Categoría: Comunicación

¿Cómo hablo con mis hijos sobre los regalos de Navidad?

diciembre 4, 2022

La lista de navidad comenzó a hacerse en mi casa el primer día de noviembre. Encontré a mis hijas esa tarde en la cocina escribiendo largas listas de todas las cosas que querían. Alcancé a leer la lista por encima de sus hombros. Esmalte de uñas. Ropita para muñecas. Libros. Artículos para manualidades. Un caballo de verdad. (Grandes soñadoras por aquí).

A medida que le explicaba a mi hija ese dia que no iba a recibir un caballo de verdad para navidad, pero que de todas maneras podía estar llena de alegría, me di cuenta de algo: cuando hablamos con nuestros hijos sobre regalos, hay una oportunidad natural de tener con ellos conversaciones fundamentales, centradas en el evangelio.

Conversación evangelística #1: Dar regalos es una imagen del evangelio

En las festividades, muchos niños se esfuerzan por estar en la lista de niños buenos de Santa, o se mantienen en su mejor comportamiento porque el “Elf-on-the-Shelf” siempre los está mirando. Mientras que estas pueden ser tradiciones divertidas, es importante para nuestros hijos entender que cuando se trata de Dios, no hay nada que podamos hacer en nuestras propias fuerzas para estar a la altura de su estándar. Afortunadamente, allí es exactamente donde su gracia nos encuentra.

Debido a la caída, heredamos una naturaleza pecaminosa, y en este estado no hay nada que podamos hacer para ganarnos el favor de Dios. No importa qué tan arduamente lo intentemos, siempre nos quedaremos cortos (Rom. 3:23). Esto puede sonar como una mala noticia para nuestros hijos -como que están relegados por siempre a ser parte de la lista de niños malos- pero el hecho de que no podamos ganarnos el favor de Dios es, en efecto, un alivio. Nos libera de la preocupación de que no estamos haciendo lo suficiente. Romanos 5:8 nos dice que “Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” La gracia de Dios no depende de nada de lo que hagamos, “es el regalo de Dios” (Efesios 2:8).

El hecho de dar regalos es una imagen pequeña del evangelio. Es una representación en tamaño humano del mejor regalo que Dios nos pudo dar: la salvación mediante su hijo. 

Charla motivadora: es muy emocionante recibir regalos, pero no olvidemos el mejor regalo que se nos ha dado: Jesús. Dios no mandó a Jesús porque trabajamos lo suficientemente duro o pasamos un año completo siendo tan buenos como pudiéramos. Él mandó a Jesús porque nos ama mucho, y si creemos en Él y confiamos en que murió en la cruz por nuestros pecados, Dios promete que nuestras vidas serán cambiadas, y que estaremos con Él para siempre. Entonces, cuando pensemos acerca del regalo que recibimos en navidad, recordemos el mejor regalo que Dios dio.

Conversación evangelística #2: Somos llamados a dar a otros

Hay muchas maneras de dar regalos durante la temporada navideña, y en cada una de ellas está la posibilidad de enseñar a nuestros hijos por qué no deberíamos limitarnos a recibir regalos en navidad. También podemos ayudarlos a entender el llamado a dar.

Si creemos en la verdad del evangelio, tenemos la responsabilidad de responder a esa verdad con actos. Durante la última cena con sus discípulos, Jesus les dio a sus amigos un nuevo mandamiento: “que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado… De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan 13:34-35). Este llamado a amar puede tomar muchas formas, pero en esta época del año, los regalos que damos a otros pueden servir como una extensión del amor que Dios ha mostrado hacia nosotros. Y con esta generosidad, no solo vivimos en obediencia a Cristo, sino que también damos a otros una pequeña prueba de las incomparables riquezas de su gracia (Efesios 2:7).

Charla motivadora: durante la época de navidad es muy fácil pensar solo en nosotros y en todos los regalos que queremos recibir, pero Jesus nos dice que “hay más dicha en dar que en recibir” (Hechos 20:35). Como creemos en Jesús, Él nos llama a amar a otros y una manera de hacerlo esta navidad es dar con generosidad y alegría (2 Corintios 9:6-7). Hagamos una lluvia de ideas acerca de las maneras en que podemos dar a otros y oremos para que por medio de nuestros regalos, quienes los reciban tengan una mejor comprensión del amor de Dios.

Conversación evangelística #3: El contentamiento se encuentra solo en Cristo

De seguro habrá decepción esta navidad. Con frecuencia, para los niños, su gozo está empacado en esos regalos debajo del árbol, entonces cuando no reciben exactamente lo que ellos quieren, o ven a alguien con un regalo “mejor”, pueden apresurarse a responder en tristeza o autocompasión. Esto nos da una oportunidad para apuntarlos hacia la única fuente verdadera de contentamiento: Jesús.

Pablo modela este estilo de vida al final de su carta a los filipenses donde le dice a la iglesia, “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4: 11-13). Por supuesto, Pablo aquí está hablando de necesidades más fundamentales que los regalos de la lista de navidad, pero su actitud hacia sus circunstancias nos muestra lo que significa encontrar satisfacción solo en Cristo. Su contentamiento no se ve impactado por sus circunstancias o las cosas que posee porque está firmemente arraigado en la esperanza inmutable del evangelio. Esta es la fuente de su gozo.

Charla motivadora: No recibiremos cada cosa que deseamos este año para navidad, y alguien más puede recibir lo que nosotros queríamos, pero podemos escoger estar contentos. De hecho, aunque no percibamos ni un regalo, podemos encontrar una razón para estar agradecidos. Conocemos a Jesús, y conocer a Jesús es la única manera segura de estar satisfechos. Es divertido recibir regalos en navidad, pero también es importante recordar que esos regalos no deben ser la fuente de nuestro gozo.

Estas conversaciones no tienen que ser largas y sonarán diferente dependiendo de cada niño, pero qué oportunidad tenemos de dirigir a nuestros niños hacia la esperanza y el gozo de Cristo cuando hablamos sobre regalos en navidad.

Este artículo fue publicado primero en Risen Motherhood. Traducido por Laura Mesa y usado con permiso. 

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Autor

  • Molly Flinkman es escritora independiente de Iowa donde vive con su esposo, Jake, y sus cuatro hijos. Es amante de las plantas, los colores neutros, y los buenos libros; le encanta escribir acerca de cómo su fe se cruza con los aspectos más ordinarios de su vida y espera que sus palabras animen y apoyen a otras mujeres en el camino.

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