por Susi Bixby
¿Qué idea viene a tu mente cuando alguien dice “ese es un clásico”? Quizá piensas en un carro viejo, pero bien cuidado, que se considera coleccionable por su capacidad de durar muchos años funcionando y luciendo hermoso. Quizá piensas en un libro que ha sido leído por decenas de generaciones y continúa presente en muchos libreros alrededor del mundo.
Quizá pienses en el señor ancianito de la esquina que pasa horas al día sentado en su porche saludando a todos, preguntando por los hijos y nietos, y siempre en posesión de las últimas noticias acertadas. O quizá pienses en ese chiste que nunca falla en sacarle la carcajada a las personas, incluso a las que lo han oído muchas veces.
Un clásico es duradero y confiable, siempre produciendo el mismo resultado bueno que ha hecho por muchos años, a pesar de los cambiantes gustos de la sociedad.
Hoy te quiero presentar un clásico de la literatura cristiana sobre la crianza. Tiene más de 25 años desde su primera publicación, y ha tenido un impacto duradero y hermoso sobre incontables familias. Es tan actual como el día que se publicó, y merece un lugar en el librero de cada familia cristiana.
Cómo Pastorear el Corazón de su Hijo fue escrito por Tedd Tripp como resultado de sus años de criar a sus propios hijos, y su experiencia como director de una escuela cristiana. Desarrolló una carga por familias cristianas al intentar año tras año de ayudarles a ver la vida familiar a través del lente de las Escrituras.
Estoy infinitamente agradecida con Dios por el impacto que este libro tuvo sobre mi propia perspectiva de Dios, la familia, los hijos, la disciplina, y el discipulado. Mi esposo, Mateo, y yo hemos leído, estudiado, y recomendado este libro por muchos años porque hemos experimentado el poder que tiene para transformar la crianza.
¿Te suena un poco exagerada esa declaración? ¿Será apropiado hablar así de un libro que no sea la Biblia? Creo que sí, porque el poder que tiene el libro Cómo Pastorear el Corazón de su Hijo yace precisamente en el hecho de que su contenido es un reflejo fiel de las Escrituras. El autor comprende y abraza las verdades esenciales del Evangelio, ama la Palabra de Dios, está convencido de que es suficiente para la crianza de los hijos, y quiere llamarte, convencerte y equiparte a hacer lo mismo.
Cuando tomes este libro para leerlo, notarás que está dividido en dos secciones principales. El corazón del libro es la primera y más larga sección titulada simplemente, “Fundamentos para la Crianza Bíblica”. Al leer estos capítulos recibirás instrucción clara y bíblica sobre el corazón de tu hijo, las influencias formativas, la autoridad que tienes como padre, y los objetivos y métodos que se deben descartar y otros que se deben adoptar.
En la segunda parte hay dos capítulos para cada una de las tres etapas principales de la vida de un niño: infancia, niñez y adolescencia. Para cada etapa el autor te sugiere objetivos y procedimientos del entrenamiento. Por ejemplo, en la infancia uno de los objetivos principales es que el niño aprenda lo que es la autoridad y cómo debe responder a ella. Esta sección es muy práctica y útil, pero te recomiendo que no te brinques directamente a ella sin antes leer bien la primera parte del libro.
En el capítulo tres de su libro, el autor destaca que muchos otros libros que uno podría leer sobre la crianza están escritos para ayudar a los padres a proveer estructuras y experiencias para sus hijos que le influyan de manera positiva. Pero Tedd expresa que uno de sus propósitos al escribir este libro contrasta con muchos otros libros. Dice: “Estoy interesado en ayudar a los padres a participar en una batalla mano a mano en el campo de guerra más pequeño del mundo: el corazón de un niño.”
Si tú eres como yo, fácilmente se te olvida que Dios no te dio a tus hijos para hacerte feliz, ni para que ellos vivan una vida plena y feliz sobre esta tierra. Dios desea que ellos sean salvos de su pecado y se sometan gozosamente a Él para así pasar una vida terrenal glorificándole y una vida eternal en comunión con Él. La batalla por su corazón es clave en este proceso. Como dice Tedd:
Parte de la tarea de ser padre es pastorear al niño como una criatura que adora, llevándolo a Aquel que es el único digno de su adoración. La pregunta no es: “¿adorará?”, sino: “¿a quién adorará?”
Algo que me encanta de este libro es que el autor no se dirige al lector desde una postura de superioridad, ni le comparte información meramente intelectual. Procura equiparnos a los padres a entender cómo funcionamos los seres humanos creados por Dios e impartidos con una naturaleza que interactúa con Dios. Por ejemplo:
Cuando tus hijos lidian con sus experiencias de la niñez, lo hacen desde una orientación hacia Dios. O responden a la vida como niños de fe que conocen, aman y sirven a Dios; o responden como hijos de necedad e incredulidad que no le conocen ni le sirven. (p. 22)
A los padres cristianos del siglo 21, nos urge comprender a nuestros hijos y a nuestra tarea como padres con base en una perspectiva bíblica. Muchas voces nos bombardean, pero solo una voz debe destacar por encima de todas las demás. Gracias a Dios por autores humanos que nos apuntan de regreso a esa voz divina y todo sabia.
Te animo a buscar el libro Cómo Pastorear el Corazón de tu Hijo en tu librería local, o un proveedor en internet en el lugar donde tú vives. Gracias a Poiema Publicaciones por el esfuerzo de retomar la publicación de este libro y conseguir su distribución en Latinoamérica.
