Si la Palabra de Dios es viva y eficaz, significa que debe ser aplicable a la crianza, ¿no? Pero ¿has sentido que no tiene las respuestas que tú buscas? ¿O te has preguntado cómo puedes saber si tu aplicación de un versículo es correcta? La Biblia nos transforma cuando la aplicamos correctamente, y como padres es indispensable como parte de nuestra tarea de crianza instruir a nuestros hijos en la aplicación acertada de ella. Conversemos con el Dr. Casillas sobre este tema crucial.
Recurso recomendado de la semana: Más allá de capítulo y versículo por Dr. Ken Casillas
Estudio bíblico de la semana: Mateo 12:1-8 (Bajar e imprimir)
Preguntas de reflexión:
- ¿Te acercas a la Palabra buscando soluciones rápidas a tus problemas actuales? ¿O te acercas principalmente buscando conocer a Dios?
- ¿De qué maneras has impuesto tus propias ideas sobre el significado de un versículo en lugar de estudiar el pasaje y contexto para entender el significado y la aplicación que el autor quiso comunicar?
- ¿Confías plenamente en la suficiencia de las Escrituras para la vida y para la crianza? ¿Te encuentras buscando mucho la sabiduría que necesitas en otras fuentes?
Transcripción:
Susi: En el proceso de la crianza, los padres que queremos honrar las Escrituras vamos a ellas en busca de la sabiduría que tanto necesitamos. ¡Esta es una práctica sumamente beneficiosa y necesaria! Si estás escuchando esta serie, espero que sea porque aprecias el valor del Evangelio y has deseado crecer en tu comprensión de ello para criar mejor a tus hijos. Al momento de acercarnos a la Biblia, podemos leerla y estudiarla y luego quedarnos con la pregunta, ¿cómo sé si las aplicaciones que yo saco para mi vida son las que Dios tiene en mente? O sea, ¿yo debo ir y vender todo lo que tengo para poder agradar a Dios como Jesús le dijo a aquel joven? ¿Cómo voy a cuidar de mi familia si hago eso? Sé que ya no sacrificamos animales, entonces, ¿de qué me sirve leer esos libros de la Biblia? ¿Cómo puedo aplicar la Palabra de Dios a la vida de mi familia de una manera fiel? Esta es una pregunta muy importante, y para hablar del tema, me da mucho gusto recibir a un amigo ¡que ha escrito un libro sobre el tema! Dr. Ken Casillas, bienvenido a Crianza Reverente y gracias por acompañarnos!
Ken: ¡Muchas gracias, es un placer estar aquí hoy!
Susi: Nuestro hermano Ken Casillas, es profesor de Teología en la Universidad de Bob Jones en Carolina del Sur, en Estados Unidos. Es pastor y papá.
¿Podrías contarnos un poco respecto a tu familia y tu trabajo?
Ken: Yo soy hijo de un misionero en Puerto Rico, ellos sirvieron ahí hasta que Dios los llamó a su presencia. Mientras yo crecí en ese país, tuve la oportunidad de aprender inglés y español. Posteriormente, Dios me dirigió a prepararme para el ministerio en el Seminario Bob Jones.
Aunque yo pensaba que regresaría a Puerto Rico, o servir al Señor en un lugar como ese; pues Dios cambió mis planes; y me dirigió a la Universidad, y especialmente a enseñar cursos relacionados con la interpretación del Antiguo Testamento en el Seminario. Dios me dirigió también a ser Pastor de una Iglesia situada en un pueblo a unos 25-30 minutos de la Universidad.
Mi esposa y yo hemos servido al Señor durante los casi 30 años de casados que llevamos juntos. Dios nos bendijo con cinco hijos, casi todos grandes, tres de ellos no viven aquí; dos de ellos se casaron el verano pasado, uno en junio y el otro en diciembre. Ha sido un año muy grande para nuestra familia. Dos de nuestros hijos son estudiantes universitarios, aquí en Bob Jones.
Susi: ¡Gracias por tomar de tu tiempo para acompañarnos el día de hoy! Y por invertir de tu tiempo para escribir un libro titulado “Más allá del capítulo y el versículo: Teología y práctica de la aplicación bíblica”, del cual hablaremos más adelante.
Ahora, vamos a introducir el tema con una sencilla pregunta: ¿Qué importancia tiene que un papá o una mamá creyente, tenga el deseo y que busque adquirir las herramientas que necesita para aplicar bien la Palabra de Dios?
Ken: Una gran parte de la respuesta es entender lo que es el papel bíblico de los padres; hay varias responsabilidades que tenemos, y una de las más importantes es que, el llamado a ser padres es un llamado a ser maestros. En Efesios 6:4, dice que debemos de criar a nuestros hijos en la disciplina y la amonestación del Señor. Eso involucra un proceso por el cual los estamos amonestando con la Palabra de Dios. Hay que entenderla bien para poder tener ese ministerio en sus vidas, y lo vemos en el Antiguo Testamento, especialmente en el libro de Proverbios; básicamente todo ese libro es una larga enseñanza de un padre a un hijo.
Cuántas veces al leer Proverbios, encontramos que cada capítulo comienza con “Hijo mío, escúchame”. En Proverbios 4:1 dice: “Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad atentos para que conozcáis cordura. Porque os doy buena enseñanza; no desamparéis mi ley”. Luego en el versículo 20, dice: “Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón”.
Eso está como un ejemplo, sobre cómo debemos estar hablándoles a nuestros hijos acerca de la Palabra de Dios y dirigiéndoles por medio de la instrucción; también por medio de nuestro ejemplo. Proverbios 23:26, dice: “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos”.
Ellos deben de ver una conexión entre lo que les estamos enseñando verbalmente de la Palabra de Dios y lo que ellos observan del efecto de la Palabra en nuestras propias vidas; y todo eso implica que nosotros mismos estamos bien arraigados en las Escrituras, que entendemos lo que el Señor nos ha revelado y que tenemos cierta capacidad para aplicar la Biblia.
Susi: Muchos hemos leído y estudiado la Biblia; pero si no la aplicamos realmente, no transforma nuestra manera de vivir, y nuestros hijos ven lo que decimos y hacemos, ven nuestras actitudes; todo eso es impactado por nuestra comprensión de la Biblia y que la apliquemos.
En el libro de Santiago 1:23-24, dice: “Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era”. Eso puede sucedernos a los padres; leemos la Biblia, pero no cambiamos; vamos a la Iglesia, pero no cambiamos; realmente, la aplicación bíblica va a ayudarnos a cruzar ese puente, entre el oír y el hacer. Me encanta lo que nos señalas, sobre la tarea tan importante de los padres de instruir y amonestar usando la Palabra de Dios.
Estuve leyendo tu libro, y noté que el primer capítulo, sobre la aplicación bíblica, se llama “Todo gira en torno al Evangelio” y eso me llamó mucho la atención, en especial porque estamos haciendo una serie sobre el Evangelio, y ¿por qué tendríamos que empezar ahí?
Ken: Eso lo hice bajo la dirección del Señor, de una manera intencional; porque muchas veces podemos mal interpretar aun este tema de la aplicación; sino estamos bien fundados en el Evangelio.
Para responder a tu pregunta, hay una respuesta negativa y positiva.
Negativamente, si no conectamos la aplicación con el Evangelio; entonces nuestra aplicación rápidamente puede llegar a lo que diríamos “un cristianismo medio legalista”, donde hay mucho énfasis sobre la obediencia y la santidad; pero no se entiende bien, que nuestra responsabilidad en la obediencia es una respuesta a lo que Dios ya en su gracia, ha hecho en nuestras vidas, por medio del Señor Jesucristo. Y no es alguna manera de recibir su favor por medio de nuestros propios méritos; y cuando hay un gran énfasis sobre la obediencia, es necesario aclarar dónde encaja esa obediencia en el plan de Dios; eso no es lo primero, eso no es lo fundamental; sino que, es lo que Dios mismo ha hecho por nosotros, que nos motiva y nos anima a obedecerlo.
Positivamente, yo diría que solo es por medio del Evangelio, que tenemos el poder para obedecer. Es la provisión de Dios que nos capacita; porque en nosotros mismos no tenemos los recursos ni la habilidad de seguir en el camino que el Señor desea.
Un pasaje favorito está en Filipenses, Pablo nos anima que nos ocupemos de nuestra salvación, nos está retando a la humildad y a la santidad; pero rápidamente dice en Filipenses 2:13 “Porque Dios es el que en vosotros produce el querer y el hacer, por su buena voluntad”. Y es solamente por nuestra unión con nuestro Señor Jesucristo, la vida nueva que nos da por medio del nuevo nacimiento, el ministerio del Espíritu Santo que nos ha dado; que tenemos la capacidad para obedecer y para crecer; y todo eso proviene del Evangelio.
El Evangelio tiene que ver con las buenas noticias que Dios ha provisto para nosotros, y lo que Él ha hecho por nosotros; todo lo que nosotros no podemos hacer, por causa de nuestro pecado; y parte de su provisión, es ese poder interno para obedecer.
Ese es un resumen, aunque hay muchas conexiones entre la aplicación y lo que es el Evangelio.
Susi: Yo creo que, sí transforma la manera en que pensamos. Yo pienso como madre, especialmente cuando tenía hijos pequeños; porque todo el día era ver conducta mala, y querer corregirla; porque vivimos en un mundo de acciones incorrectas, palabras incorrectas; y sería tan fácil sentir, “solamente tengo que buscar la forma de que mis hijos hagan lo que deben hacer”.
Cuando queremos compartir un versículo con nuestros hijos; Dios nos dice que debemos hacerlo; pero si lo conectamos con el Evangelio como la base; eso evitará tener hijos legalistas que creen que solamente se relacionan con Dios, por su conducta.
Y muchas veces, los padres somos iguales, vamos a la iglesia para quedar bien con Dios o con los otros, cuando realmente el Evangelio es ese contexto de nuestra relación con Dios. Me encanta que hayas comenzado hablando en tu libro, sobre ese punto; porque creo que es donde todos tenemos que comenzar.
Ken: Muchas veces esto lo podemos enseñar cuando hay algún fracaso, en algún momento de corrección o disciplina, eso tenemos que hacer; pero también usarlo como una plataforma para explicar a nuestros hijos: “Tú me desobedeciste, porque eres pecador y te debes de arrepentir, pero la realidad es que tú no te puedes cambiar a ti mismo, te hace falta que Dios mismo cambie tu corazón, ya sea para que seas salvo para comenzar, o en tu vida cotidiana”.
La santificación viene cuando nos humillamos delante de Él, admitimos nuestra debilidad, le rogamos por la gracia que necesitamos para obedecerle; y esos momentos de corrección no se deben limitar simplemente a decir: “Estuviste mal, y esta es la consecuencia”; sino para profundizar su entendimiento acerca del Evangelio, y cómo es que podemos cambiar y crecer.
Susi: Ese contexto que la misma Biblia nos da, de esos mandamientos que Dios nos da; no debemos separar los mandamientos de ese contexto, de esa relación. Eso puede ayudar mucho a los padres.
Frecuentemente escucho una expresión de padres creyentes: “La biblia no habla de eso, entonces, ¿qué hago cuando…? (Y nombran cualquier situación)”. A veces son declaraciones generales, sobre el hecho de que piensan que la Biblia contiene muy poca instrucción para padres; también, por ejemplo, recientemente una mamá escribió para pedir ayuda, y dijo: “La Biblia no habla de cómo tratar con los adolescentes, entonces ¿qué recomienda usted que yo haga?”
Entonces, eso me hace pensar, que quizá hay algo que nos falta y, ¿qué necesitamos los padres cristianos creer acerca de la Biblia, y de los retos que enfrentamos en la crianza?
Ken: Entiendo esa frustración; ya sea para mi propia vida; cuando estoy platicando con mis hijos acerca de alguna preocupación; en cierto sentido sería más fácil, si existieran estas listas de mandatos o leyes que cubren todos estos temas; y ahí pudiéramos ir para resolver cualquier pregunta. Pero, la realidad es que Dios no diseñó la Biblia de esa manera; y en estas conversaciones tenemos que comenzar con lo más fundamental, en cuanto a: Cuál es la naturaleza de la Biblia y cómo Dios la ha inspirado y la ha escrito.
Y en su sabiduría, Él decidió que lo mejor, no sería darnos como una enciclopedia o un manual exhaustivo de la ética, donde tuviéramos instrucciones específicas de cualquier tema.
Es verdad que la manera en que Dios nos dio la Biblia, nos crea ciertas luchas y no es un asunto tan fácil; pero también creo que tenemos que ver los beneficios que podemos experimentar, ya que la Biblia existe como existe.
En primer lugar, yo diría el asunto simple del tamaño de la Biblia; si la Biblia contestara específicamente todas las preguntas detalladas que el pueblo de Dios ha tenido por toda la historia, ¡imagínense, cuán larga sería la Palabra de Dios!, porque cada día hay una nueva pregunta, otro tema, otra cuestión cultural, otro movimiento que hay que evaluar; y esto cambia tanto, que la Biblia hubiera sido tan complicada y tan larga, que también hubiera creado otras dificultades.
Por otra parte, es una bendición que la Biblia está escrita en la manera que está, de una manera general, en cuanto a muchos de estos temas, que pudiéramos decir de una manera PRINCIPIAL; porque una vez que uno entiende eso y se involucra en el proceso de determinar cuáles son los principios, cuáles son las verdades universales; entonces eso se puede aplicar a cualquier nueva situación, o cualquier cultura. Y en vez que, el Señor se dirija a cada asunto específico, Él en su Palabra nos permite aprender de lo que Él le dijo históricamente a cierta generación; y de eso podemos inferir verdades más generales y luego aplicarlas por medio de la ayuda de su Espíritu a nuevas situaciones.
El último beneficio de ese proceso, es que eso va a requerir cierto crecimiento y cierta madurez; porque no es un asunto meramente de seguir mandatos en blanco y negro; requiere que profundicemos nuestro entendimiento de quién es Dios, cuál es su corazón, cómo es que Él piensa, cuál es su visión para la vida de su pueblo, cuáles son sus valores, su manera de evaluar; y habiendo aprendido algo acerca de Dios, su carácter, su corazón; entonces, hacemos una extensión de eso, a nuevas situaciones.
Y si fuera todo asunto de, obedecer mandatos bien sencillos, o todo en blanco y negro; pues, ahí también sería posible caer en otro tipo de legalismo, que es meramente asunto de hacer cosas externas, tomar estas acciones; en vez de realmente buscar el corazón de Dios y luchar con estas cuestiones, y llegar a una buena conclusión. Eso nos empuja a un nivel de comunión con Él, de crecimiento espiritual y esa es una razón por la cual Dios, nos dio su Palabra de esta manera.
Susi: ¡Me encanta eso! y en mi propia experiencia creo que, pocas cosas me han humillado tanto, que tener que reconocer que yo no sé qué hacer con mis hijos en ciertas situaciones; pero decidir que voy a creerle a Dios, cuando dice que me ha dado todo lo que yo necesito, para la vida y la piedad; entonces, tengo que ir a la Palabra con esa confianza plena de que hay principios y enseñanzas y que hay algo del carácter de Dios; hay algo con este libro, que sí me puede dar la sabiduría que necesito.
Ese punto que acabas de tocar es tan importante; que veamos la Biblia como la revelación de Dios mismo, que es muy aplicable a la vida; pero no de la manera que a lo mejor queremos, como una enciclopedia; sino, cambiar nuestro chip, cambiar nuestra manera de acercarnos a la Palabra, creer que sí se puede aplicar; pero que eso requiere un poco de esfuerzo y trabajo, y que ese mismo trabajo que hacemos, nos humilla y nos acerca a Dios; y el beneficio es que conocemos mejor a Dios, y eso siempre nos transforma.
Si fuéramos tus alumnos, en un taller breve de los principios más fundamentales, acerca de la aplicación bíblica, ¿cuáles serían algunos de ellos?
Ken: Simplemente para continuar, diría en primer lugar, que aunque la Biblia no fue escrita directamente a nosotros; porque no somos la Iglesia de los corintios o el pueblo de Israel durante el tiempo de Isaías. No fue dirigida a nosotros directamente; pero sí fue para nosotros, y comenzamos con esa convicción, que esto tiene un mensaje universal que le sobrepasa a todos los detalles del contexto original, y que Dios desea dirigir ese mensaje a nuestras vidas.
Pienso en 1 Corintios, cuando Pablo enseña a los hermanos, que vienen de un trasfondo; muchos de ellos del mundo romano, de una vida y una cultura pagana; pero él está usando pasajes, eventos en la historia del pueblo de Israel; para enseñarles a ellos la voluntad de Dios.
1 Corintios 10:11, dice: “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”.
Así que, comenzamos con esa convicción, y ese es un principio fundamental.
En segundo lugar, el próximo paso sería, esta idea del mensaje transhistórico, que Dios por medio de los ejemplos, por medio de la historia o cualquier tipo de información; Él desea que busquemos el mensaje que aplica generación tras generación.
Eso lo vemos en muchos lugares aparte de mi libro, pues fue el exponer algunos de estos pasajes, como en Deuteronomio 6, cuando Moisés le está hablando al pueblo de Israel acerca de que tienen que amar a Dios con todo su corazón, también dice que las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, etc. El punto es que, aunque Deuteronomio se dirigió a una generación; Moisés esperaba que eso se iba a pasar a los hijos y generación tras generación; Dios tenía un mensaje para ellos.
Luego llegamos al Nuevo Testamento, donde Cristo comienza a enseñar y dice: “Yo no vine aquí para anular la ley, sino para cumplirla”, y él mismo ilustra cómo fue que Él cumplió con la ley; en ese caso, Él está enseñando las verdades transhistóricas que tiene una aplicación muy amplia, más allá de los lectores o los recipientes originales de esos pasajes. Así es que, la autoridad transhistórica, continúa por todo el Nuevo Testamento.
El corazón de mi libro fue el exponer pasajes donde el Nuevo Testamento está usando pasajes del Antiguo Testamento, más allá del contexto original; y derivando de esos pasajes, principios o patrones universales; y luego aplicando esas verdades a nuevas situaciones. Eso nos lleva a este pensamiento, que la Biblia nos enseña no tan solo por medio de mandatos directos; sino por medio de patrones, que tienen una aplicación más amplia, que la situación original.
En el libro hay muchos estudios de pasajes Neotestamentarios donde vemos esto sucediendo, como en 1 Corintios 9. 8-11, donde Pablo está en una situación bien específica a ese momento; pero está hablando acerca de cómo la Iglesia debe de sostener económicamente al predicador, al líder de la iglesia; y este es uno de sus argumentos: “¿Digo esto solo como hombre? ¿No dice esto también la ley? Porque en la ley de Moisés también está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?”.
Y él está usando un pasaje, que no tiene nada que ver con el mundo de los corintios, que no tiene nada que ver con asuntos en la iglesia y asuntos económicos; pero en esta ley muy detallada y muy específica a una vida agricultural. Él ve algo del corazón de Dios, y dice: Dios desea que le mostremos gratitud y reconocimiento a los que trabajan para beneficiarnos. Y está diciendo eso en cuanto al buey, refiriéndose al Antiguo Testamento; y si lo pone en la ley para un buey, ¡cuánto más para los seres humanos y aquellos que nos dan el Evangelio, para que lleguemos a ser salvos y para que podamos crecer espiritualmente, también debemos demostrarles gratitud, reconocimiento y proveerles sus necesidades para que puedan continuar esa labor, ese ministerio!
Y él llegó a esta aplicación, a base de un pasaje que tenía que ver con una situación completamente diferente; y me parece que nos sirve como modelo, para que hagamos lo mismo.
El último principio, sería como una manera de protegernos, para que no abusemos o mal usemos lo que acabo de decir. Y es que cualquier aplicación, se tiene que basar en el significado histórico del texto, tiene que comenzar conociendo de una manera precisa, lo que el autor le estaba comunicando a su audiencia; y ahí es que llegamos al principio no tanto de la aplicación; sino de la interpretación.
La importancia de estudiar el contexto, la importancia de conocer algo del trasfondo histórico, cómo funcionan los diferentes géneros, ya sea la narrativa, la poesía, la epístola.
La importancia de estudiar las palabras, significado de palabras, gramática; para que lleguemos a entender de una manera precisa lo que Dios les dijo a ellos; porque es de ahí que nosotros vamos a inferir, lo que el Señor nos está diciendo a nosotros. Y si no usamos algún proceso cuidadoso para la interpretación, pues, el peligro es, que nosotros estemos sacando de esos pasajes cosas que realmente no están ahí, y estemos imponiendo nuestras ideas sobre el texto, en vez de derivar la idea del texto y lo que realmente enseña.
Susi: Espero que esto motive a buscar el libro para poder profundizar y ver esos ejemplos de cómo realmente usar la aplicación, y cómo no debemos malinterpretar la Palabra.
Creo que tenemos un mal hábito, de tomar un versículo y ponerlo en una imagen bonita y compartirla en redes sociales o agarrar una frase de un versículo, y aplicarlo sin hacer ese trabajo arduo de buscar realmente entender el corazón de Dios, acerca de este pasaje.
Y esa es una de las razones, por las que estamos ofreciendo los estudios bíblicos cada semana, de ciertos pasajes; porque cuando uno estudia la Biblia pasaje por pasaje, es mucho más probable que uno llegue a una conclusión más parecida a lo que el autor original quiso comunicar a sus lectores.
En lugar de sentir que la Biblia no me contesta todas mis preguntas, debo sentir un anhelo por conocer más y mejor el contenido de la Biblia, para entender el corazón de Dios; y cómo Dios quiere guiarme en sabiduría día tras día, para tomar pequeñas decisiones.
Lo he oído especialmente con mamás. Algo chistoso que escuché a una mamá: “Yo pienso que los bebés deben dormir con sus padres; porque Jesús lo dijo en una parábola, “de un padre de familia, que estaba dentro de su casa y que sus hijos estaban en la cama con él, y que no podía abrir la puerta”; pero luego leí en otra parte, que dice que los bebés deben dormir en su cuna, porque María puso a Jesús en el pesebre.
Entonces, uno debe detenerse y preguntarse: ¿Será esa la intención que el autor tenía al mencionar, tanto de que los niños estaban en la cama con su papá, de que María acostó a Jesús en un pesebre?; en ninguno de esos dos casos, tiene nada que ver eso, con la intención del pasaje original. ¡Es un ejemplo ridículo!
La verdad es que si no hemos sido entrenados a ver la Palabra de Dios, por lo que es, y a estudiarla con detenimiento y con cuidado; vamos a llegar a conclusiones que realmente son erróneas, no están basadas en la enseñanza original. Entonces, me gusta mucho que hayas comentado que realmente la aplicación bíblica, se puede hacer cuando se haya hecho bien la interpretación bíblica.
Por eso también, hemos querido ofrecer estas hojas de estudio bíblico y poder darles como herramientas para comenzar a crecer en esta área.
Ken, se nos ha terminado el tiempo, pero no sin antes preguntarte sobre una recomendación de un libro. Yo quiero recomendar el libro de Ken, que se llama: “Más allá del capítulo y el versículo”, pondremos el enlace en la página.
¿Tendrías algún pasaje bíblico que puedas recomendarnos, para estudiar esta semana?
Ken: Sí, lo hablo en el libro también, y está en Mateo 12:1-8, es un pasaje corto; pero es una historia que nos enseña mucho acerca de la aplicación.
Es donde Cristo tiene una de estas controversias o debates con los fariseos, en cuanto al sábado; y básicamente, él está criticando la aplicación de ellos, y cómo es que ellos llegaron a una mala conclusión, a base de la Biblia. Pero, en vez de decir Cristo, ya no se debe aplicar la Biblia, Él está modelando la manera correcta en que uno debe ir más allá de capítulos y versículos para llegar a la conclusión apropiada en esa controversia.
Así es que, los fariseos sirven como modelo negativo, y Jesús como modelo positivo sobre la aplicación; y me parece que es un buen ejemplo, para poder considerar estos temas.
Susi: ¡Perfecto!, lo tendremos en la página, para que puedan descargarlo y estudiarlo esta semana.
Muchas gracias, Ken, ¡por dar tu tiempo para acompañarnos hoy!
Ken: ¡Un placer!
Susi: A ustedes que nos escuchan, gracias por acompañarnos una vez más, esperamos que puedas como resultado de este episodio, confiar en los principios divinos, que a lo mejor no te dan paso por paso, lo que debes hacer; sino que te revela al mismo Dios, que te puede transformar, día con día. Nos vemos la próxima semana. ¡Que Dios te bendiga!