Hay momentos en la maternidad cuando pareciera que la única manera de describir la vida es “caos”. Es difícil evitar esto en ciertas etapas y circunstancias, pero ¿qué de la queja y la falta de contentamiento que muchas veces surge en nuestro corazón en respuesta al caos? ¡Únete a esta conversación con Sarah Jerez!
Transcripción:
Susi: No podemos negar que la maternidad muchas veces es muy caótica. De hecho, estaba pensando que normalmente pensamos en el caos con niños muy pequeños, pero yo que tengo hijos adolescentes, también soy testigo de que, aunque crezcan, el caos simplemente cambia un poco de forma y de carácter pero no se elimina. El problema con el caos es que a veces como madres, solemos permitir que ese caos nos frustre o nos canse. Así que hoy invité a una mamá que está en medio de días bastantes caóticos de tener a cuatro niños pequeños en el hogar y situaciones familiares en las que ella está experimentando caos. Me da mucho gusto presentarles a Sarah Jerez, ella es la invitada el día de hoy en Crianza Reverente. ¡Bienvenida, Sarah! Muchas gracias por acompañarnos.
Sarah: Hola, gracias por tenerme aquí, Susi, es un privilegio para mí estar aquí con ustedes.
Susi: Gracias, Sarah. ¿Puedes contarnos un poquito acerca de ti y de tu familia para conocerte? Creo que muchos te conocen, pero para las que quizás no te hayan conocido, ¿puedes presentarte un poquito?
Sarah: Si, soy Sarah Jerez, casada con Jonathan Jerez y juntos tenemos un ministerio musical. Componemos canciones de adoración y a eso nos dedicamos. Tenemos un ministerio que se llama C316, basado en Colosenses 3:16, que seamos de la Palabra de Cristo con salmos e himnos y cantos espirituales. Esa es nuestra pasión, crear recursos para la iglesia, canciones y otros recursos. También mi esposo es pastor en nuestra iglesia aquí en Oklahoma City, Oklahoma, donde vivimos actualmente, aunque para agregar al caos, ¡estamos en medio de una mudanza a otro estado! Así que, eso hace que todo sea más divertido jeje. También soy madre de cuatro niños como decías. Zoë de ocho años, Noah de seis, Joy cumple casi cinco ahora y Leví que tiene un año y medio. ¡Y hacemos escuela en el hogar para simplificar mi vida!
Susi: ¡Sí, sí, porque la escuela en el hogar siempre es muy simple, ¿no?!
Sarah: Porque me gusta todo muy callado y tranquilo, así que eso también es una gran parte de nuestra vida y también viajamos más de lo que quisiéramos. Estamos tratando que en esta etapa de vida sea menos, pero viajamos a conferencias y a eventos a tratar temas de adoración, o yo con feminidad bíblica. Nos gusta hacerlo con toda la familia cuando podemos, pero eso es básicamente lo que hago.
Susi: Muy bien, yo creo que muchos de los que nos escuchan han escuchado sus canciones, han podido disfrutar de su ministerio y lo apreciamos.
Sarah: Gracias.
Susi: Hoy queríamos hablar de tener gratitud aunque la vida sea caótica. Entonces, yo te quería preguntar si tu dirías que en tu experiencia es fácil permitir que ese caos, especialmente de tener a varios niños pequeños, ¿te pueda quitar el gozo o la gratitud? ¿Te encuentras a veces con un corazón de queja en lugar de gratitud?
Sarah: ¡Oh! Sería mentira decir que no. La realidad es que sí, por la gracia de Dios siento que (y por eso me emocione mucho cuando mencionaste este tema)… siento que el Señor ha estado obrando mucho en mi corazón en cuanto a este tema. Pero sí, especialmente al principio era una lucha aún mayor, creo, y peleaba mucho en contra de la ingratitud y la queja, amargura, frustración. Aunque aún sigue siendo una tentación todos los días, creo que el Señor me ha ayudado a estar más preparada para combatirlo con su Palabra, con el fruto del Espíritu, pero definitivamente es una lucha para todos, especialmente en esta etapa tan caótica.
Susi: Y, ¿Cuáles dirías tú que son algunas de las raíces en el corazón, las raíces, las actitudes que contribuyen a la falta de gratitud o de contentamiento en la maternidad?
Sarah: Me recuerda a Hebreos donde menciona que nos cuidemos de toda raíz de amargura. Creo que eso es algo que puede producir falta de gratitud y queja, que también viene de un sentido de “se me debe algo” o que “merezco algo”. También expectativas incorrectas o “expectativas” y punto. Porque pueden ser expectativas buenas pero el aferrarse mucho a ciertas expectativas. También en mi caso es mucho un deseo de control, me gusta estar en control de todo y de mi ambiente, de mis hijos, muchas veces quisiera controlarlos, sentir que tengo un control sobre ellos y las circunstancias. Cuando me enfrento con situaciones donde pierdo el control me frustro, me puedo amargar y quejar, perder la gratitud.
Algo tan sencillo como falta de sueño me puede hacer más irritable en general, y obviamente todo el pecado involucrado, el mío, el de mis hijos el de mi esposo, todo ese pecado junto obviamente lleva a la falta de gratitud y queja y yo creo que mucho se trata de un enfoque. Podemos decidir enfocarnos en las cosas negativas, en las luchas, en las dificultades, o tener el enfoque puesto en la gracia de Dios y sus bendiciones y ver todo a través de ese lente de gracia. Así que tengo que estar checando mis lentes. Creo que lo que contribuye mucho a eso hoy en día es el tema de las redes sociales. Creo que eso es lo que también causa mucha ingratitud en las personas porque es como tener una ventana constante a la vida de todo el mundo, y una ventana muy perfeccionada y muy filtrada y que eso también quita nuestros ojos de la porción que Dios nos ha dado y la tarea que nos ha puesto. Nos pone mucho el enfoque en el llamado de otros, la vida de otros, las bendiciones de otros, lo que yo no tengo, lo que ellos sí tienen, lo que ellos hacen y eso también creo que puede llevar a mucha ingratitud.
Así que todas esas cosas, y obviamente cuando hablé de lentes significa que para ponerse los lentes correctos hay que estar en la Palabra. En un tiempo tan caótico de la vida si uno no está arraigada en la Palabra y el Señor, vas a luchar mucho con ingratitud.
Susi: De hecho, esa era la siguiente pregunta que te iba a hacer, o sea, ¿Qué actividades o hábitos o cosas tú sabes que tienes que tener como prioridad en tu vida? Cosas no negociables para mantener tu cordura y el enfoque correcto. Dices que tienes que estar en la Palabra. ¿Hay algunas sugerencias en cuanto a eso o algunas otras cosas que tú sabes que tienes que tener en tu vida?
Sarah: Sí, para empezar, la oración. Estar en oración. Yo creo que desde que me convertí en madre he podido entender aún más “orar sin cesar”, y creo que estar hablando con el Señor todo el tiempo es muy necesario para sobrevivir el caos y mantener el enfoque correcto.
Desde tiempos prolongados de oración a simplemente estar orando durante el día, yo creo que eso es como el aire que necesitamos para vivir. Reflexionaba el otro día, esto quizás sea demasiada información, pero una de las cosas más refrescantes para mi es cuando puedo tener una ducha sola. Que los niños se acostaron y puedo estar en el baño sola y honestamente ese tiempo es un tiempo de oración para mí. Yo uso ese tiempo intencionalmente para eso y es muy bueno para mi alma. Obviamente también estar en la Palabra de una manera intencional todos los días, creo que mientras más tiempo que puedas dependiendo de tu etapa de vida, mejor.
Trato de empezar todos los días en la Palabra, leyendo lo más que pueda dependiendo de cuando empiezan a despertarse los niños e interrumpirme, pero eso para mí es clave y también tenemos la bendición hoy en día de tener tantos recursos para estar en la Palabra todo el día. Hay una App que se llama “Dwell”. Creo que está en inglés solamente, pero creo que también hay Apps que te leen la Biblia en audio en español. Eso me ayuda mucho también a mantenerme enfocada. Memorizar versículos que te pueden ayudar en cualquier momento dependiendo lo que estás enfrentando. También escuchar programas como este mismo podcast. A veces escucho Aviva Nuestros Corazones, cosas así que me mantienen también enfocada en el día.
Yo diría que eso, y quizá suene como algo menos importante, pero sí me he dado cuenta de lo importante que es cuando lo puedes hacer y es descansar, tener una buena noche, de dormir a una hora adecuada. He visto la importancia de eso en mi actitud, pero obviamente con manos abiertas porque hay momentos que tengo un niño enfermo o cuando estaba lactando al más pequeño que se despertaba mucho. Obviamente ahí sabe uno que son situaciones que el Señor ha orquestado, pero si depende de mí, acostarme temprano, eso creo que es importante.
Susi: Incluso en eso quizás significa no ver las series o las cosas que hacemos según nosotros para relajarnos. A veces reconocer que Dios nos hizo con una necesidad de descanso y que en esta etapa de la vida probablemente no vamos a tener muchos lujos de tiempo libre. Es mejor usar ese tiempo para descansar. ¿Hay algunas cosas que antes de tener hijos, o varios hijos, tú considerabas como cosas que necesitabas, pero que ahora entiendes que quizá no son tan necesarios, que tienes que tenerlas con las manos abiertas, las manos sueltas, y entregar esas cosas al Señor como no tan necesarias en esta etapa de la vida?
Sarah: Sí, yo creo que en general el Señor siempre me está enseñando que nada me faltará, como dice el Salmo 23, que Él es mi pastor y él siempre me dará lo que necesito en cada etapa de vida y Él sabe mejor que yo cuáles son esas cosas. Definitivamente cuando yo era soltera, cuando era recién casada, (también yo fui hija única creciendo) para mi tener tiempo a solas era algo yo diría indispensable. Era algo muy necesario. Como yo me considero introvertida, ese tiempo a solas y en silencio me recarga. Obviamente tengo mucho menos de eso y he tenido que aceptar eso como parte de esta etapa.
También me encanta leer y estudiar, es algo que me encanta hacer y no lo puedo hacer tanto como quisiera. En general, ese tiempo para mí no lo tengo como antes, pero trato de guardar un tiempo en la Palabra, en la oración. Yo creo que es algo muy importante, y al final del día trato de tener un tiempo de silencio para recargar. Pero, de nuevo, como tú decías, con manos abiertas porque tengo que aceptar que cada día Dios tiene su plan para el día. Yo tengo mi plan, mi lista de quehaceres, y Él tiene el de Él para mí. Es como ese rendimiento a cuáles son los planes de Él para el día, las cosas imprevistas para mí que Él tenía.
También, cuando tuve niños, tuve que dejar mi carrera. Yo traté como por un año de seguir, pero ese primer año de mi primer bebe fue tan difícil. Ella fue una bebé muy problemática y no comía. No dormía por el primer año completo no dormía más de dos horas corridas. Trataba de leer, trataba de hacer algo y me dormía cuando tenía chance. Tuve que dejarlo por un tiempo, pero trato de que, en cada etapa de la vida, en cada estación ver qué ajustes podemos hacer. ¿Qué ahora sí puedo hacer para tener un cierto desahogo o para tener más que darles a ellos? Pero definitivamente es tener las manos abiertas.
Para aplicarlo a mi ministerio con mi esposo, nos encanta sentarnos a escribir canciones y eso es algo que requiere de concentración. Así que obviamente tenemos que ser mucho más intencionales ahora. Antes podía ser en cualquier momento y ahora tenemos que sacar un tiempo aparte, ya sea que ese día los niños pueden ir donde un amigo o a sus abuelos, o lo hacemos de noche al acostarlos tenemos un ratito para componer. Pero obviamente tenemos que ser mucho más intencionales con ese tipo de cosas.
Susi: Entonces, pensando en eso, ¿Qué dirías tú que es realmente la base para la gratitud que puede y debe estar en el corazón de cada mamá, sin importar cuánto caos hay en su hogar?
Sarah: Bueno, lo que el Señor me ha ido enseñando definitivamente es que la base del contentamiento y la gratitud es cultivar gozo y plenitud en Dios. Que, como dice su Palabra: “En ti están todas las fuentes de mi gozo”. Un versículo que estuve memorizando, muy sencillo. “El gozo del Señor es mi fortaleza”, dice en Nehemías 8:10. Realmente su gozo es mi fortaleza y yo tengo que vivir cada día en fe que eso es verdad.
Creo que cuando pongo mi esperanza en otras cosas, en mis hijos, en cómo va a ir el día, en que tan productiva fui en el día o en si puedo hacer tal cosa que quiero hacer, mi gozo y mi gratitud van a estar subiendo y bajando constantemente, como todo lo demás. Sólo Dios es constante y una fuente perfecta de gozo, de plenitud.
Pienso en el Salmo 62:1. También ha sido un versículo para mí. “En Dios solamente espera mi alma”. Mi esperanza tiene que estar en Él constantemente. Salmos 73, “más para mí estar cerca de Dios es mi bien. ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Fuera de ti nada deseo”. Yo creo que eso es clave también para la gratitud. ¿Que tanto deseamos que no estamos recibiendo? La Palabra dice, el salmista dice, “Nada deseo sino a ti”, y eso lo tenemos siempre y no lo podemos perder. Así que mi gratitud puede ser constante.
También algo tan sencillo como 1 Tesalonicenses 5:18 que dice, “dad gracias en todo porque esta es la voluntad de Dios”. El entender que es la voluntad de Dios, es obediencia al Señor mi gratitud. Yo tengo el deber de guiar mis sentimientos, no dejar que mis sentimientos me gobiernen a mí. Así que, en momentos que tengo un pensamiento de ingratitud, de amargura, de queja, es predicarle a mi propio corazón que Dios es suficiente. Algo que me ha estado enseñando es ver la vida a través del lente de que “yo tengo el privilegio de”, “el gozo de”, servir a mi familia, criar a estos hijos, etc. No es que tengo que hacer esto. Dios no nos debe nada. Como muchos dicen, estamos mejor de lo que merecemos, y eso me ha ayudado mucho, el tener esa perspectiva para crecer en gratitud. Últimamente puedo compartir como un testimonio que he tenido muchas personas a mi alrededor pasando por pruebas muy difíciles, pérdidas de familiares, de hijos pequeños y eso me ha afectado mucho y me ha hecho entender mejor que cada día realmente es un regalo de Dios.
No podemos asumir que los regalos que Dios nos ha dado son permanentes. No lo son. Todo está en sus manos, y todos los días que el Señor nos ayude a despertarnos con esa perspectiva de “¡Wow! El Señor me regaló otro día, mi corazón está latiendo, tengo casa, tengo a estos hijos, tengo este encargo y qué privilegio, que bendición me ha dado”. Aún con las dificultades, todo es prueba de las bendiciones que Él me ha dado.
Yo he oído mucho a algunas mujeres decir cosas como esto: si un fregadero está lleno de trastes es evidencia de la bendición de personas comiendo, provisión de alimento, etc. La realidad es, como decía anteriormente, son unos lentes que uno tiene que tener de ver la vida como Dios la ve y la bendición que tenemos de ser hijas de Él y que Él nos deja tener el privilegio y el gozo de unirnos a Él en su obra en la tierra. No lo merecemos. De esto también se trata la conferencia de Mujer Verdadera del 2020, del ministerio de Aviva Nuestros Corazones.
Colosenses 2:6 dice, “por tanto, de la manera que recibiste a Cristo Jesús el Señor, así andad en Él, firmemente arraigados y edificados en Él, confirmados en vuestra fe, tal como fuiste instruido, rebosando de gratitud”. Creo que ahí está la clave. ¿Cómo rebozamos de gratitud? Andando en Él, estando arraigadas en Él, edificadas en Él, constantemente plantadas en Él, en quien es, en su Palabra. Eso mantiene nuestro enfoque correcto y vamos a rebozar de gratitud de esa manera.
Por último, un pasaje que mi esposo me recordó que de verdad me encanta, el Salmo 90:14 que dice “Sácianos por la mañana con tu misericordia (o tu amor) para que cantemos con gozo y nos alegraremos todos nuestros días”. ¿Cómo nos alegraremos? ¿Cómo cantaremos con alegría todos nuestros días? Estando saciados cada mañana por el amor de Dios. Definitivamente creo que ahí está la clave.
Susi: Así es, gracias a Dios, creo que esa es nuestra clave como mamás, entender que la fuente de nuestra gratitud nunca la vamos a encontrar en nosotras mismas y nuestras circunstancias, lo vamos a encontrar arraigadas en Él. Gracias, Sarah, por compartir tu corazón con nosotros hoy, gracias por tomar tiempo en tu caos para ayudarnos a todos a enfocarnos en medio de nuestro caos también. Les reto a los que siempre nos oyen fielmente, que esta semana busquen mostrar y sentir más gratitud porque estamos arraigados completamente en Cristo. Gracias por acompañarnos, Sarah.
Sarah: Gracias a ti, Susi.
Susi: Nos vemos la próxima semana.
Transcrito por: Dannika Yelizavet Domínguez Pérez