Categoría: Padres fieles

Episodio #63: Descanso para padres abrumados con Sarah Jerez

0
diciembre 1, 2020

Trabajo, compromisos familiares, bebés que lloran en la noche, niños de varias edades estudiando en casa, casa que limpiar y comida que preparar, servicio en la iglesia que realizar… ¿quién tiene tiempo para descansar? El descanso es para los débiles, ¿no? No dejes de escuchar esta conversación con Sarah Jerez sobre un tema poco hablado pero muy necesario. Exploramos la perspectiva bíblica del descanso para padres que tanto lo necesitan.

Baja la guía de estudio:

Guía de estudio Capítulo 13 Descanso

Guía de estudio Parte B (cap. 8-14)

Guía de estudio completa

Preguntas de la guía Capítulo 13: Descanso

Principio: Solo descansar en la presencia y la gracia de Dios te convertirá en un padre alegre y paciente.

  1. Comienza esta unidad con una autoevaluación: ¿se te dificulta ser alegre y paciente en la crianza? ¿Sientes en ocasiones temor de tener que criar un día más a tus hijos? Si es así, anota qué tipos de situaciones más frecuentemente te quitan tu gozo, y a qué crees que se debe.
  2. ¿Cuántas veces en el día piensas en Dios en relación con tu crianza? Intenta hacer un estimado.¿En qué tipo de situaciones es más probable que pienses en Dios, y en cuáles es menos probable? (p. ej.: Es más probable que piense en Dios cuando cada 5 minutos estoy separando a mis hijos porque se están peleando, o es menos probable que piense en Dios cuando veo a mis hijos jugando bien sin pelear). Toma el tiempo para evaluar bien tu tendencia para poder empezar a tomar en cuenta a Dios en más situaciones.
  3. El autor dice que algunos de los mejores pasajes bíblicos sobre la crianza no mencionan la crianza. La Biblia funciona así: cada pasaje te dice algo sobre Dios, sobre ti, el desastre del pecado, la vida en este mundo caído, lo que Dios te llama a hacer, y algo sobre cómo funciona la gracia. Lee el Salmo 23 y escribe cómo ves estas realidades ahí. En el Salmo 23, ¿qué ves acerca de…?:
    Dios:
    Tú y/o tus hijos:
    El pecado:
    La vida en el mundo caído:
    Lo que Dios nos llama a hacer:
    Cómo funciona la gracia:
    ¿Qué aplicaciones puedo hacer a mi rol como padre o madre, o a mi crianza?
  4. Ahora escoge otro pasaje (corto) de la Biblia que no menciona la crianza, pero que te ha sido de bendición en ocasiones pasadas, y haz el mismo ejercicio. Prepárate para compartirlo con tu grupo. Pasaje: _________________ En este pasaje, ¿qué ves acerca de…?:
    Dios:
    Tú y/o tus hijos:
    El pecado:
    La vida en el mundo caído:
    Lo que Dios nos llama a hacer:
    Cómo funciona la gracia:
    ¿Qué aplicaciones puedo hacer a mi rol como padre o madre, o a mi crianza?
  5. “La gran comisión sintetiza (resume o simplifica) tu llamado como padre, y las promesas que contiene te recuerdan dónde puedes encontrar ayuda y esperanza” (p. 185). Lee Mateo 28:18-20 y contesta las siguientes preguntas:
    1. Según vs. 18, ¿bajo qué se debe buscar cumplir la comisión expresada en vs. 19-20?
    2. ¿Cómo puedes resumir tu misión como padre o madre según vs. 19? Hacer ______________.
    3. Según la primera parte de vs. 20, ¿cuál es la actividad principal que emprenderás para poder cumplir esta misión?
    4. ¿Cuál es la promesa de Jesús en vs. 20 que te invita a descansar?
    5. Escribe estos 3 versículos en una paráfrasis usando tus propias palabras para aplicarlo directamente al contexto de la crianza.
  6. “La buena, piadosa y transformadora crianza florece mejor en el campo de un corazón en reposo”. Padre o madre, ¿está tu corazón en reposo? ¿Está la crianza de tus hijos siendo fortalecida por la confianza? ¿O la preocupación acecha tu corazón? (p. 189).

 

  1. Enumera por lo menos 3 razones bíblicas que tengas para descansar. Medita sobre ellas, levantando una oración de agradecimiento al Señor y pidiendo su sabiduría prometida.

TRANSCRIPCIÓN

Resumen:

Estamos muy cerca del final de nuestro estudio basado en el libro “La Crianza de los Hijos”. El capítulo 13 se titula “descanso”, y creo que es un capítulo clave al ir terminando este estudio.

Muchos padres no sabemos qué hacer con nuestra impaciencia e ira. Queremos ser instrumentos de Dios en la vida de nuestros hijos, pero seguimos exhaustos, desanimados y derrotados. Pero ¡hay buenas noticias! Dios nunca te pide que ignores o niegues tus luchas, ni el pecado de tus hijos. Te pide enfrentar humildemente la realidad recordando la gloria del que te ha enviado. Cuando le recuerdas a Él, le enseñas a tu corazón a descansar. Dios no nos llama a hacer lo imposible solos.

En este capítulo el autor nos está llamando a los padres a experimentar un verdadero descanso en el Señor mientras al mismo tiempo estemos cumpliendo el llamado que Él nos ha extendido. Tripp nos recuerda que para conocer a Dios y descansar en Él, tenemos que usar bien su Palabra. Basándose en el pasaje de la Gran Comisión, Mateo 28:18-20, él extrae varias realidades que nos ayudan a descansar y trabajar.

Antes de mencionar estas realidades, quiero destacar una observación que Tripp hace en este capítulo que es sumamente importante para la relación que los padres tenemos con la Palabra de Dios en el contexto de la crianza. Cuando introduce Mateo 28, la gran comisión, como el mejor pasaje sobre la crianza en toda la Biblia, está comunicando algo crucial. Toda la Biblia equipa a los padres para la crianza. Toda la Biblia equipa al creyente para la vida. ¿Cómo lo hace? Nos ubica en la realidad de la historia de la redención, de la cual hemos sido hechos partícipes. Entonces, cada parte de la Biblia nos enseña quién es Dios, quienes somos nosotros y nuestros hijos, qué es y qué impacto tiene el pecado, y a qué Dios nos llama. ¡Es así de sencillo! Podemos descansar en que, en la Palabra, tenemos todo lo necesario, y debemos meditar en ella constantemente.

Del pasaje de Mateo 28, Tripp nos apunta en especial a las dos promesas que están ahí. Jesús comienza diciendo que toda autoridad le es dada, y termina prometiendo estar con nosotros siempre. Estas dos promesas de Jesús nos dan todo para cumplir esa gran comisión que estamos llamados a cumplir en la crianza. Podemos descansar en la provisión de Dios al darnos una comisión, y al darnos todo lo necesario.

Voy a mencionar las verdades que Tripp ha extraído de este pasaje, y te animo a bajar la guía de estudio para este capítulo porque ahí vas a profundizar en esta idea de utilizar pasajes bíblicos que no hablan directamente de la crianza para tener fuerza en tu debilidad en la crianza.

La gran comisión sintetiza tu llamado como padre y las promesas de Jesús, y te recuerda en dónde puedes encontrar ayuda y esperanza. Te dice que no serás castigado por tus fracasos. Puedes descansar en el consuelo del perdón de Dios y seguir adelante. Te dice que eres bienvenida por la gracia a un nuevo comienzo, dejando el pasado atrás. No estás abandonado a tus recursos limitados. Tienes disponible la sabiduría y el poder que Él te ofrece. Específicamente, Dios te bendice con la sabiduría de su Palabra ahora mismo. De hecho, enseñar a tus hijos a pensar de una forma bíblica es una gran parte de tu tarea, y la Palabra misma te da la sabiduría para hacerlo.

Tú no tienes que llevar el peso de la lucha de tus hijos sobre tus hombros. Tú no eres quien librará a tus hijos de esa lucha. Puedes descansar en el que sí puede. Dios nunca cerrará sus oídos cuando clamas a Él por ayuda. Reconoce que tu debilidad no es una maldición, sino una bendición, te llevará a clamar a Él y recibir su ayuda y descanso. Y, por último, el pasaje de la gran comisión nos enseña que es la fidelidad la que determina nuestro éxito como padres, no los resultados. Dios da los resultados. Nosotros solo estamos llamados a ser fieles, y aún ahí, Dios nos habilita por su gracia para poder ser fieles.

Conversación:

Susi: Cuando pensé en el tema del descanso, que es el título de este capítulo que estamos estudiando (el capítulo 13), inmediatamente pensé en alguien que ha estado aprendiendo mucho sobre este tema y ha estado compartiendo también un poco en redes sociales de lo que Dios le está enseñando. Aunque tú quizás la conozcas también por su música, estamos muy contentos de que Sarah Jerez está aquí con nosotros el día de hoy. Gracias, Sarah, por estar dispuesta a acompañarnos una vez más en Crianza Reverente. ¡Bienvenida!

Sarah: ¡Hola! Gracias por tenerme aquí—un privilegio otra vez de estar aquí, un gozo para mí.

Susi: Sarah, sabemos que, como personas y seres humanos, antes de ser padres, somos creyentes, somos hijos de Dios. Entonces en general, en nuestra relación con Dios, ¿qué tan importante es el descanso y porque es algo tan elusivo hoy en día?

Sarah: Sí, buena pregunta. A mí me encanta como dice el autor Paul Tripp. Él dice que cuando nosotros estamos criando, Él nos está criando a nosotros, y a mí me encanta esa idea de que Él es nuestro Padre criándonos mientras estamos criando. Aprendemos tanto de Él y vemos como Él nos tiene que moldear también de diferentes maneras y lo hace también a través de este tema del descanso. Creo que pasa que nosotros vemos el descanso como algo que hacemos cuando ya estamos exhaustos, como que “tengo que descansar, ya no puedo más”. Pero Dios nos modeló el descanso antes de la caída; Dios no estaba cansado cuando descansó al séptimo día.

Él modeló desde el principio un ritmo para su creación con día y noche. Dice que creó las estaciones, todo eso aún antes de la caída, así que es algo que creo que significa que necesitamos el descanso para nuestro cuerpo, alma, mente, corazón. Es como si Él nos da un día de “resetearnos”, desenfocarnos para profundizar en nuestra relación con Él y con los demás; lo hizo para nuestro bien, pero aún más, el descanso no es algo solo físico para un día, sino que es un estado de nuestro corazón. Creo que aún más allá, es depender y confiar; es el estado a nivel de nuestro corazón y alma, vivir una vida de dependencia y confianza en vez de vivir una vida basada en mi propio esfuerzo.

Creo que es tan alusivo hoy precisamente por el pecado. Obviamente después del pecado entró el dolor, la dificultad en el trabajo, en la crianza, temor, control, deseo de control, y todo esto pelea contra nuestra habilidad a descansar en Dios y de verdad que vivimos en una época donde hay como una plaga de ansiedad y depresión. En todas partes yo escucho de personas luchando con eso, algo con el que yo también he luchado, y es que vivimos como en un estado de hiper productividad. Siento que estamos viviendo como nuestro propio Babel, que en el caso de ellos era construyendo un edificio, pero para nosotros yo creo que ha sido que nuestra sociedad ha buscado eliminar los ritmos y los límites que Dios mismo ha puesto sobre su creación. Lo ha hecho con la electricidad, con el internet, nos quita los límites de distancia, de horario, porque ahora puedo seguir trabajando hasta tarde en la noche.

Ahora no cultivamos la tierra sólo cuando toca en la época, porque tenemos tecnología que nos ayuda a cultivar comida y demás, aún fuera de tiempo, pero hemos visto malos resultados de eso. Son cosas que han sido bendiciones, por un lado, pero están como si fuera peleando, yendo en contra de los límites que Dios ha puesto para nuestro bien. Creo que es ahí que hemos fallado de darnos cuenta de que es Dios trabajando para nuestro bien.

No es algo malo, pero también descanso no es de vacaciones. A veces la gente ve el descanso como, “ay, finalmente voy a descansar, me voy de vacaciones una semana”. Las vacaciones son muy buenas, pero lo veo más como una “curita”; tratamos de arreglar algo en esa semana. Pero realmente el descanso es un hábito, es un ritmo de vida, y como dije, más aún, un estado de corazón. Me encanta como dice Tripp en el libro, “reconoce y recuerda constantemente quién es Dios”. No soy yo quien es rey o Señor sobre mi vida, sobre mis hijos, sobre todo el universo; es ese recordar constante que se ve en mi día a día.

Susi: Me encanta eso. Lo que estás diciendo me da la idea de que es una disposición, en lugar de una actividad. Creo que solemos pensar, bueno, el descanso es lo que hago después de que mis hijos se acuesten en la noche y eso puede ser ir a la cama o puede ser prender la tele, pero es como mi descanso, pero sí es dependencia y confianza. Quiere decir que puedo estar descansando en el Señor mientras que a las 3 de la mañana estoy alimentando a mi bebé, porque el descanso es una disposición del corazón, no tanto una actividad que hacemos al estar en la cama, o de vacaciones, o lo que quieras.

Algo que dice el autor en el capítulo es que el éxito se basa en la fidelidad y no en los resultados, eso me llama mucho la atención. ¿Cómo se ve una fidelidad que al mismo tiempo está descansando? Creo que muchos pensaríamos que, si soy fiel, soy muy activo, estoy haciendo muchas cosas. ¿Como es que puedo ser fiel en todo, y al mismo tiempo estar descansando?

Sarah: Eso siempre es una lucha, sentir que tenemos que estar haciendo para ser fiel. Pero si lo pensamos, fidelidad es descansar. El descanso es obediencia a Dios, y obviamente, no hay fidelidad sin obediencia. El descansar no es “ok, paré de ser fiel en un momento para descansar”, sino que es parte de esa fidelidad. Como Dios no dejó de ser fiel al séptimo día, y como dije ahorita, el descanso no es el último recurso, como que ya no puedo más, déjame descansar, sino que yo soy fiel, yo puedo ser más fiel cuando estoy descansando, cuando tengo un estado de corazón que descansa, pero también cuando tomo el tiempo para descansar.

Nosotros como seres humanos vemos el descanso como contra intuitivo, como, si descanso, no estoy trabajando, no estoy produciendo, no estoy siendo fiel, pero realmente el descanso aumenta nuestra productividad y nuestra habilidad de dar fruto.

Me llega a la mente la imagen del año de jubileo, y cómo Dios decía que al séptimo año la tierra tenía que descansar. Tú pensarías que ellos luchaban con eso porque ellos decían, imagínate, eso es un año de no estar produciendo fruto, pero Dios sabía que, si tú no respetas eso, si tú no respetas esos ritmos, la tierra se debilita, deja de producir fruto o su calidad es afectada. Yo veo eso nuestras vidas, en mi vida, si yo veo que yo quiero estar haciendo constantemente, mi fruto se pone como agrio, no doy el fruto que debería estar dando, la calidad que debería estar dando. Y al final, no soy realmente productiva en lo que Dios quiere que sea productiva y fiel. Así que, es como un engaño, nosotros nos auto engañamos, pensamos que estamos obedeciendo al Señor o siendo fiel, pero realmente no es así.

Susi: Y si lo vemos de ese punto de vista, de producir fruto, creo que quizás nos pueda ayudar el reconocer que cuando producimos fruto realmente nunca fuimos nosotros los que estuvimos produciendo el fruto. Si yo pienso que yo soy la que produzco ese fruto en mi vida, no voy a descansar porque voy a sentir la urgencia de siempre ser productiva, pero cuando recuerdo la fuente de mi productividad o de mi fruto, incluso no solamente la fuente, quién decide qué significa ser fiel. Porque muchas veces nosotros tenemos una idea de cómo se ve una mamá fiel, cómo se ve un papá fiel, pero realmente Dios es el que dice qué significa ser fiel. Yo pienso que hay muchas, en el caso de las mamás, hay muchas mamás que creen que están siendo fieles, pero realmente están tratando de producir muchas cosas que Dios no les ha pedido producir.

Sarah: Ese fruto es el fruto que debemos estar produciendo. A veces queremos resultados inmediatos y ver cosas, en vez de pensar, ¿qué fruto es que el Señor quiere que yo esté produciendo? Y nos olvidamos de que ser fructífero es todo un proceso; hay etapas que son de limpiar la tierra, de sembrar, de esperar; hay etapas de la fidelidad y de producir fruto y no todo es cosecha todo el tiempo. No siempre estamos viendo esos resultados, pero eso no dice que no estemos siendo fieles.

Susi: Tenemos que tomar nuestra definición de fidelidad del Señor y descansar entonces en el hecho de que Él va a producir ese fruto y que fidelidad es descansar y confiar, y no estar muy ocupada. Bueno, lo digo porque yo caigo en esa trampa, soy una persona que me gusta estar ocupada, me gusta estar haciendo cosas que siento que producen un resultado, y eso ha afectado mi crianza. En la etapa de la adolescencia en la que están mis hijos me he dado cuenta ya que, lo que yo pensaba que yo hacía cuando estaban chiquitos pues realmente no lo hacía yo, lo hacía el Señor, pero ahora en la adolescencia, más me doy cuenta que yo no soy la que produzco nada, que mi descanso en el Señor, mi fidelidad al descansar y confiar en Él y estar yo creciendo y abandonando pecado y produciendo fruto, eso es una herramienta que Dios usa en mi crianza y eso me ha ayudado mucho a descansar en esta etapa de la adolescencia, que creo que ha sido la más difícil en ese sentido.

El autor dice que la debilidad no es una maldición, es una bendición. Hablando de contra intuitivo, esto es algo que choca con nuestra naturaleza, somos alérgicos a la idea de ser débil, pero según el autor, es básicamente un prerrequisito para poder experimentar descanso. ¿Cómo has visto esto en tu propia vida?

Sarah: Sí, me identifico totalmente con esto. Yo lucho con querer ser fuerte, con querer hacer las cosas correctamente, con querer encontrar ése método perfecto para lograr lo que quiero en mis hijos y mi familia, así que yo caigo en eso constantemente, y me recuerda con eso que dice el autor, me llega a la mente inmediatamente lo que dice Pablo en 2a Corintios 12, “Bástate mi gracia, mi poder se perfecciona en la debilidad”. Y que dice, “yo me gloriaré en mis debilidades para que el poder de Cristo more en mí”. Y yo digo, ¡wow, yo quiero eso! ¿Cómo se logra eso?

Yo tengo que aprender. Antes, yo me cansaba mucho luchando contra mis debilidades, y eso es algo con el que yo todavía lucho. Me canso en esa lucha de estar queriendo ir en contra de mis debilidades que me frustran, pero en vez de descansar, en abrazarlos, abrazar mis debilidades que vienen conmigo, están en el paquete incluidos, y poder gloriarme en ver a Dios obrar, ver su poder y darme cuenta “wow, esto no soy yo”, porque yo no puedo hacer esto. Como dice Tripp, estamos llamados todos los días a participar en lo que es imposible para nosotros producir.

O sea, que el poder no puede ser mío, sólo de Dios, y tuve que darme cuenta y no desanimarme, porque siempre voy a quedarme corta. Tengo que dar eso por sentado y no desanimarme cada vez que me doy cuenta, sino abrazar esa realidad y descansar en Dios. Y me ha llegado mucho a la mente una historia tan conocida en la Palabra, la de David y Goliat. Yo siento que hoy en día hay un deseo de estar equipado, de hacer nuestro mejor esfuerzo, de ver mi personalidad, como yo puedo mejor hacer lo que quiero hacer para ser productiva. Pero yo veo que David no dijo, “voy a enfrentarme a Goliat, déjame hacer un curso de entrenamiento, y levantar pesas, y ver cómo puedo hacerlo”. No, él fue confiado en que, no soy yo quien va a pelear contra Goliat, es Dios que lo va a derribar, que lo va a vencer. Él iba con esa confianza, esa esperanza y tranquilidad de que no dependía de él, y yo siento que así tengo que ver la crianza y todo lo que Dios me llama a hacer, que, si Él me llama a algo, si Él me ha dado una tarea, un encargo, es porque Él va a proveer su poder para hacerlo, no va a venir de mí hacerlo.

Y realmente tengo un testimonio aún de esta misma semana. Hace unos días me desperté, y fue como que sólo abriendo los ojos y viendo la hora, ya me sentía desanimada, porque se me atrasó un poco la hora de despertarme. Ya yo me sentía atrasada, el día no había empezado, no me había levantado de la cama, y ya yo estaba desanimada y frustrada, porque yo decía, “ya se me fue el día porque ya no podré hacer esto y esto que tenía que hacer, se me va a hacer tarde”. Y bueno, tenía ese desánimo y me siento en mi devocional y el Señor me confrontó de una manera, porque estaba leyendo sobre la gracia, y como precisamente sobre esto, de que nuestras tareas son imposibles, y que la gracia de Dios es su regalo gratis hacia nosotros para hacer con facilidad lo que de otra manera sería imposible para nosotros hacer.

En ese momento fue como un momento “Aja”, como dicen. Yo decía, “Señor, ahora mismo yo estoy desanimada, porque yo estoy viendo mi propia falta y debilidad y limitaciones ante lo que me espera en este día. Y tuve que tomar un momento, y decir, “Señor, dame tu gracia, cubre este día con tu gracia”. Tenía varias luchas. A veces me encuentro orando por cosas grandes, como de una amiga con una enfermedad, situaciones que están pasando, pero yo digo: “Señor, dame gracia ahora que voy a dar clases a los niños. Tal de mis niños está teniendo problemas concentrándose y con sus actitudes, con la escuela. Dale gracia hoy, Señor, porque me doy cuenta que esas cosas yo no las puedo hacer, yo no puedo lograr esas cosas”. Cuando nos damos cuenta que realmente todo lo que estamos tratando de hacer es imposible, finalmente nos damos permisos para descansar, porque al final es el Señor. Fue un momento para mí en esta semana que pude descansar de nuevo, y el Señor me dio ánimo y pude enfrentar el día reconociendo que es su gracia la que va a hacer la diferencia. Y mi testimonio es que, al final del día, yo me senté en la cama, hablando con mi esposo, y yo decía, “yo vi la mano de Dios hoy, y sentí su presencia, y vi en cosas como pequeñas cómo Él dio gracia”.

Ese día, ese niño se concentró de una manera, de verdad que fue un milagro, yo digo: “wow, Señor gracias”, y no todos los días son así, no todos los días es tan evidente, pero siento que el Señor quiso enseñarme algo ese día, como echarme agua en la cara, “despierta Sarah, soy yo que hago estas cosas, no tu”, así que lo entiendo perfectamente.

Susi: Y en ese ejemplo, pensando en esa historia que acabas de contar, no es que tú te fuiste a ignorar la realidad, e ir a esconderte en tu cuarto y así descansaste, no. Tú te levantaste tarde, con cosas que hacer, como quiera, hiciste tu devocional, que es algo muy importante para poder descansar, tenemos que estar alimentándonos de la Palabra, y como quiera fuiste, e hiciste la escuela con tus hijos, no fue un descanso en el sentido de dejar una actividad, fue un descanso de tu actitud, tu disposición hacia las circunstancias en tu casa. Creo que es ahí donde muchas veces no comprendemos qué significa vivir descansando en el Señor, y esos ejemplos nos ayudan tanto. Y ese pasaje de Pablo, obviamente un pasaje tan famoso que nos cuesta identificarnos con Pablo, porque decir “me glorío en mis debilidades”, es como “¿qué?!”, es muy difícil entender eso y gracias a Dios que sí nos da esos destellos de su gracia cuando se los pedimos. Él es un Dios muy bueno que nos da eso.

Entonces pensando en eso, ¿cuáles son algunos atributos de Dios, que cuando tú los has meditado te han ayudado a descansar en Él?

Sarah: Bueno, yo diría que más que nada su soberanía, el saber que Él está en control y no yo, y tiene la vida de mis hijos en sus manos y sus corazones, Él los guía, los lleva donde Él quiere. Eso me ayuda a descansar, a darme cuenta de que yo no estoy en control.

Su poder, como hablábamos de ese pasaje de Pablo de que es por su poder y no el mío. El poder del Todopoderoso está en mis manos por la gracia de Dios, a través de Cristo. Me recuerda 2 Pedro, me encanta, y 2 Corintios 9 también, que dice: “Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra”. O sea, Dios ha prometido que todo el tiempo, tendré todo lo suficiente en todas las cosas para abundar en toda buena obra. ¡Eso es increíble! 2 Pedro dice que su divino poder me ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, eso incluye la crianza. Él ya me ha dado todo mediante su poder para criar a mis hijos, hijos que su soberanía, su poder, y su amor y su gracia, de saber que su gracia está conmigo, cubre todo, multitud de pecados, su amor cubre y que todos sus planes son buenos.

Qué increíble que el que tiene todo el poder en el universo también me ama con amor eterno, y todos sus caminos son amor y misericordia para los que le temen, esto me trae mucho descanso y confianza.

Susi: Amén. ¿Tienes alguna recomendación práctica? Vamos a decir, un papá o una mamá que dice, “yo sé que necesito desarrollar esto en mi vida”, ¿qué serían unas sugerencias prácticas?

Sarah: Bueno, algo que he tenido mucho en el corazón últimamente, es darme cuenta y reconocer que mis hijos serán moldeados más por quién soy, que por lo que digo o hago, mis métodos. Lo que yo soy como persona es lo que más va a afectar a mis hijos, y por eso la importancia de descansar en Dios y llenarme de Él y tener intimidad con Él y ser transformada por Él. Porque al final eso es lo que va a impactar la vida de mis hijos, y creo que Tripp menciona básicamente las cosas prácticas que me llegan a la mente, que son siempre estarnos recordando quién es Dios, quienes somos nosotros.

Yo creo que vivimos en una época como de crianza por Pinterest, y Google, y tantos recursos, y yo veo muchos padres abrumados. Hay mucho consejo, pero poca sabiduría y nos abrumamos, y creo que innecesariamente. Yo recuerdo una vez, cuando yo estaba de mama primeriza, con mi primera hija de bebé, en un momento que estaba luchando con algo con mi recién nacida, me sentí tentada inmediatamente a buscar en Google: “qué hacer con tal cosa”. Y fue como si sintiera al Señor decirme en ese momento: “Ora, pídeme la sabiduría a mi como dice Santiago 1, que yo soy pronto a dártelo, no te lo voy a negar”. Siento que nos miramos mucho como la sociedad, Instagram, los medios, un montón de libros, y nos abrumamos: “tengo que hacer esto, y esto, y esto…”. Creo que eso es contraproducente, tenemos que ser muy sabios, y seleccionar qué voces escuchar, y ser selectivos y ver quien nos ayuda, pero no abrumarnos.

Yo creo que ponemos demasiada confianza en métodos, demasiada confianza en hacer las cosas de tal manera, y despreciamos un poco esa fidelidad del día a día, las conversaciones con nuestros hijos, la vida en vida, el discipulado, la importancia de sentarnos en la mesa y hablar, conversar del día, y cómo vimos a Dios en el día. Creo que a veces despreciamos lo sencillo y lo básico en el día a día y queremos complicarlo todo, y eso obviamente nos quita el descanso.

También me encantó como dijo Tripp, que tenemos que enseñar a nuestro corazón a descansar. Yo creo que eso es algo que tenemos que practicar. Eso de enseñar yo creo que lo hacemos cuando nos centramos en la Palabra, en oración, recordarnos la verdad, y también enseñar nuestro corazón a descansar en el sentido de sentarnos frente al Señor y preguntarle a Él: ¿estoy creando margen en mi vida y mi mente y corazón para el descanso? Creo que aún personas en situaciones muy difíciles, si evaluamos bien, estamos haciendo más de lo que tenemos que estar haciendo, quizás muy poco de lo que realmente debemos estar haciendo.

Y no sólo margen para uno mismo, pero aún para nuestros hijos. Creo que estamos criando hijos que van a luchar contra ansiedad y estrés y todo, porque los sobrecargamos y nuestros horarios y no damos lugar a relaciones, relación con Dios, relación entre la familia, uno con otros, relación con otros creyentes. Así que tenemos que evaluar, ¿estoy creando ese margen?, ¿estoy viviendo los ritmos que Dios ha establecido de día y noche, de estaciones de la vida, de que hay momentos para estar plantando y labrando, y otros como cosechando, y otros como dejando la tierra descansar?, ¿estoy abrazando ese día de descanso, día de reposo que Dios nos ha mandado?. Tenemos que ver si hemos tomado su yugo, como dijo Cristo, su yugo que es ligera, porque Él es manso y humilde de corazón, que a veces nuestro orgullo no nos permite realmente. Así que yo diría más que nada eso, hacer una evaluación de nuestro tiempo, nuestra mente, lo que estamos consumiendo, y ver si estamos quizás llenándonos demasiado.

Hay mucho exceso, y quizás estamos despreciando y dejando fuera lo más importante de todo. A veces también me pregunto: ¿estoy modelando una vida de estrés a mis hijos, de falta de confianza en Dios? Cuando me ven, ¿pensarán ellos?: “wow, ella es una mujer que confía en Dios”.  ¿Yo estoy modelando dependencia de Dios, o ellos creen que la vida se trata de los estudios, de progreso, de hacer dinero? ¿Qué están recibiendo de mí en el día a día por como yo manejo mi tiempo y vivo mi vida? ¿Ellos están realmente viendo en mí la actitud de Mateo 6 de buscar primero su reino? Así que creo es en esos hábitos, en lo pequeño, esos pequeños momentos que realmente reflejan nuestras prioridades, y nuestros hijos lo ven, ellos lo ven realmente.

Susi: Me encantó lo que dijiste a cerca de dónde estamos buscando la sabiduría. Porque para mí es tan irónico que, en especial las mamás que hoy día frenéticamente están buscando consejos de todas partes y se creen todo lo que dice el pediatra y psicólogo y grupos en Facebook, cuando tienen a su alcance la fuente de sabiduría mayor. Tienen el Espíritu Santo morando en ellas, que quiere proveerles esa sabiduría, y cuán importante es cambiar la postura de nuestro corazón cuando busco conocimiento y sabiduría. Si yo corro al mundo, si yo corro a las redes, y todas esas fuentes de información, estoy diciendo que yo tengo la capacidad de buscar la sabiduría que necesito, cuando Dios quiere que yo corra a Él como la única manera de encontrar descanso en mi búsqueda de sabiduría y eso creo que es tan clave para los padres de hoy en día. Estamos siendo bombardeados por muchas fuentes de conocimiento, instrucción en cuanto a la crianza.

Yo también quiero recomendar a los padres que están escuchando, si tú sientes que necesitas crecer en tu conocimiento de Dios, porque realmente ahí es donde va a venir nuestro descanso, al conocer a Dios vamos a descansar en Él. Entonces te recomiendo que compres un buen libro sobre los atributos de Dios, o hay un libro buenísimo que se llama “Confiando en Dios aunque la vida duela”, y ese libro está basado en tres atributos importantes de Dios. De hecho, son los mismos que mencionó Sarah, y este libro está disponible ahora de parte de la editorial gratuitamente en PDF. Le editorial lo hizo disponible gratuitamente; se llama “Confiando en Dios aunque la vida duela”, y lo puedes encontrar en Google fácilmente y ahí tú puedes crecer en tu conocimiento de Dios para que tu corazón descanse y confíe más en el Señor.

Gracias, Sarah, por compartir tu corazón hoy con nosotros. Para mí ha sido de bendición escucharte y recordar esas verdades. Curiosamente esta grabación viene en una semana cuando por alguna razón, Dios no me ha concedido sueño. He tenido varias noches de no pude dormir y me parece irónico, porque incluso en medio de no poder dormir, estoy aprendiendo que Dios puede dar descanso cuando no hay horas de sueño y esto para mí ha sido de ánimo. Has ministrado también a mi corazón y gracias por compartir con nosotros el día de hoy.

Te dejo con esta cita del libro, dice: “La buena, piadosa y transformadora crianza florece mejor en el campo de un corazón en reposo”. Sé que todos deseamos tener ese corazón que descanse en el Señor y que así produzca una crianza que glorifica a Dios. Te animo a que busques la publicación en nuestra página de este episodio, porque ahí vas a encontrar la guía de estudio para poder profundizar en estas verdades tan importantes y transformadoras.

Gracias por acompañarnos una vez más. Que Dios te bendiga.

Transcripción: Ana Ruth Almanza Pérez

Compartir:

Autores

  • Susi Bixby

    Susi es la fundadora de Crianza Reverente y anfitriona del podcast, mamá de un adolescente y dos adultos jóvenes, y esposa de Mateo Bixby, uno de los pastores de Iglesia Bautista la Gracia en Juarez, NL, México. Juntos colaboran también en la Universidad Cristiana de las Américas en Monterrey, NL.

Publicaciones relacionadas