Categoría: Apologética

Mamá, ¿hay algo bueno en las cosas malas?

August 3, 2025

Llegamos a la pregunta 5 de nuestra serie “Mamá, ¿por qué Dios permite que sucedan cosas malas?” Puedes leer las primeras cuatro preguntas en estos enlaces:

¿Por qué Dios permite que sucedan cosas malas?

Si los que pecaron fueron Adán y Eva, ¿por qué cosas malas nos suceden a nosotros?

¿Por qué les pasan cosas malas a las personas buenas?

¿No sería mejor si Dios no nos hiciera libres para que nunca pudiéramos pecar?

Pregunta 5: ¿Hay algo bueno en las cosas malas?

Ya hemos visto muchas preguntas sobre las cosas malas que encontramos en nuestro mundo. Primero, descubrimos que todas las cosas malas provienen del pecado; luego vimos por qué sufrimos por la decisión de Adán y Eva de desobedecer. Después hablamos de por qué les pasan cosas malas a las personas buenas; y por último, discutimos si vale o no la pena vivir en un mundo caído teniendo la capacidad de elegir.

Después de explorar todos estos temas, esperamos que comprendas mucho mejor por qué ocurren las cosas malas. Sin embargo, quizás aún te preguntes si hay buenas noticias sobre todas las cosas malas que encontramos en nuestro mundo. La respuesta es sí. Si te has apartado del pecado y has confiado en Jesús, Dios te ha hecho dos promesas sobre todas estas cosas malas.

Dios promete usar el mal para bien

Primero, Dios ha prometido a todos los que confían en Jesús que usará todo lo malo para bien. Esto puede parecer extraño, pero es una promesa, y Dios siempre cumple sus promesas. A veces, Dios te mostrará de inmediato el bien que surge de las cosas malas. Otras veces, puede que no veas ese bien durante años. Sin embargo, ya sea que puedas ver el bien ahora o que tengas que esperar mucho tiempo, puedes confiar en la promesa de que Dios está usando las cosas malas como parte de su buen plan.

Una de las principales maneras en que Dios cumple esta promesa es usando las cosas malas de tu vida para hacerte más como Jesús. Por ejemplo, cuando alguien te dice malas palabras que te hieren, Dios puede usar esa situación para enseñarte a decir palabras amables, como lo hizo Jesús. O, cuando un ser querido enferma y fallece, Dios puede usar esa tristeza profunda para cultivar en ti un corazón compasivo. Luego, cuando alguien que conoces pasa por una situación similar, puedes acercarte a él para ofrecerle consuelo. En cada mala situación, Dios puede hacerte cada vez más como Jesús.

Dios promete su presencia

Dios no solo promete usar las cosas malas para bien, sino que también nos ha dado una promesa aún mayor. Dios nos promete que estará con nosotros cuando sucedan cosas malas. Verás, una de las partes más aterradoras cuando cosas malas pasan es que podemos sentirnos completamente solos. Pero Dios ha prometido que está especialmente cerca de quienes sufren.

Cuando Jesús vino a la tierra, le sucedieron muchísimas cosas malas. Por eso, él entiende cómo te sientes. Si te has apartado del pecado y has confiado en Jesús, el Espíritu Santo de Dios vive en ti; ahora, cuando te suceden cosas malas, tristes y aterradoras, Dios está contigo, y te enseña más sobre quién es Él a través de todas esas cosas malas.

Nunca te sentirás feliz cuando sucedan cosas malas, y no deberías. Pero, cuando pasen, puedes agradecer a Dios por su promesa de que usará estas cosas malas para bien. Y puedes saber que con cada cosa mala, puedes tener una amistad cada vez más estrecha con Dios. Además, todas estas cosas malas pueden guiarte hacia la mayor esperanza de todas: la esperanza del cielo. Eso es lo que veremos en nuestro artículo final.

Para estudiar más: Romanos 8:28, Romanos 5:1-5, Salmo 34:15-18, Santiago 1:2-4, 1 Pedro 1:6-7, Salmo 34:15-22, Isaías 53:1-6, 2 Corintios 1:3-5

Este artículo fue publicado primero en Foundation Worldview. Traducido y publicado con permiso.

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Autor

  • Elizabeth Urbanowicz es una seguidora de Jesús apasionada por equipar a los niños para que comprendan la verdad de la cosmovisión cristiana. Elizabeth tiene un B.S. en Educación Primaria de Gordon College, un M.S.Ed. en Educación de la Universidad del Norte de Illinois y una maestría en Apologética Cristiana de la Universidad de Biola. Elizabeth pasó la primera década de su carrera profesional enseñando a estudiantes de primaria en una escuela cristiana. Ahora trabaja a tiempo completo en el desarrollo de recursos de apologética y cosmovisión para niños. Su objetivo es preparar a la próxima generación para que sean pensadores críticos de por vida y, lo más importante, discípulos de Jesús de por vida.

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