Categoría: Enseñanza

No desperdicies tu cuarentena familiar

marzo 22, 2020

por Courtney Reissig

Hace un mes, nuestro distrito escolar cerró inesperadamente por un par de días debido a la influenza. Como nuestra familia había sido severamente afectada por la influenza, esta medida no me sorprendió. Recién llegada de un viaje, estaba agradecida, de hecho, por los días adicionales en casa con mis hijos.

Pero luego, los protocolos del coronavirus tomaron efecto, y todas nuestras actividades diarias cambiaron drásticamente. Ya no estamos hablando de unos días de descanso para recuperarnos de la influenza. Ahora estamos mirándole a los ojos a un tiempo indefinido de estar en casa sin nada que hacer.

Muchos padres están en la misma situación. No solo tenemos que pensar bien en medio de esta interrupción a la vida diaria, sino que también pensar en cómo guiar a nuestros hijos por las cancelaciones que les afectan.

Quizá trabajes desde la casa, y ahora tienes que encontrar la manera de trabajar mientras cuidas a tus hijos. Quizá trabajas fuera de la casa y ahora tienes que encontrar una manera de cuidar de tus hijos y seguir cumpliendo con tu trabajo. Quizá te quedas normalmente en casa con la mitad de tus hijos (como yo), y ahora tienes que buscar una nueva normalidad con todos tus hijos ahí contigo todo el día, todos los días.

Quizá las cancelaciones escolares caen justo en vacaciones de semana santa (como las nuestras), y ahora tienes que decirles a tus hijos que su muy anticipado viaje a Disney no sucederá. Es una crisis mundial, pero nuestros hijos aun así van a sentir desilusión por fiestas de cumpleaños canceladas, temporadas de béisbol retrasadas, y la prohibición de jugar con los amigos de la colonia.

Cada persona en tu hogar está enfrentando retos inesperados. ¿Cómo sobrelleva tu familia toda esta incertidumbre?

Ayuda a tus hijos a ver el valor de tu trabajo

Con el cierre abrupto de escuelas, el eterno problema del balance trabajo-vida al parecer acaba de llegar a otro nivel. Alborota todo. Pero es una oportunidad para mostrar a nuestros hijos el valor del trabajo.

En el mundo moderno, nuestros hijos no siempre ven nuestro trabajo. Antes de la Revolución Industrial, la mayoría del trabajo se hacía en el hogar, y se hacía junto a los niños. Ahora trabajamos en oficinas, en computadoras, incluso mientras nuestros hijos juegan afuera (mientras limpiamos el baño). Nuestro trabajo lo hacemos principalmente fuera de vista—no solamente de nuestros hijos, pero también de nuestros esposos.

Un tiempo forzado en casa, mientras intentamos resolver lo del trabajo, les ayuda a nuestros hijos a ver el valor de todo tipo de trabajo, tanto pagado como no. Les da oportunidad ver lo que hacemos, en especial cuando les ayudamos a aprender sus límites mientras que nosotros mandamos un correo o terminamos un proyecto en la casa. Podemos invitar a nuestros hijos a participar en nuestro trabajo, pidiéndoles que jueguen con el hermano pequeño mientras contestamos correos, o que terminen de lavar el baño después de que nosotras lo hayamos desinfectado.

Aquí algo que podemos preguntarnos durante este tiempo extendido en casa: ¿Qué quiero que mis hijos aprendan y aprecien sobre el trabajo que yo hago? ¿Cómo puedo ayudarles a verse como contribuyentes a ese trabajo también?

Busca maneras de servir

En tiempos de crisis, las personas frecuentemente desean ayudar a sus amigos y vecinos. Pero es difícil saber qué hacer cuando debemos mantener distancia entre nosotros.

Recientemente, vi que una mamá publicó en redes sociales sobre el hecho de que mucha gente mayor ya no puede recibir visitas debido al riesgo asociado con el coronavirus. Una estadía prolongada en el hospital es dura para cualquier persona, más para los ancianos. Ella propuso que sus hijos escribieran cartas e hicieran tarjetas para los que ya no pueden recibir visitas.  

Una manera práctica de servir a los necesitados sería investigar con tu asilo local, o preguntar entre los hermanos de tu iglesia para conseguir una lista de miembros que están encerrados, y animar a tus hijos a hacerles una tarjeta o escribirles una carta a nuestros vecinos más vulnerables. Como ha dicho Andy Crouch, todos necesitamos comunidad en estos días difíciles, y buscar maneras seguras para ayudar a que las personas no se sientan tan solas en la incertidumbre.

Cuando la pandemia llega a la comunidad, los cristianos se levantan para servir. Sabemos que tenemos una posesión mejor que la comodidad física (Heb. 10:34). Mientras que la contención es vital para detener el alcance de la enfermedad, aún así podemos buscar maneras de servir sin poder dejar nuestras casas o hacer mucho más allá de nuestra colonia.

Ora con tu familia

Aún si muchas de estas sugerencias no fueran posibles para tu familia, hay una cosa que siempre pueden hacer juntos: orar. Es bueno estar enfocados hacia afuera mientras buscamos maneras de servir, pero es vital mirar hacia adentro a nuestros vecinos más cercanos (nuestros hijos) quienes pueden estar temerosos con tanta incertidumbre y alteración.

Los autores bíblicos no desconocieron días espantosos. El Salmo 46 describe eventos aterradores: montañas derrumbándose, incertidumbre, tribulaciones, terremotos, y muchas otras cosas espantosas. Pero antes de que el salmista mencionara estos terrores, nos recuerda de una verdad esencial: “Dios es nuestro pronto auxilio” (v. 1).

Nuestra tarea como padres, por encima de todo lo demás (incluso más que resolver ese balance trabajo-vida y desilusión), es ayudar a nuestros hijos a ver al Dios que está ahí, y proveerles del lenguaje para clamar a Él en tiempos de angustia.

Así que, ora con tus hijos por todo lo que está pasando. Ora por sus temores. Ora por sus desilusiones. Ora por los líderes de tu comunidad y por nuestros líderes nacionales. Ora por los que están enfermos. Y, los más importante, ora que Dios sea nuestra confianza como nuestra pronta y presente ayuda en días de tribulación.

Cada día parece traer una nueva incertidumbre en esta crisis, y eso puede ser difícil de captar para los niños (y sus padres). Pero mientras pasamos por esto como nación, como el mundo, y especialmente como familia, podemos ver la mano de Dios en todo. Que Él nos lleve al trono de su gracia, y que nos entreguemos a su misericordia y amor en estos días inquietos.

Este artículo fue publicado primero por The Gospel Coalition. Traducido y publicado con permiso.

 

 

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Autor

  • Es autora de varios libros. Está casada con Daniel, tiene 4 hijos varones, y juntos pertenecen a la Iglesia Bautista Emanuel de Little Rock, Arkansas, EEUU. Puedes leer más escritos suyos en inglés en su blog.

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