Categoría: Vida cristiana

Orando la Biblia: Cuando luchas contra las dudas

October 15, 2023

[En esta serie, Orando la Biblia, estamos tomando la idea que Donald Whitney promueve de orar las Escrituras y procurando hacértelo práctico al compartirte pasajes de la Escritura, una oración modelo y algunas preguntas guiadas para ayudarte a que puedas apropiarte de ello. La oración modelo te puede servir como ejemplo, o la puedes usar como una oración para ti mismo. Mientras pruebas un poco, no te preocupes si te sientes raro o no estás seguro de qué decir. Recuerda, el poder de la oración no viene de las palabras que decimos, sino de Aquel que las escucha.]

Escritura ejemplo

Juan 20:24-28

24) Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. 

25) Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.

26) Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. 

27) Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 

28) Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!

Oración modelo

Señor, gracias por incluir esta imagen de Tomás en tu santa Palabra. Es fácil identificarse con su experiencia, y tu respuesta a sus dudas es tan reconfortante mientras yo lucho contra las mías. Había caminado y hablado con su Salvador y escuchado relatos de testigos presenciales de la resurrección de parte de sus amigos y, sin embargo, todavía dudaba. Luchó por creer en tu poder y presencia, tal como lo hago yo a veces. Lucho con la veracidad de las Escrituras, tu soberanía sobre las circunstancias difíciles por las que paso, y tu inquebrantable amor y bondad en mi vida. 

¿Ves estos sacrificios que estoy haciendo como mamá (o papá)? ¿Estás realmente cercano y atento a mis oraciones, capaz de ayudarme en el trabajo de cada día? Siento que a menudo todo depende de mí, que estás distante o indiferente hacia mis dificultades al disciplinar a mis hijos, limpiar desastres o tomar decisiones de crianza con mi esposo. Miro a otros padres, cuyos vidas parecen mucho más ordenadas, y me pregunto: “¿Dios me está reteniendo el bien?” Gracias porque, en todas estas preguntas y más, puedo expresar dudas honestas y confianza humilde a medida que te revelas a través de tu Palabra.

Te alabo por recordarme que con tu presencia viene la paz. Estuviste entre tus discípulos, incluido el incrédulo Tomás, y proclamaste el descanso que yo también anhelo tener: “Paz a vosotros”. Respondiste a las preguntas y a la incredulidad de Tomás apareciendo activamente y dejándole ver tu veracidad cara a cara. Gracias, porque en medio de mis preguntas e incredulidad, me ministras también tu presencia y verdad a través de tu santa Palabra. Al presentarte hoy mis preocupaciones y temores, aumenta mi fe. Abre mis ojos para ver cómo estás proveyendo en medio de mis responsabilidades.

Gracias, Señor, por tanta gracia y misericordia hacia los que dudamos. No reprendiste a Tomás por su incredulidad, incluso considerando todo lo que te había visto hacer en su vida, sino que con ternura lo llamaste a volver a la fe. Le ofreciste la prueba de tu resurrección y lo invitaste a verla y conocerla por sí mismo. Ayúdame también a responder a tu llamado a “no ser incrédulo, sino creyente”. Dame ojos de fe para confiar en tu Palabra y creer todas tus promesas: que sólo tú eres Dios, que tienes el control de todas las cosas y que me amas con un amor eterno.

Mientras derramo mis preguntas honestas y tú me encuentres ahí en medio de ellas, oro para que mi corazón haga eco de la alabanza de Tomás. Ayúdame a ver tu grandeza y gloria, tu poder y perfección, de nuevas maneras y a declarar con adoración: “¡Señor mío y Dios mío!” Aumenta mi gozo en ti mientras reavivas mi fe en todo lo que eres y has hecho. Que pueda seguir deleitándome en ti y testificar con valentía a otros que dudan de que tú eres real y que tú estás cerca.

Hazlo propio

Alaba a Dios: En este pasaje de las Escrituras, ¿qué cosas te dan razones para alabar a Dios y darle gracias por quién es Él y lo que está haciendo? Agradécele por algunas cosas, tanto generales como específicas, y entra a su presencia con regocijo.

Confiesa: ¿Qué cosas le tienes que decir a Dios acerca de cómo tu corazón o tus acciones pudieran (intencional o no intencionalmente) desviarse hacia la autosuficiencia o incluso la desobediencia? ¿Cómo has confiado en tu propia sabiduría o resistido a su presencia, mandamientos o cuidado?

Comparte tu corazón: ¿Qué cosas necesitas decirle al Señor que surgen de tu humilde preocupación? ¿Hay dudas que permanecen, preocupaciones que albergas, o cosas que necesitas entregar a Él?

Pide: ¿En qué área necesitas sabiduría, ayuda o gracia? Cuéntale al Señor dónde sientes tu debilidad y qué necesitas específicamente, dejando que Él tenga la última y perfecta palabra en cómo esas necesidades son suplidas y esas oraciones contestadas.

Este material fue preparado y publicado originalmente por el equipo de Risen Motherhood. Traducido, adaptado y publicado con permiso. 

Compartir:

Autor

  • Annie VanderHeiden sirve como Editora en Risen Motherhood y su hogar está en el hermoso área del noreste pacífico de Estados Unidos. Ella orgullosamente abraza el clima lluvioso, el café artesano, y caminatas en la playa junto a su esposo, su pequeña bebé y su perro goldendoodle. Puedes conectarte con ella en Instagram.

    View all posts

Publicaciones relacionadas

La crianza requiere de un pueblo entero

La crianza requiere de un pueblo entero

Puedo contar con una mano los acontecimientos que cambiaron la trayectoria de mi vida. En cada uno de esos eventos vi claramente a la Iglesia siendo las manos y los pies de Jesús. Este momento en particular me lanzó a la maternidad. En tan solo diez minutos pasé de...

Misericordia para madres en depresión

Misericordia para madres en depresión

Nota del editor: Este artículo es el primero de dos artículos sobre la depresión en la maternidad por la autora Christine Chappell. Christine ha publicado recientemente un libro llamado Misericordia en la Oscuridad por medio de la editorial Portavoz. Si sufres de...