignidad hacia los demás.

Un corazón bueno y bondadoso

Para un hijo de Dios, la benignidad nunca es algo arbitrario ni absurdo. Al contrario, da testimonio de la benignidad de nuestro Padre celestial y de la gran obra redentora de Jesús. Somos benignos porque Dios es bondadoso y porque, a través de Jesús, nuestros corazones rebosan de bondad.

Ser benigno es tener un buen corazón dispuesto a hacer el bien a los demás. En las Escrituras, la bondad no solo describe la naturaleza beneficiosa de una acción, sino que también indica que esta está motivada por el carácter piadoso del benefactor.

El principal desafío en la comprensión del significado bíblico de la palabra benignidad es el hecho de que pertenece a un conjunto de atributos que van juntos, se superponen en significado e incluso a veces se usan indistintamente. Si una mujer es benigna, en el sentido piadoso de la palabra, entonces también es misericordiosa, clemente, paciente, gentil y perdonadora; su corazón se caracteriza por la benignidad. Por eso, en las Escrituras, la palabra benignidad a menudo se traduce como “bueno” o “bondad”.

Es como las palabras «ventana» y «vidrio». No significan exactamente lo mismo, pero están tan estrechamente relacionadas que si dijera: “ella miró a través del cristal”, asumiría que estaba mirando a través de una ventana, y si dijera: “ella miró a través de la ventana”, asumiría que estaba mirando a través de un trozo de cristal, aunque técnicamente «ventana» y «vidrio» son dos cosas distintas.

La benignidad es una consecuencia de la bondad. Abarca una actitud de benevolencia, pero también implica otros rasgos de carácter piadosos como la ternura, la humildad, la compasión, la paciencia, el perdón y la gentileza.

Todos los atributos de la nube de palabras contribuyen a lo que significa ser benigna. Así que, si quieres ser el tipo de esposa y madre que es benigna con su esposo e hijos, es importante que afrontes el desafío desde lo más profundo del corazón, trabajando en tu carácter, no solo en tu comportamiento. ¿Quieres aumentar tu benignidad? Entonces, proponte ser más paciente; procura ser más humilde, sé más indulgente, amable, y comprensiva. A medida que desarrolles estos rasgos relacionados, también crecerás en benignidad.

Tips de benignidad

¿Tus amigos te describirían como una persona benigna? ¿Tu esposo? ¿Tus hijos? Cuando alguno de ellos hace algo que pone a prueba tu paciencia, ¿respondes con benignidad?

A la mayoría de nosotros nos vendría bien algo de ayuda para ser benignas. Aquí tienes cinco consejos rápidos para ayudarte a desarrollar esta importante cualidad.

  1. Medita en la gran bondad de Dios. Dios es inmensamente bondadoso. La Escritura señala que es su gran bondad la que nos lleva al arrepentimiento (Romanos 2:4). Su bondad hacia nosotros es la base de nuestra benignidad hacia los demás; crecerás en benignidad a medida que amplíes tu comprensión de ella. Un buen punto de inicio puede ser meditar en Efesios 2:4–10.
  2. Reconoce que la benignidad es una cuestión de discipulado. En uno de los pasajes de mentoría más famosos en las Escrituras se instruye a las mujeres mayores a enseñar a las más jóvenes a ser amables (Tito 2:5). La benignidad es una cuestión de discipulado; necesitas aprender cómo ser amable. Por lo tanto, te conviene juntarte con mujeres mayores y piadosas para observar este rasgo en sus vidas. Además, podrías pedirles su opinión y sugerencias sobre cómo puedes crecer en este aspecto.
  3. Sé intencional en vestirte de amabilidad. En Colosenses 3:12 Pablo exhortó a sus amigos a “vestirse” de la bondad de Dios. La palabra griega significa envolverse o revestirse. La metáfora de cambiarse de ropa se usaba ampliamente en el mundo antiguo para ilustrar la transformación espiritual. El apóstol quería que sus amigos entendieran que, ya que ahora eran santos, necesitaban empezar a vestirse como corresponde. Necesitaban ataviarse intencionalmente de la ropa de Cristo y revestirse de su bondad. Tú también puedes hacerlo. Cada mañana, cuando te estás vistiendo, puedes revestirte de benignidad mediante la oración. Puedes orar de esta manera: “Señor, hoy decido revestirme de tu bondad, por favor, ayúdame a ser benigna”.
  4. Cuidado con los asesinos de la benignidad. Los asesinos de la benignidad son actitudes y acciones pecaminosas que nos hacen ser poco amables. Son actitudes y acciones opuestas a las que se mencionan en la nube de palabras sobre la benignidad. Pecados como la impaciencia, la insensibilidad, el orgullo, sentirse con el derecho de algo, la dureza, la mezquindad, la falta de perdón y el resentimiento son asesinos de la benignidad. Siempre que veas un asesino de la benignidad surgir en tu corazón, en tus acciones o palabras, detén lo que estés haciendo para confesarlo y arrepentirte. Puedes eliminarlo confesando: “Lo siento, eso fue cruel”. Y elevando una oración de emergencia al cielo para pedirle ayuda a Dios.
  5. Ama mostrar benignidad. El Señor quiere que amemos mostrar amabilidad. Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el Señor de ti, sino sólo practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios?” (Miq. 6:8, LBLA, énfasis del autor). Busca cada día oportunidades para demostrar benignidad hacia los demás.

Para un creyente, la benignidad es un fruto del Espíritu, que es fortalecido, habilitado y dirigido por Dios. Cuando nuestra benignidad se extiende más allá de quienes la merecen o devuelven nuestra benevolencia, cuando alcanza a quienes conocemos bien por sus defectos y fracasos, es cuando reflejamos el corazón de aquel que es “bondadoso para con los ingratos y perversos” (Luc. 6:35).

Una mujer cristiana bondadosa es difícil de encontrar en este mundo egocéntrico donde son más los que reciben que los que dan. Cuando expresamos la benignidad cristiana en nuestras actitudes y acciones, en lo que compartimos en internet y las redes sociales, en nuestras relaciones y en nuestros hogares, en nuestras iglesias y comunidades, es una poderosa manera de mostrar la asombrosa bondad de Cristo.

Este artículo fue publicado primero en Risen Motherhood. Traducido y publicado con permiso.

[1] “The Importance Of Kindness”. 2021. Psychology Today. https://www.psychologytoday.com/us/blog/pieces-mind/201712/the-importance-kindness.

Nota del editor: Partes de este artículo fueron extraídas del libro de la autora, “Mujer Verdadera 201: Diseño de Interior: Diez Elementos de la Femineidad Bíblica”. Por Mary A. Kassian y Nancy Leigh DeMoss (Chicago, IL: Moody Press, 2015). Págs. 160-177.

 

Preguntas de aplicación
  1. ¿En qué situaciones o relaciones te cuesta ser amable?
  2. ¿Cómo afecta tu manera de crecer en benignidad el hecho de que las acciones amables no puedan crear un corazón bondadoso?
  3. ¿De qué manera ver la benignidad, no como un acto aleatorio sino como algo que apunta a la obra redentora de Cristo, cambia tu comprensión de cómo ser benigna?
  4. ¿Cuáles son algunas formas prácticas en las que podrías intentar crecer en benignidad?
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Autor

  • Mary Kassian es una autora galardonada y maestra de la Biblia que habla a mujeres de todo el mundo sobre cómo vivir su fe y, especialmente, lo que significa ser una mujer según el designio de Dios. Ha publicado varios libros y estudios bíblicos, entre ellos Chicas sabias en un mundo salvaje y La verdadera fortaleza. Mary y su familia residen en Canadá.

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