¡Estamos comenzando una nueva serie! “Familias fundamentadas en la Palabra”. En esta conversación, Paty nos ayuda a recordar lo indispensable que es ser padres y madres que atesoramos, leemos, y estudiamos la Palabra en nuestras vidas personales. Sólo así podremos tener mentes y corazones llenos de esa Palabra para compartirla de manera oportuna con nuestros hijos. ¡Únete a la conversación!
Recursos:
Audio: Cómo Estudiar la Escritura
Estudiar la Biblia no es solo para hombres
Libro: Mujer de la Palabra
Transcripción:
Si somos padres cristianos tenemos una idea, por lo menos una idea muy vaga, de que la Biblia es importante. Sabemos que de alguna manera debemos tomarla en cuenta en nuestra vida diaria y en nuestra crianza, pero hay tantas otras fuentes de información e instrucción sobre la crianza, y hay tantas distracciones en nuestras vidas diarias y el ajetreo que vivimos, que muchas veces no estamos integrando la Palabra a la vida como deberíamos y a fin de cuentas nuestros hijos están pagando el precio. Así que porque yo creo que este tema es sumamente importante he invitado a una amiga especial para hablar sobre la importancia de la Palabra como fundamento de nuestras vidas como padres. Es un privilegio para mi tener a Patricia de Namnún aquí en Crianza Reverente, ella es una persona que muchos conocemos como una que ama, atesora y conoce la Palabra.
Susi: Bienvenida Paty, gracias por acompañarnos.
Paty: Hola, hola, gracias a ti, el privilegio es mío de estar aquí contigo, bueno y con todos los que escuchan este Podcast que es de tanta edificación para muchas.
Susi: Gracias Paty, me gustaría poder presentarte bien, pero yo no creo que lo haría adecuadamente, porque me imagino que hay muchas cosas que no conozco acerca de ti; sabemos que colaboras en Coalición por el Evangelio en tu Iglesia que conocemos como la IBI. ¿Podrías presentarte para conocerte a ti y a tu familia un poco mejor?
Paty: Bueno, claro, además de eso que acabas de mencionar, bueno ya dijiste mi nombre Patricia Namnún, estoy casada, tengo unos 11 años de casada; mi esposo es Jairo Namnún, trabajamos juntos en el ministerio de Coalición por el Evangelio y ahí yo sirvo en todo lo que tiene que ver con recursos para mujeres. Juntos también tenemos 3 chicos que son Ezequiel, Isaac y María Ester; Ezequiel tiene 6 años, Isaac tiene 5 y María Ester tiene 4, así uno detrás de otro. O sea ya el que escucha sabe que mi casa es dinamita, actividad continua, constante sin parar, pero si, son regalos de Dios para nuestras vidas que vinieron a nosotros a través de la adopción. El Señor nos bendijo con esos chicos y ha sido una gran aventura el poder ser padres. Soy parte de la Iglesia Bautista Internacional y ahí sirvo en el ministerio de mujeres y me gusta mucho el área de discipulado, trabajar con mujeres y estudiar juntas las Escrituras. Tengo tres perros también, además de los hijos, si mi casa está llena, múltiplos de tres, tres niños, tres perros y así, eso es un poco de mí.
Susi: ¿Y recientemente abriste un canal de YouTube?
Paty: Y recientemente abrí un canal de YouTube, si, está como Paty Namnún, y nada, la idea es proveer ahí recursos que puedan servir para ministrar y hablar a las vidas de las mujeres que lo escuchan.
Susi: Si, para mí ya han sido de bendición los videos que he podido ver, entonces gracias por tomar el tiempo para hacer este tipo de cosas para ayudar a las mujeres hoy en día. Y para mí, en lo personal, siempre me anima cuando yo veo a una mujer que valora la Palabra y especialmente que valora la Palabra tanto que la considera digna de ser estudiada y de diligentemente enseñarla; y eso es lo que yo observo en tu vida Paty, creo que para ti en lo personal primero la Palabra debe tener una prioridad alta. ¿Puedes contarnos como es que tú llegaste a tener esa perspectiva?
Paty: Bueno, déjame decirte estoy en proceso, en camino, yo creo que no hemos llegado todavía.
Susi: Todos lo estamos.
Paty: Exacto, a tener esa perspectiva completamente en su lugar, pero yo entiendo que lo primero, y es algo que pasó en mi vida también, es poder entender de qué se trata las Escrituras. Porque cuando yo entiendo que el propósito de la Palabra de Dios es mostrarme a Cristo y apuntar a Cristo, y cuando entonces yo sé que Cristo es mi tesoro y Cristo es lo más grande de mi alma, entonces yo sé que la Palabra es ese instrumento por el cual yo le voy a conocer y ese es instrumento de transformación para mi vida también. Entonces es poder entender la necesidad que yo tengo de las Escrituras, la necesidad que yo tengo de conocer a Cristo para mi vida como creyente también.
Susi: Si, ¿Hubo algún proceso en tu vida en el que tú te diste cuenta de lo que se requiere para que alguien realmente sea una persona de la Palabra?
Paty: Yo creo que, algo que yo vi mucho en mi vida fue la necesidad de poder pasar tiempo en las Escrituras, porque yo no puedo llegar a ser una persona de la Palabra si yo no paso tiempo en la Palabra, tiempo personal, tiempo de estudio de las Escrituras. Entonces en la medida en la que yo iba estudiando más la Palabra yo me daba cuenta de cómo yo iba creciendo, no solamente en conocimiento, sino también en transformación de mi vida, transformación de mi mente, transformación de mi corazón. Pero para ser alguien de la Palabra hay que estar en la Palabra y a su vez también me daba cuenta de los efectos en mi vida misma cuando yo no estaba en la Palabra, cuando quizá la había descuidado, cuando quizá había dejado de pasar tiempo en ella. Yo creo que esa es la parte esencial de ser alguien que esté en la Palabra, es poder pasar tiempo en las Escrituras.
Susi: Si, estoy totalmente de acuerdo, creo que es una convicción incluso que Dios nos da, como un deseo, una carga que Dios nos da de saber que necesitamos desesperadamente esa Palabra.
Paty: Y tú sabes Susan que no es solamente el hecho de: “bueno, yo pasé tiempo, yo la leí…”, porque muchas veces nos sucede, yo sé que te ha pasado, me ha pasado a mí, que yo voy a Palabra, voy a las Escrituras y bueno terminé, leí y es como un compromiso que llené y cumplí con eso. Pero al final ni siquiera recuerdo qué fue lo que leí, de qué se trataba. No vuelvo a pensar en eso durante el día y entonces pienso qué bueno, ya cumplí con mi deber cristiano de ir a las Escrituras. Pero estar en la Palabra y ser alguien de la Palabra, yo creo que es mucho más que eso. Es como una inversión de mi mente, una inversión de mi corazón, donde yo no solamente leo por compromiso, sino que yo busco intencionalmente poder profundizar en las Escrituras y como la misma Palabra me llama, poder manejarla con precisión.
Susi: Amen, estoy de acuerdo, y ahora pensando, creo que dijiste que tu hijo mayor tiene 6 años, ¿tienes 6 años de ser mamá, 5 o 6 años?
Paty: No, no tengo 6 años de ser mamá porque como mis hijos llegaron por adopción, ya ellos llegaron un poco más grandes, entonces yo tengo dos años y medio en la labor de la maternidad.
Susi: Oh, wow, muy bien. Wow ¡qué cambios!
Paty: Un cambio total y radical.
Susi: Entonces ahora, ahora que ya llevas un poco de tiempo como mamá e incluso la forma en que llegaron de grandes, para transformar tu vida tan completamente, como madre, ¿qué importancia crees que ha tenido para tu maternidad el atesorar la Palabra y hacer la Palabra una prioridad?
Paty: Huy, ¡totalmente!, es increíble, yo me he dado cuenta qué tanto yo necesito de la Palabra y de la comunión con el Señor para yo poder ser una buena madre, para yo poder cumplir con el rol y el llamado que el Señor me ha dado como mamá. Yo lo puedo ver aun en mi día a día, en mi vida práctica, cuando yo estoy lejos del Señor y yo trato de hacer mi labor como mamá en mis propias fuerzas, yo veo la diferencia, y la respuesta de mi corazón no es agradable en lo absoluto. Es un corazón que reacciona a mis hijos de formas en las que no debería hacerlo, es un corazón que está quizá lleno de impaciencia, lleno de enojo, porque estoy despegada de la fuente de vida para mí.
Yo creo que como mamá algo que me ha ayudado mucho a mi es poder recordar que antes de ser mamá yo soy una creyente, y como creyente yo necesito las Escrituras. La Palabra es la que me va a transformar en todas las áreas de mi vida, y eso incluye mi labor como mamá, eso incluye lo que es la maternidad también. Jesús mismo dijo: “santifícalos en tu verdad, tu Palabra es la verdad”; entonces yo no voy a tener santificación, y yo no voy a ser una mejor mamá como yo quisiera, si yo estoy apartada de las Escrituras.
Esto es algo que yo he podido ver que en el rol que Dios me ha dado, yo necesito la Palabra, la Palabra es una necesidad para mi vida, si yo quiero ser, si yo quero honrar al Señor en esta labor que Él ha puesto en mis manos.
Susi: Y por ejemplo en tu matrimonio, como esposo y esposa ahora, quizás antes de tener hijos la prioridad de la Palabra, pero también ahora que tienen hijos, ¿qué han visto como matrimonio sobre la importancia de la Palabra?
Paty: No, yo pienso que igual también, o sea, aún como matrimonio, cuando los hijos llegan el matrimonio necesita fortalecerse y es esa labor de equipo. Uno tiene que unirse aún más como pareja definitivamente, para uno poder hacer bien su papel y su labor de padre. Pero es igual, o sea, como matrimonio nosotros necesitamos saber que requerimos de la oración, que requerimos de tiempo de comunión, de intimidad con el Señor a través de su Palabra, para nosotros poder cumplir nuestro rol como matrimonio, porque obviamente el matrimonio y la relación de pareja es esencial y va a tener una gran influencia en lo que es la crianza.
Entonces nosotros sabemos y tratamos de recordar continuamente nuestra necesidad de las Escrituras, de pasar tiempo en ella y de responder en obediencia a ella, porque la Palabra requiere obediencia y no me sirve de nada conocer, conocer, conocer, si al final no respondo en obediencia a la Palabra. La Palabra es lo que nos muestra nuestras áreas de pecado que yo la veo quizá en mi matrimonio, que la veo en mi rol como mamá también y mi trabajo es poder responder en obediencia y sumisión a las Escrituras. La Palabra juega un papel trascendental en cada uno de nuestros roles definitivamente como creyentes.
Susi: Pensando a largo plazo, creo que a los papás nos gusta pensar en el futuro y pensar que estamos preparando a nuestros hijos bien para el futuro, ¿no? O sea, su educación, su salud, etc. Entonces, pensando así, ¿qué impacto podemos pensar que va a tener sobre las vidas de nuestros hijos en un futuro si nosotros hoy en día hacemos de la Palabra prioridad? ¿Cuáles van a ser las ventajas para ellos en el futuro?
Paty: Que bueno que tú haces esa pregunta porque me parece que es algo súper importante. Ahora mismo mis hijos son pequeños y yo puedo ver mucho en ellos, como ellos están todo el tiempo buscando imitarnos a nosotros. Mi niña por ejemplo lo hace conmigo. Ella me imita en todo lo que yo hago, la manera de hablar, es una cosa increíble, Es como que yo tengo un pequeño espejo que me muestra quien yo soy en mi hija. Ella está todo el tiempo mirando lo que hago, imitando lo que hago, y mis prioridades se convierten en prioridades para ella de alguna manera.
Entonces yo creo que para que mis hijos puedan entender que la Palabra es una prioridad, para que lo entiendan ahora y para que lo entiendan en un futuro, ellos necesitan ver eso en mí como mamá. Ellos necesitan ver que para mí la Palabra es una prioridad y la manera en la que ellos ven eso es cuando yo estudio su Palabra. Ellos me ven haciéndole uso, cuando yo uso la Palabra para hablarles, para instruirles, cuando yo estoy todo el tiempo apuntando a las Escrituras en la vida diaria, aún en momentos de juego, todo eso va creando en los hijos esa conciencia de que la Palabra es el punto de referencia de la vida de mis padres, y si es el punto de referencia de la vida de mis padres, entonces es importante lo que ellos están diciendo. No solamente de mis palabras, sino también de mi accionar.
Ellos deben ver la Palabra en mi vida también y ellos deben ver que las cosas que yo les estoy enseñando a ellos, que las cosas que yo les instruyo a ellos de las Escrituras son cosas que yo misma estoy viviendo. Son cosas que yo misma estoy buscando obedecer y agradar al Señor en esas áreas. Uno va haciendo esta labor de siembra y con todo eso quizás, cuando uno tiene niños pequeños, bueno tus hijos son ya quizá más grandes, son adolescentes, tú puedes ver un poquito más de los frutos, pero con niños pequeños es una labor de sembrar, donde uno va sembrando y su mentecita Dios va trabajando en ellos.
Dios va moldeando su mente, su corazón, y yo sé que en un futuro ellos van a recordar todo esto y para ellos va a ser determinante lo que ellos vieron en mí como mamá con relación a la Palabra, y lo que yo le modelé a ellos con relación a la Palabra. Los niños están imitando todo el tiempo, yo decido qué es lo que ellos van a imitar de mí, eso es algo que Dios ha puesto en mis manos realmente.
Susi: Sí, tú tienes razón cuando dices que yo ya puedo empezar a ver, especialmente en mis hijos que tienen 16 y 17 años, empiezo a ver obviamente algo del fruto. También empiezo a ver dónde pude haberlo hecho mejor, siempre yo creo que va a existir eso. Pero lo que estoy viendo y todavía falta más tiempo para el que tiene 13 años, él está como en medio, estoy viendo el impacto que tiene sobre sus mentes, sus reacciones, su manera de enfrentar la vida, las situaciones de la vida. Como hemos siempre intentado guiarles a la Palabra, y claro que no lo hemos hecho de manera perfecta, yo empiezo a ver que a veces esa es su reacción, entonces vienen a preguntar: “¿hay un versículo de la Biblia que trate tal tema?” Y uno dice: “¿Pues, por qué?” “No, es que mi amigo dijo esto y quiero enseñarle algo de la Biblia pero no estoy seguro”, y eso entonces causa como una conversación muy buena con mi hijo o con mi hija.
Pero también eso me llama la atención porque ellos están yendo a la Palabra; claro que no siempre, pero empiezo a ver un poquito de eso, y eso es lo que yo creo que queremos lograr, que uno de los impactos que va a tener cuando ellos nos ven en la Palabra, es que ellos van a decir: “bueno, pues es un buen lugar para recurrir”.
Paty: Claro, y tú sabes que pienso que es importante que recordemos que lo que yo les enseñe a mis hijos con mis palabras debe hacer eco con mis acciones, porque yo puedo tener un efecto completamente diferente en mis hijos. Yo pudiera estarles enseñando continuamente las Escrituras, pero teniendo un estilo de vida y una manera de vivir completamente despegada a la Biblia. ¿Y yo qué voy a causar en mis hijos? Lo que voy a causar en ellos es: “Ese Dios que ella cree, esa Biblia que ella está enseñando yo no la quiero”. ¿Por qué? Porque lo que yo estoy viendo en mi mamá es una cosa completamente diferente; lo que yo estoy viendo en ella, sus acciones, su manera de hablar, su trato para conmigo, siendo el hijo pensando de esta manera. Y cuando mi vida no hace eco con mi enseñanza, entonces yo puedo estar en un terreno peligroso por cómo mis hijos tomen y reciban lo que yo estoy tratando de enseñarles.
Entonces, el modelar la Palabra no es solamente que ellos me vean estudiándola, aunque eso es súper importante; no es solamente que yo la estudie con ellos, aunque eso es vital; es que también ellos vean que lo que yo les enseño que dice la Biblia yo también estoy tratando de vivirla. Obviamente somos madres pecadoras, somos padres pecadores que vamos a fallar, que nos vamos a equivocar, pero ellos también tienen que ver que nosotros reconocemos que tenemos faltas y pecados y que tratamos de llevar esos pecados delante del Señor, para que Dios haga su obra en nosotros. Todas estas cosas nuestros hijos deben verlas y van a tener un impacto increíble en sus vidas ahora y en el futuro también.
Susi: Así es, estoy totalmente de acuerdo, la obediencia de los padres en el hogar valida.
Paty: Si claro, esa es como la idea.
Susi: Revalida el mensaje.
Paty: Respalda, respalda el mensaje.
Susi: Si, confirma. Entonces cuando ven una diferencia entre lo que decimos y hacemos, eso es muy destructivo en las vidas cristianas de nuestros hijos. Yo estaba pensando también, hay ventajas prácticas que nuestros hijos van a poder vivir. Mi esposo y yo lo hemos vivido porque fuimos criados en hogares donde la Palabra era central, entonces nosotros vemos en nuestras vidas hábitos de sabiduría que nuestros padres nos inculcaron. Como los Proverbios, por ejemplo, se leían varias veces a la semana, conocimos la sabiduría que Salomón ofrece en los proverbios, cosas así. O sea, hay tantas ventajas, incluso prácticas, que vamos a poder ver en la vida de nuestros hijos, pero creo que la ventaja principal es la espiritual ¿verdad?, es criar hijos que van a atesorar la Palabra por que vieron a sus padres atesorarla y obedecerla.
Paty: Y tú sabes, con eso que tú dices ahora, también yo necesito tener en cuenta, por ejemplo, en mi caso, yo sé que mis hijos no son creyentes. Yo los instruyo en la Palabra y nosotros tratamos de integrar la Palabra a nuestra vida y usarla para enseñarles y demás. Pero yo sé que ellos no son cristianos; pero yo también sé que la Biblia misma dice sobre ella, que ella contiene la sabiduría que puede llevarnos a la salvación. Entonces eso es algo que como madre necesitamos recordar, recordar que yo no estoy demandando que mis hijos ahora se comporten como creyentes, porque ellos no pueden hacer lo que ellos no son. Pero cuando yo los estoy instruyendo en la Palabra, yo lo hago apuntando a Cristo, apuntando al glorioso Evangelio que sus almas necesitan y yo lo hago confiada en que su Palabra genuinamente tiene poder, que su Palabra tiene la sabiduría que puede abrir sus ojos, el Señor, y traerlos a la salvación. Entonces lo hacemos ¿verdad? en ese sentido, yo creo es importante que recordemos eso también.
Susi: Ay sí, sí, ese es un punto tan importante y eso es un alivio para los padres, yo no sé de ti Paty pero ya teniendo casi 18 años como mamá, recuerdo un momento cuando yo entendí que un versículo como Filipenses 1:6 que dice: “el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”, cuando yo primero apliqué eso a mis hijos yo dije: “es que Dios hizo la obra en mí”, Él es el que lo va hacer en ellos, entonces yo no voy a salvar a mis hijos, Él lo va a hacer. Y eso es un descanso. A mí me toca mi parte, pero puedo confiar en el poder de la Palabra en sus vidas y eso es tan importante.
Ya está corriendo el tiempo, así que quizá podemos terminar con algunas sugerencias prácticas, no sé, tú tienes niños más pequeños, entonces, ¿hay algunas sugerencias prácticas, especialmente para mamás, pero también quizás para familias, para que poco a poco empiecen a priorizar la Palabra?
Paty: Bueno, yo creo que para que se logre esto en los hijos hay varias cosas que quizá se pueden hacer. Lo primero es que, como ya hemos mencionado, tus hijos deben darse cuenta de que la Palabra es una prioridad para ti y la forma en que se dan cuenta de eso es cuando te ven a ti pasando tiempo en las Escrituras. Nosotras necesitamos tiempo apartadas, pero también es bueno que nuestros hijos nos vean estudiando y leyendo la Palabra, porque eso los anima y los motiva a ellos a querer hacerlo también. Yo creo que esa es una. Otra es pasar tiempo junto con ellos como familia en las Escrituras de acuerdo a la edad. Cada mamá tiene hijos de diferentes edades y lo que tú haces con tus hijos quizá yo no lo pueda hacer con los míos, pero la idea es adaptar a sus edades el tiempo en la Palabra. Que ellos vean que para nosotros como familia eso es una prioridad y lo ven cuando nosotros decidimos hacerlo y estudiarlo juntos.
Algo como mamá de niños pequeños que yo pienso que es muy bueno, es poder integrar las Escrituras a su vida practica también. Ellos ven la prioridad de la Palabra cuando yo la incluyo en cada momento, cuando mi instrucción yo no la baso en lo que mami piensa y en lo que mami siente, sino “la Biblia dice y enseña esto”. Cuando hay alguna situación, aún en medio de juego con los niños, yo puedo usar la Palabra en diferentes áreas, o cuando yo veo su pecado salir en algún momento. Es eso, que nosotros estemos usando la Palabra continuamente con ellos una y otra vez, y de esa manera se va quedando en sus mentes y en sus corazones, y al final Dios hace la obra que Él quiera hacer en la vida de nuestros hijos. Como tú bien decías, es el Señor el que da los frutos y no nosotras, nosotras hacemos nuestro trabajo de poner esa semillita ahí pero al final Dios decide qué va a hacer con eso.
Susi: ¿Y que le dirías a una mamá que quizá no tiene trasfondo en la Palabra, y ella desea pero se siente como perdida? Ella dice, ¿cómo yo voy a dirigir a mis hijos hacia la Palabra cuando yo no la entiendo?”
Paty: Claro, bueno yo le diría que comience a estudiar las Escrituras, poco a poco, a su tiempo, a su ritmo, pero que comience a profundizar en ella. En la medida en la que ella vaya creciendo en la Palabra pues ella va a poder ir nutriendo a sus hijos en la misma Escritura. Aún algo que puede ser chistoso, pero es cierto, hay una Biblia de niños que se llama “La gran Historia”, que muestra diferentes historias básicas de las Escrituras pero contadas de una manera clara y que apuntan a Cristo, y le sirve aún hasta a adultos para conocer esa gran historia del Evangelio. En la medida que tú como mamá quizás estás ahí y vas estudiando de esta manera con tus hijos, tú misma vas aprendiendo y tú misma vas creciendo.
Yo te diría también que descanses en la gracia disponible para ti de parte del Señor, porque el Señor nos da la gracia para cuando no sabemos, para cuando no podemos, para cuando lo hemos hecho mal, para cuando lo hemos hecho bien, es su gracia que está ahí disponible, y yo puedo abrazarla y depender de ella. Pero no te quedes ahí, busca la manera de crecer, busca la manera de conocer, busca la manera de ir profundizando poco a poco y tú vas a poder ir dando a tus hijos de aquello que tú vas recibiendo de las Escrituras.
Susi: Amen. Sí, porque no es cuestión de niveles, no estamos intentando subir niveles, ¿verdad? Estamos intentando buscar y atesorar a Cristo y a Dios, y eso es lo que nuestros hijos necesitan ver. Bueno, muchas gracias, Paty.
Paty: Gracias a ti.
Susi: De verdad has ministrado a mi alma y creo también a muchos, y gracias por ejemplificar también en tu vida un amor por la Palabra, eso nos anima a los demás a seguir adelante.
Paty: Amén, amén, gracias a ti; de verdad para mí es un privilegio estar aquí y haber compartido esto contigo, que es para mi vida también.
Susi: Sí, siempre nos ayuda ¿verdad?, el contestar preguntas nos ayuda a recordar y darle gracias al Señor por lo que está haciendo también en nosotras.
Paty: Amén, amén.
Susi: Bueno, para despedirnos quiero reiterar, como lo hemos hecho en varias ocasiones, que Crianza Reverente nació de un deseo de ver la Palabra creída y obedecida en hogares cristianos, creemos que la Biblia contiene todo lo necesario para una crianza que honra a Dios y para un hogar que adora a Dios diariamente. Entonces lo que hemos querido hacer es recordarte y animarte a que hagas de la Palabra un tesoro en tu corazón y en tu hogar, para que tus hijos tengan ese legado que tú puedes dejarles. Entonces esta semana como siempre te retamos a que te evalúes. ¿Cuánto realmente atesoras y confías en la Palabra? Esto es un asunto clave en la crianza de nuestros hijos. Que Dios te de hambre de su verdad esta semana. Gracias por acompañarnos.