Categoría: Comunicación

Padres, les presento a su hijo adolescente

June 2, 2024

Una mañana en la cocina voltee a ver a mi hijo adolescente. Antes de que tuviera la oportunidad de saludarlo, me preguntó: “Papá, ¿qué piensas de mis orejas?”. Era un adolescente cohibido que temía que sus orejas fueran demasiado grandes para su cabeza. Confieso que nunca había pensado en sus orejas. Pero esa mañana hablé más largo y más seriamente sobre las orejas de lo que había hecho antes o he hecho desde entonces.

Ser padres de adolescentes es difícil. No nos gusta la imprevisibilidad, la espontaneidad. Nos ponemos nerviosos por lo rápido que las cosas se ponen serias y lo rápido que cambian.

Lo que dice la Biblia sobre los adolescentes

Necesitamos una comprensión bíblica de los adolescentes, pero hay un problema: la Biblia no dice nada sobre los adolescentes. Si buscaras versículos sobre adolescentes no encontrarías ninguno. La adolescencia es un invento reciente. Pero las Escrituras sí contienen descripciones de las tendencias de la juventud. Muchos de estos se encuentran en Proverbios. En Proverbios 1–7, Salomón le da consejos de vida a su hijo y nos enseña cómo son los adolescentes.

Proverbios enfatiza el valor de la sabiduría y la corrección, así como la importancia de escuchar y someterse a la corrección. Incluso dice que el que odia la reprensión es un necio (Prov. 12:1). Éstas son prioridades reveladoras para los adolescentes (y sus padres). La mayoría de los adolescentes no tienen hambre de sabiduría. La mayoría piensa que ya son sabios y creen que sus padres tienen poca información que ofrecer. Sin embargo, la mayoría de los adolescentes carecen de sabiduría y necesitan corrección amorosa.

Gana a tus hijos para la sabiduría. Conviértete en un vendedor para ello. Esto no se hace con confrontaciones desagradables y feas luchas verbales de poder. Eso provocará que corran en busca de refugio o que respondan en contraataque. La sabiduría no se imparte de esa manera.

Haciendo atractiva la sabiduría 

¿Haces que la sabiduría sea atractiva a tu hijo o hija adolescente? ¿Haces que el sabor de la corrección sea dulce? Haz atractiva la sabiduría. Haz de la corrección algo que desear.

1. Prepárate.

Ocúpate de ti mismo antes de tratar con tu hijo o hija adolescente (Mateo 7:3–5). A veces, cuando comenzaba una conversación con uno de mis hijos adolescentes, notaba que mi esposa me hacía indicaciones con su mano. Ella me estaba diciendo que estaba demasiado frustrada. Necesitaba prepararme considerando los problemas bíblicamente, hablándolos con mi esposa y orando por mi hijo y por mí mismo. Cuando había hecho todo eso, ya estaba en un estado de ánimo diferente y preparado para ser el instrumento de cambio de Dios.

Después de prepararte, habla con tu hijo adolescente en el lugar correcto y en el momento correcto. Vayan a una habitación tranquila, preferiblemente la habitación del adolescente, donde se sienta cómodo. No intentes forzar sabiduría o corrección importante entre momentos de mucha actividad ni lo intentes sobre la marcha. Al tomarte el tiempo, estás diciendo: Tú eres importante y lo que Dios dice es importante. Estoy dispuesto a invertir el tiempo para ser su instrumento de corrección.

Acepta que tus hijos adolescentes te presionan los botones. Si comienzas a perder el control, discúlpate, ora y recupérate, luego regresa y termina la conversación. Recuerda, compartir sabiduría no es golpear a tu adolescente con palabras. Es ponerle una hermosa guirnalda alrededor de su cuello. Es poner oro del bolsillo de Dios en sus manos. Esto es radicalmente diferente de la forma en que los adolescentes tienden a pensar sobre la sabiduría y la corrección. No confirmes su punto de vista ni robes a estos tiempos su valor y belleza con tu pecado.

Los adolescentes tienden a estar a la defensiva. A menudo toman nuestra preocupación amorosa y ayuda de los padres como una acusación. En respuesta, defienden sus pensamientos y acciones y participan en el debate. Debemos tener cuidado con nuestras palabras. Necesitamos asegurarnos de acercarnos a nuestros hijos con preguntas honestas, no con acusaciones. Necesitamos ejercer autocontrol. Necesitamos abstenernos de discusiones ruidosas que tienen poco que ver con la sabiduría y todo que ver con ganar el debate. Proverbios dice: “La blanda respuesta quita la ira, más la palabra áspera hace subir el furor” (Prov. 15:1). Debemos evitar las luchas de poder cargadas de emociones.

2. Persíguelos.

Los adolescentes no sólo se muestran a la defensiva sino también se aíslan. Por lo general, no viven abiertamente. Suelen pasar una cantidad excesiva de tiempo en sus habitaciones.

Persigue a tus hijos adolescentes. Expresa diariamente tu amor por ellos. No hagas preguntas de sí o no. Haz preguntas que requieran explicación y sinceramiento. No te relaciones con ellos solo durante momentos de corrección. No los descubras sólo cuando estén haciendo algo mal; Descúbrelos haciendo algo bien y anímalos. Ora con ellos. Entra en el mundo de tus adolescentes y quédate allí. Los adolescentes rechazan las granadas de sabiduría y corrección lanzadas desde lejos por alguien que no ha estado presente.

3. Sé breve.

Mantén las conversaciones con tu adolescente interesantes y directas. La manera de lidiar con la poca capacidad de atención de un adolescente es hacer que estos momentos de sabiduría y corrección sean interacciones en lugar de sermones. Algunos de nosotros llevamos podios portátiles invisibles con nosotros que estamos listos para instalar en un momento. Deja el podio guardado en el armario. Haz preguntas estimulantes que hagan que el adolescente examine sus deseos y elecciones. Ayúdale a dirigir la luz de la Palabra sobre ellos. Sorpréndele con la verdad. Deja que la sabiduría brille ante sus ojos. No cedas ante soliloquios o diatribas. Involucra a tu adolescente en una conversación estimulante que no imponga tu autoridad o tu derecho a decirle qué hacer. Más bien, háblale de una manera que exalte la verdad y muestre su belleza.

Nunca seremos capaces de predecir lo que nos deparará cada día mientras criamos a nuestros hijos, pero cuanto más comprendamos a nuestros adolescentes, más podremos acercarnos a ellos con un espíritu de preparación en lugar de un espíritu de miedo.

Rechacemos el supervivencianismo egocéntrico que define el éxito como superar la adolescencia de nuestros hijos con nuestra cordura y nuestros matrimonios intactos. No debemos conformarnos con nada menos que ser instrumentos en las manos de Dios, quien está haciendo cosas importantes en la vida de nuestros hijos. No te dejes atrapar. No te quedes fuera. No participes en guerras interpersonales. Lleva fielmente dulces palabras de sabiduría y amorosas palabras de corrección. Sostén ante tu adolescente lo que es valioso y confía en que Dios producirá un amor por la verdad en su corazón.

Nota del editor: Este artículo es una adaptación del libro Edad de Oportunidad por Paul Tripp. Se publicó originalmente en TGC.

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Autor

  • Paul Tripp es pastor, autor y conferencista internacional. Es el presidente de Paul Tripp Ministries y trabaja para conectar el poder transformador de Jesucristo con la vida cotidiana.

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