¿Qué puedes ofrecer a tus hijos para que sean inteligentes, sabios y exitosos? La verdad es que los seres humanos más inteligentes son extremadamente limitados cuando se ponen delante del Dios todo sabio y omnisciente ¡a quien nosotros tenemos el privilegio de servir! Preséntales a tus hijos a un Dios que sabe todas las cosas, y siempre hace decisiones sabias. Jonathan y Wendy nos van a ayudar con esta tarea en este episodio. ¡No te lo pierdas!
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CONTENIDO DE LA HOJA DE AYUDA:
Atributo de la semana: Omnisciencia y sabiduría
¿Qué significa? La omnisciencia de Dios es su perfecto y pleno conocimiento de sí mismo, de todas las cosas reales fuera de Él, y de todas las cosas que no se hacen realidad en un acto eterno y simple.
Sugerencias para dos días de devocional familiar:
Día 1) Leer Daniel 2:20-22.
Preguntas para niños pequeños: ¿Quién es más sabio: Dios o tu papá? ¿Sabes lo que va a pasar mañana? ¿Sabe Dios? ¿Crees que Dios sepa cuando dices una mentira?
Preguntas para niños más grandes: ¿Conoces a alguien que es muy sabio? Según estos versículos, ¿de dónde esa persona realmente recibe su sabiduría? ¿Hay un límite a lo que Dios conoce?
Día 2) Leer Romanos 11:33-36.
Preguntas para niños pequeños (utilizando algunas de las preguntas de los mismos versículos): ¿Quién fue el consejero de Dios? ¿Puedes esconder algo de Dios? ¿En dónde encontramos la sabiduría de Dios?
Preguntas para hijos de cualquier edad: ¿Cuáles palabras hay en el vs. 33 que describen lo grande que es el conocimiento de Dios? ¿Crees que a Dios le pueda sorprender algo? ¿A quién vas primero cuando necesitas sabiduría para tomar una decisión o hacer algo en específico?
Texto para memorizar esta semana:
Salmo 147:5: Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito.
Motivos de oración y adoración:
- Padre, te alabamos por tus obras, porque tu palabra dice que hiciste todas ellas con sabiduría.
- Pedimos que podamos ser llenos del conocimiento de tu voluntad, sabiduría e inteligencia espiritual, para que podamos conocerte más y parecernos más a Cristo.
- Pedimos por sabiduría para nuestros padres, nuestros pastores y nuestros gobernantes.
- Señor, tú has prometido que, si tenemos falta de sabiduría, te la podemos pedir a ti, y la darás abundantemente. Ayúdanos a reconocer humildemente nuestra falta de sabiduría, y aprender a correr a ti para pedirla.
Transcripción del episodio:
Susi: Como familia, estamos buscando crecer en el conocimiento de Jehová, porque entendemos que él, el autosuficiente, se nos ha revelado para su propia gloria. Parte de lo que le glorifica a él es que sus seres creados a su imagen, aunque sin compartir todos sus atributos, tengamos una relación con él: que le conozcamos y que él nos conozca. Eso nos transforma.
Por eso seguimos hablando de los atributos de Dios y cómo impactan nuestra vida diaria, cómo los vemos en la Palabra, y cómo podemos hablar de ellos con nuestros hijos. Hoy nos toca hablar sobre la omnisciencia de Dios, que va muy relacionada también con su sabiduría. Así que vamos a combinar estos dos atributos aquí el día de hoy.
Para esto tenemos por primera vez en Crianza Reverente a nuestros colaboradores desde hace muchos años, Jonathan y Wendy Latham. De hecho, para nuestros hijos son Tío Jonathan y Tía Wendy; en esta casa siempre hablamos de Tío Jonathan y Tía Wendy. Así que bienvenidos, hermanos. Gracias por estar aquí con nosotros.
Jonathan: Gracias, Susana. Es un placer.
Susi: ¿Tienen cuántos años colaborando en el ministerio aquí? ¿Como 15?
Jonathan: Así es. Tenemos fotos de tus hijos con nuestra hija desde pequeñitos.
Wendy: En pañales.
Susi: ¡Sí, en pañales! Es verdad. Jonathan colabora, junto con mi esposo, en el Instituto Universitario Cristiano de las Américas, aquí en Monterrey, en el Departamento de Teología. Jonathan tiene su doctorado en teología y es una parte integral de ese programa.
Wendy es una colaboradora, de hecho, con Crianza Reverente, porque ella, con mucha destreza y puntualidad, revisa y corrige muchos de las transcripciones que ustedes leen. Yo sé que hay muchos oyentes que leen las transcripciones en lugar de escuchar, o junto con escuchar el audio. Así que gracias, Wendy, también por tu labor aquí en Crianza Reverente.
Wendy: De nada. Es un privilegio.
Susi: Jonathan y Wendy tienen años sirviendo a Dios en el campo misionero. Originalmente son de Estados Unidos, pero Jonathan nació en África, hijo de misioneros.
Jonathan: Así es.
Susi: Wendy es del área de Chicago, pero fueron a África como misioneros, y luego estuvieron en España un tiempo. Ya tienen 15 años sirviendo aquí. Tienen mucha experiencia sirviendo en la iglesia local, en lugares incluso rurales, donde hay mucha necesidad. Tienen una hija que ya está en la universidad; es como prima de nuestros hijos. Se llama Gloria.
Jonathan y Wendy, quería pedirles que nos apoyen el día de hoy hablando del tema de la omnisciencia y la sabiduría de Dios. Vamos a comenzar, Jonathan, si simplemente nos puedes ayudar a entender bíblicamente qué significa el hecho de que Dios es omnisciente y sabio.
Jonathan: Es curioso porque en español batallamos un poquito para unir esas dos ideas. Son muy unidas, como dijiste al inicio, omnisciente y sabio. ¿Por qué no “omnisabio”? ¿Por qué no “omnisapiencial? Es curioso, porque nuestro español, o cualquier idioma, cuando hablamos de Dios, carece, porque Dios es infinito. Dios es más allá.
Susi: Es limitado, sí.
Jonathan: Sí. Nuestra expresión siempre caerá corta, a menos que estemos citando directamente la Biblia. Y aun así, tenemos que armonizar. Entonces tenemos el prefijo “omni”, que se refiere, no a naves espaciales, ¿verdad?
Wendy: ¡“Omni”, no ovni!
Jonathan: ¡Sí! Este prefijo ya nos indica que estamos probablemente en la categoría de los atributos incomunicables, los que pertenecen exclusivamente a Dios. Cuando esto decimos, aun así, no es tan precisa la categoría, porque los “omnis” son: omnipresente, omnipotente, y omnisciente. Pero ¿por qué no omnibenévolo? ¿Por qué no omnisapiencial? Porque Dios sí lo es. El prefijo “omni” significa “todo”. Él es todo sabio y todo conocimiento tiene.
Cuando analizamos los atributos, están los “omnis” y también están los “ines”. Algunos prefieren definir con la negación. Es infinito. Es decir, no finito. Es independiente. Es decir, no dependiente. Es inmutable, inescrutable, inmanente, invisible. Cuando decimos “omnisciente”, estamos notando una característica positiva, y diciendo que lo lleva a la totalidad. Ahora, nos comparte Dios la posibilidad de conocer y saber cosas. ¿Quiere Dios que seamos sabios? ¿Sí, o no?
Susi: Claro que sí.
Jonathan: Sí. Es muy comunicable la ciencia y la sabiduría, pero Dios es todo sabio y se lo sabe todo. Tú estás presente, pero Dios es omnipresente. Tú tienes cierto poder, pero Dios es omnipotente. Es un atributo incomunicable sólo en el sentido que Dios lo lleva a la perfección y a la totalidad.
También en español tenemos saber y conocer, dos verbos que hablan de la inteligencia. Y en nuestro sustantivo estamos hablando de omnisciencia, porque “omni conociencia” o conocimiento tampoco no entra. Dios se lo sabe todo. Tiene conocimiento, ciencia, plena y total.
Además, como si esto fuera poco, la sabiduría es más que solamente inteligencia. Una buena ilustración que hemos escuchado es que un mecánico puede decirte todas las posibilidades que tu carrito tiene cuando se prende la luz en el tablero. Eso es ciencia. Pero sabiduría es parar el auto para que no se caliente. Una cosa es saber qué son los factores, y otra cosa es responder a la realidad y actuar en la realidad para que mi ciencia sea útil.
Dios es la perfección de ambos lados de esa área que es la ciencia y la sabiduría. Hay textos que así lo dicen tal cual. Susana, ¿quieres leer Hebreos 4:13? Wendy, si quieres leer 1 Juan 3:20. Yo comienzo en 2 Crónicas 16:9. “Los ojos de Jehová contemplan toda la tierra”. Lo ve todo; lo sabe todo. Y eso no es una verdad teórica y seca: “para mostrar su favor a los que tienen corazón perfecto para con él”.
De hecho, a continuación, dice: “Locamente has hecho en eso”. Dios te ve; Dios sabe lo que estabas haciendo. Dios te miraba cuando lo hiciste. ¿Cómo se te ocurre hacer eso cuando hay un Dios omnisciente y “omnisabio”, todo sabio, que observa toda cosa que tú haces? A ver qué dice Hebreos 4:13. Es tal vez una expresión de las más claras.
Susi: Sí. Yo leo Hebreos 4:13: “Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”.
Jonathan: Todo descubierto, desnudo: él sí lo sabe. Wendy, ¿tienes 1a de Juan 3:20?
Wendy: Sí. Dice: “Pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas”.
Jonathan: Allí está la omnisciencia. Ahora, eso, como adultos es como, “OK, ya”. Pero pensamos en nuestros hijos. Pensamos en los pequeños. ¿Qué tal lo que Jesús mismo dijo en Mateo 10:30? “Aun vuestros cabellos están todos contados”.
No hay nada más práctico que conocer a Dios, porque mi existencia depende de él. Mi actuar en el mundo que él creó y mi actuar como un creyente salvo por su Hijo, siendo transformado a la imagen de su Hijo, es responder a, y reflejar, su carácter. Si él tiene conocimiento total, y sabiduría total, pues entregar todo a él. Responder con fe.
En Mateo 6:8, Jesús está enseñando sobre la oración y nos advierte no ser como los hipócritas, los fariseos, que hablaban solo para presumir de su lenguaje religioso. “No os hagáis, pues, semejantes a ellos, porque vuestro padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”. Cuando oramos no estamos informando a Dios. Dios ya sabe, pero le agrada, le complace, escuchar a sus hijos responder, sabiendo que sabe, pero mostrando nuestra dependencia.
Es otro ejemplo de cuando los atributos de Dios todos se conectan. No es un atributo aislado y aparte. Su benevolencia es benevolencia sabia. Su soberanía es soberanía sabia. Su santidad es santidad omnisciente. Esto debe infundirnos con fe y confianza.
Susi: Es una limitación que reconocemos. Ahora que lo dices, quiero aclarar que reconocemos que hay una limitación al estudiar los atributos de Dios por separados. Hay ventajas en hacerlo, pero me encanta que destaques eso, Jonathan. Gracias. Porque se interactúan los atributos de Dios también.
Jonathan: Sí, Dios es plenamente uno, y todos sus atributos son totales y plenos. No es que 40% es su sabiduría, y 40% su…, y de repente tiene que salir de una categoría para operar en otra. Todos sus atributos están siendo manejados; es lo que él es, conjunto, en sabiduría y conocimiento total.
Susi: Conjunto, sí.
Jonathan: Esto aplica, por ejemplo, a la salvación. En Romanos, capítulo 11, terminando 10 capítulos y medio de doctrina sobre la salvación, doctrina profunda; pues Dios es inescrutable. Siguiendo los pensamientos inescrutables de Dios, Pablo dice en Romanos 11:33: “¡Oh profundidad de las riquezas…!” Esto sería la gracia, la bondad, su generosidad. Uno: su gracia, su riqueza. Número dos: la sabiduría, y número tres: la ciencia (“¡…las riquezas de su la sabiduría y de la ciencia de Dios!”).
Y donde tú y yo primero tenemos contacto con nuestro Dios sabio y omnisciente es: siendo pecadores, enemigos, él en su gracia, su riqueza, pero también en su sabiduría y conocimiento, mandó a su propio Hijo cargar con nuestros pecados y luego ser el sustituto nuestro.
Como Pablo dice en el versículo previo, “sujetó a todos”. Se refiere al tiempo del Antiguo Testamento, el pueblo de los gentiles, y ahora, en el tiempo del Nuevo Testamento, su trato con los de Israel. “Sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos”. ¡A ver! Y luego la expresión: ¡Qué riqueza, qué generosidad para con todos! ¡Qué conocimiento y sabiduría! “¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?” La respuesta es “nadie”. Él está en una categoría, totalmente solo y único.
Ahora esto fue principalmente lo que es la ciencia, o el conocimiento total. Pero también la sabiduría: esto también es sumamente práctico, porque en Efesios capítulo 3, cuando habla de nuevo de nuestra salvación, Pablo revela que una cosa que Dios está haciendo por medio de salvar rebeldes, pecadores, incluso gentiles, que en un tiempo no eran parte del enfoque principal de Dios (claro, muchos gentiles son salvos en el Antiguo Testamento), pero Pablo dice en Efesios, capítulo 3, versículo 10, que Dios actuó y está actuando ahora en la iglesia “para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia” a los seres angelicales más allá, “a los principados y potestades en los lugares celestiales” conforme a su soberanía, conforme a su conocimiento, “conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús, Señor nuestro”.
Esto para nosotros debe ser fuente de confianza y fe. Debemos explotar en alabanza como Pablo lo hace, sabiendo que el Dios que me amó, el Dios que opera en mi vida, es totalmente sabio y actúa siempre conforme a lo mejor.
Ahora, una aclaración. A veces, en la teología hay tendencias, modas. Una moda moderna (pues la moda tiene que ser moderna, ¿verdad?), una tendencia actual—y es sorprendente quienes están articulando esta posibilidad—es decir que la sabiduría de Dios, o su conocimiento, se limita a las realidades. ¿Y qué?
Es un intento, yo diría sincero, de teólogos de liberarle a Dios de la culpa, de acciones que los seres humanos hacen. Dios se lo sabe todo, pero hasta que sea una realidad; solo lo que es real. Si es una irrealidad, Dios no puede saber lo que no es real, y hasta que sea una realidad [lo puede saber]. Ya ves que esto pasó, pero no es culpa de Dios; el humano lo hizo, y Dios no conocía hasta que se hizo.
Pero los textos que muestran que así no es son muchísimos. “Faraón dirá.” Los hijos de Israel están encerrados en el desierto, y en Éxodo 14 Dios dice: “Mira, les voy a mandar por un callejón cerrado para que Faraón venga. Yo sé qué dirá él en su corazón”.
David, cuando él está huyendo de Saúl, él libra la ciudad de Keila y pregunta: “Me entregarán los vecinos de Keila en sus manos? ¿Descenderá Saúl, como he oído?” David tiene dos preguntas: “¿Va a venir por mí Saúl?” Y Dios dice: “Sí”. “Pero estoy aquí en la ciudad amurallada. Estoy seguro, ¿verdad? Acabo de liberar la ciudad. ¿Los recién liberados que yo salvé me van a entregar a Saúl?” Dios dice: “Sí. Te van a entregar”. Dios sí sabe algo que no pasó; David se levantó y huyó, pero Dios sabe qué hubiera pasado [si se hubiera quedado].
Leo un Salmo: el Salmo 81:13 en adelante dice: “¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si en mis caminos hubiera andado Israel! En un momento, habría yo derribado a sus enemigos”. ¿Sabes qué? No pasó, pero Dios incluso no solamente sabe las irrealidades; a veces, anuncia lo que hubiera pasado.
Y Jesús lo hace en Mateo, donde dice: “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza. Por tanto, os digo que en el día de juicio será más tolerable el castigo de Tiro y de Sidón”. En el día del juicio, según Jesús, él puede decir: “Esto no pasó, pero si hubiera pasado, tal habrías hecho”.
Así es el conocimiento total. Esto nos da confianza, porque el Dios que sabe no solamente las realidades, y todo dato en todo momento en tiempo real y presente, y lo ha sabido desde siempre, incluso sabe más allá que todo eso: toda posibilidad que pudiera haber pasado, así es su conocimiento.
Susi: Qué impactante, todas estas verdades. Las podemos hablar en nuestro hogar y aplicarlas a la vida real diaria de nosotros y también de nuestros hijos. Creo que tendrían un impacto muy grande. Wendy, quizás nos puedes ayudar unos momentos a hablar de esto. ¿Cómo podemos buscar oportunidades de interactuar con nuestros hijos alrededor de estas verdades?
Wendy: Obviamente, cuando pasa algo que no entendemos es un buen momento. Cuando pasa algo difícil podemos explicar que Dios hace ciertas cosas que no podemos nosotros entender, por lo menos en el momento. Pero sabe lo que hace, porque puede ver todo desde el principio hasta el fin, con todos sus efectos. Él conoce la historia de antemano.
Podemos usar tal vez un ejemplo de su experiencia. Estaba pensando en un niño que ve a su hermanito llorar y pelear porque no quiere que le pongan una vacuna, o que le haga un tratamiento el médico.
Jonathan: ¡O el papá que llora también por lo mismo!
Susi: ¡A veces los mismos papás lloramos!
Jonathan: ¡Más!
Wendy: Es un caso en que se permite el sufrimiento porque alguien que sabe mejor lo hace en amor. Yo creo que también esto se puede enseñar comparándolo con una historia, un cuento, que estamos leyendo o que estamos viendo en una película. A veces no entendemos por qué pasa algo o por qué alguien hace algo, pero tiene sentido después porque el autor que escribe la historia tiene un plan. O podríamos comparar el héroe de la historia, que se equivoca a veces porque no es omnisciente, con Dios, quien nunca falla.
Otra oportunidad sería, igual que con muchos atributos de Dios, al observar la creación. Igual que su poder, la creación revela la sabiduría de Dios. Cuando estudiamos las ciencias, cuando observamos las plantas y los animales en toda su variedad y complejidad, vemos que su sabiduría es infinita. Como dice en Salmos 104:24: “¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría. La tierra está llena de tus beneficios”.
También, como mencionó Jonathan, hay ejemplos bíblicos. Si estamos leyendo o viendo las historias o ellos tienen sus clases de escuela dominical, podemos dar esos ejemplos. Como José, ¿verdad? Vemos que aunque a veces no entendemos qué está haciendo Dios, él tiene un plan en su sabiduría y omnisciencia. José probablemente no entendía por qué pasó todo lo que le pasó. Pero Dios tiene todo bajo su control sabio. Obviamente en la vida de Jesús también, como mencionó Jonathan, vemos cómo en el peor de circunstancias, en su crucifixión, Dios está obrando en su sabiduría para darnos la salvación.
Es un buen momento cuando algo pasa en la familia y no entendemos recordar que Dios en su sabiduría, y su omnisciencia, sabe lo que hace. Y obviamente debemos enseñar por nuestro ejemplo que siempre buscamos la sabiduría de Dios en nuestras vidas, en la Palabra de Dios y en oración, y demostrar confianza en él cuando no entendemos algo nosotros mismos, o cuando no sabemos qué hacer, orar como familia y pedirle sabiduría a Dios.
Un libro que quisiera recomendar para tal vez leer en un tiempo devocional se llama El conocimiento del Dios santo, de Tozer. Toca todos los atributos de Dios, pero son capítulos cortos, uno sobre cada atributo de Dios. Me encantó cuando leí sobre estos atributos que estábamos preparando para este episodio.
Susi: Esa es una buenísima idea. Yo creo, especialmente si no son niños muy pequeños—si tienes hijos quizás de primaria, secundaria, preparatoria, adolescentes, pudiera ser una buena actividad de devocional familiar, o tiempo de lectura familiar. Leer sobre los atributos de Dios es muy buena sugerencia.
Yo pensaba también cuando hablaba Jonathan, de incluso cuando nuestros hijos pecan y están viviendo las consecuencias de su pecado, podemos apuntar a la sabiduría y el conocimiento de Dios. Jonathan mencionó que en la salvación vemos el conocimiento y la sabiduría de Dios. Conociendo nuestros pecados, comoquiera él envió a su Hijo; sabiendo que íbamos a pecar, él decidió hacer eso.
En el momento que tengo que tratar con el pecado de mi hijo, aun así, puedo apuntarle a ese conocimiento y sabiduría de Dios al mandar a su hijo y al proveernos la salvación que nosotros ni sabíamos todavía que nos hacía falta. Creo que esa es otra oportunidad.
Pudiéramos seguir dando muchos ejemplos, pero por cuestión de tiempo quizás podemos mencionar algunos pasajes bíblicos, quizás un versículo de memoria, y algunas preguntas prácticas, que podemos ayudar a nuestros hijos a aplicar estas verdades.
Wendy: Yo estaba pensando, para niños chiquitos (me acuerdo el primer versículo que aprendió nuestra hija con dos añitos: era “Dios es bueno”): primera de Juan 3:20. Yo creo que Jonathan lo leyó. Tal vez la última parte, nada más: “él sabe todas las cosas”. También Salmo 147:5. “Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder, y su entendimiento es infinito”.
Susi: Eso sería para memorizar.
Jonathan: Sí, son buenos. Yo pensaba en 1 Corintios 1:21. “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación”.
Eso también es muy práctico. Pablo está hablando a los griegos, los vecinos de Atenas en Corinto, que son sabios. Son los filósofos del mundo antiguo, y el griego quería sabiduría humana. Ahora, el hebreo quería milagro y poder. Pablo dice: “Yo anuncio a Cristo crucificado”. El Evangelio es el poder de Dios y es la sabiduría divina que hace callar.
Wendy ya dio unas ideas para niños. Yo pienso en jóvenes que comienzan a saber cosas, y porque saben conectar el teléfono a la impresora, piensan que son más sabios que sus papás. En serio, ¡así son! “Mira, el abuelo no sabe hacer eso; ¿cómo le debo de escuchar?” Pero en la vida personal, la vida espiritual, “lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres”. Estoy todavía en 1 Corintios 1.
Luego Pablo dice: “Mirad…vuestra vocación [vuestro llamamiento], que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos…sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios”. No hay nadie en el mundo tan autosuficiente e independiente y sabio como el chavillo de 15 años. Sabe todo, ¿verdad? Pero a lo largo, te casas, y tienes tu primer hijo, y de repente tus papás saben cosas. ¡De repente! Tras los años te das cuenta cuánta sabiduría tenían, y ¡ellos son humanos! Cuánto más, ya de una vez reconocer que nada soy. Nada tengo.
Dios, su Palabra parece locura: ¿diezmar en un apuro económico? ¿la pureza cuando estoy tentado? ¿ser honesto en el trabajo si eso me va a costar? ¿no hacer trampa en la escuela cuando todos los niños lo hacen? Mira, el camino de Dios es angosto y estrecho, pero a lo largo te lleva a la vida. Esa sabiduría de decir: “Yo voy a confiar en las palabras de Dios y someterme a sus dichos, porque son más sabios. Yo soy necio y necesito hacerle caso”.
Susi: Genial. Eso nos ayuda a siempre apuntar a nuestros hijos hacia la Palabra como la fuente de toda sabiduría. La Palabra donde se revela Dios mismo es nuestra fuente también para adquirir esa sabiduría.
Jonathan: ¡Acabas de citar Proverbios 4:5!
Susi: Ah, ¿sí?
Jonathan: “Adquiere sabiduría”. Nuestra fuente de adquirir sabiduría. Tienes toda la razón. Salomón nos dijo: “Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia”. Dios es todo sabio y todo inteligente. Pero ¡esfuérzate, estudia, lee la Biblia, toma apuntes en el culto, memoriza, medita! Toda la vida cristiana es aprovechar y recibir las palabras de Dios, porque soy necio y necesito que él me diga.
Susi: Amén. Wendy, ¿puedes mencionar brevemente un par de preguntas de aplicación que podemos incluir? Las que no alcanza el tiempo mencionar aquí, como ya saben, estamos proveyendo ahí en la página el PDF para que no tengan que anotar todo ahora mismo.
Wendy: Claro. Depende igual de la edad de los niños, pero tal vez para unos pequeños preguntar: “¿Quién es más sabio? ¿Dios, o tu papá? ¿Sabes lo que va a pasar mañana? ¿Sabe Dios? Tal vez para niños un poco más grandes: ¿En qué partes de la Biblia en especial adquirimos la sabiduría de Dios? Hay libros que se llaman libros sapienciales, ¿no?
Tal vez algunas para pensar, para niños más grandes: “¿Por qué Dios a veces pregunta cosas si ya sabe? Por ejemplo: “Adán, ¿dónde estás?” ¡Ya sabe! Como mencionó Jonathan, Dios nos pide orar. Podemos pensar en eso: ¿Por qué tenemos que pedir, si Dios ya sabe lo que vamos a pedir? Y pensarlo, porque son preguntas que a lo mejor también se les van a ocurrir. Mejor platicarlo en familia. Son preguntas, tal vez más profundas, pero interesantes para nuestros hijos más grandes.
Susi: Y si tuvieran que escoger una petición principal que pudiéramos orar unos por otros en la familia, ¿cuál sería esa petición?
Jonathan: Bueno, yo diría: “Señor (como Salomón), yo soy niño, y no sé salir ni entrar delante de tu pueblo. Tu pueblo es muy grande”. Ahora, en nuestra familia, el pueblo es de tres personas, y el papá de nuestra familia, es decir yo, ¡soy necio! Por mí mismo, iré mal. “Señor, dame la sabiduría que solo encuentro en Jesús”. Por él tenemos esta sabiduría. “Hazme como Jesús”.
Wendy: También, oraciones de alabanza: “¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! ¡Hiciste todas ellas con sabiduría!” Son oraciones de alabanza.
Igual estaba pensando en la petición de Pablo para los Colosenses, orando no simplemente por la sabiduría de qué hacer, sino que seamos “llenos de conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andemos como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el padre y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. Podemos usar esas oraciones lindas de Pablo.
Susi: Y hay varias; en varias epístolas encontramos oraciones muy lindas. Me encanta terminar ahí con esa nota de Cristo. En Cristo encontramos la sabiduría, y todos tenemos acceso a Cristo. Todos—nuestros niños pequeños, nuestros abuelitos—todos tenemos ese acceso a Cristo, quién es la sabiduría divina revelada.
Así que muchas gracias, Jonathan y Wendy. Gracias por el tiempo que invirtieron en poder estar aquí con nosotros. A ti que nos escuchas, te recuerdo que puedes ir a crianzareverente.com y buscar el episodio 142. Allí encuentras la transcripción, el PDF con los pasajes, las preguntas, y las peticiones. Esperamos que esto te ayude esta semana en tu devocional familiar y en tu crecimiento personal también. Muchas gracias por acompañarnos.
Bendiciones.