Categoría: Sexualidad

Episodio #103: Aconsejando a hijos que luchan con su identidad sexual con Kike Torres & Jesús Beltrán

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marzo 30, 2022

Es un hecho que niños y jóvenes dentro de hogares e iglesias cristianos, quienes han sido instruidos en la verdad de la Palabra de Dios, todavía pueden luchar con su identidad sexual. ¿Cómo deben los padres y líderes responder para ser de ayuda a estos jóvenes? La consejería bíblica nos provee de herramientas muy útiles para esta tarea. Kike y Jesús tienen experiencia en esta área que quieren compartir contigo. ¡No dejes de escuchar este último episodio de la serie!

Conferencia anual de consejería bíblica: contuconsejo.com

Transcripción:

Susi: Hemos llegado hoy al último episodio de esta serie titulada “Niño, niña o niñe”, sobre la cual oramos y planeamos por mucho tiempo. Nuestro deseo ha sido establecer para cada familia cristiana, las bases bíblicas, una cosmovisión bíblica con la cual puedes filtrar todas las ideas que el mundo está promoviendo a tus hijos sobre su sexualidad y su género. Hemos hablado del diseño divino, incluso de la masculinidad y la feminidad bíblica, cómo criar niños y niñas en su diseño original para la gloria de Dios. Pero tenemos que ser honestos, algunos niños y algunos jóvenes de familias cristianas y dentro de nuestras iglesias, van a luchar con su identidad sexual, es un hecho, van a tener dudas y batallas, van a estar confundidos y van a necesitar ayuda; y de eso queremos hablar hoy.

Y estoy muy agradecida, porque me acompañan dos hermanos desde Querétaro, México, Kike Torres y Jesús Beltrán ¡Bienvenidos! Kike y Jesús.

Kike: ¡Gracias Susi!, gracias por la invitación y gracias por tu labor amorosa, por el Reino y por los papás que pertenecen a este Reino, de generar este recurso, de equiparles y de amarlos; y orientar un poco en esta batalla, que me queda claro que todos ocupamos ayuda.

Susi: Kike y Beltrán, como le dicen, están en la “Iglesia Horizonte”, en la ciudad de Querétaro. Kike está como pastor, y Beltrán está como líder de los jóvenes y los jovencitos, gracias, Jesús, por acompañarnos y hablar un poco de tu experiencia.

Beltrán: ¡Gracias por la invitación! Esperamos que sea de bendición para todos.

Susi: Pues, Kike, una de las razones por la que te quise invitar, es porque tú personalmente y tu iglesia, han hecho mucho esfuerzo para que la consejería bíblica y fiel a las Escrituras, llegue al mundo de habla hispana; y yo te quiero agradecer por esa convicción que tienes sobre la importancia de esto, porque creo es algo que sí afecta mucho a las familias cristianas. ¿Podrías darnos como una breve explicación de qué es la consejería bíblica, y qué tendría que ver con el discipulado que debe de estar sucediendo en los hogares cristianos?

Kike: Claro que sí, Susi, y gracias por la oportunidad, porque para mí, en medio de un creciente boom que está teniendo este tema de la consejería, en la que lamentablemente en muchas iglesias termina siendo una psicología cristiana o una terapia cognitiva con 2 o 3 versículos; quisiera hablarte, como la versión completa de una definición y después la versión de bolsillo; sobre todo considerando que quizás pueda ver  en tu audiencia papás o mamás que Dios incline su corazón y quizás no van a ser pastores de una iglesia, quizás no, pero pueden equiparse de la consejería, para poder servir al cuerpo de Cristo en esto. Hay una definición que personalmente es “ACBC”, que es la Asociación de Consejeros Bíblicos Certificados, de la cual formo parte, articulamos, y para mí se me hace una muy completa, y te la quiero citar, porque se me hace interesante las capas que avanza y dice:

“Consejería bíblica es el Ministerio de discipulado personal del pueblo de Dios a otros, bajo la supervisión de la iglesia de Dios, que depende de la autoridad y la suficiencia de la Palabra atreves de la obra del Espíritu Santo. Todo esto se logra al hablar verdad en amor, aplicar las escrituras a la necesidad del momento, en el consolar al que está sufriendo, llamar a los pecadores al arrepentimiento, trabajando para que maduren mientras permanecen en Cristo, esto se logra, para mí es muy importante, porque la consejería sirve para la reorientación de afectos, deseos y comportamientos y el tema que vamos a hablar es clave; porque son las 3 etapas: afectos, deseos y comportamientos desordenados hacia una antropología diseñada por Dios, en un esfuerzo en Cristo por restaurar la verdadera adoración a Dios y la comunión correcta con otros.”

Entonces, es la versión completa, que habla de que es el corazón, el objetivo, el cómo se hace y bajo la autoridad de qué se rige. La versión chiquita y de bolsillo, Susi, es: “La consejería no es otra cosa más que, servir amando a la persona, en conectar la Palabra de Dios con la voluntad de Dios en la vida de la persona”. Dios está haciendo algo en la vida de la persona, el elemento es, que vienen preguntas como: ¿Por qué? ¿No sé qué hacer? ¿Por qué Dios permite esto? ¿Cómo le entro a esto? ¿No sé ni cómo se come esto? Y la consejería, sirve para conectar lo que Dios dice, con lo que está pasando en la vida de la persona; y cuando esto engrana, hay una atracción muy bonita en el alma, que tiene la esperanza de entender que esto no es el final, esto es una etapa, esto es un área, esto es una leve tribulación momentánea, esto no es mi identidad, y Dios me está dando esto confiando en Cristo tengo la materia prima para caminar.

Entonces, conectado con tu tema, que brillantemente escogiste, creo que es muy, muy importante destacar eso. A Dios no le agarra por sorpresa cuando un hijo tiene un elemento de batalla en su identidad de género; es más, siendo honestos y muy bíblicos, Dios presupuesta eso en la vida del creyente y en la vida del chico, de la chica; y si creemos que la Biblia es verdad, cosa que creemos, creo que todos los que estamos oyendo este recurso, creemos que Romanos 11:36, sigue siendo verdad, donde dice que todas las cosas son de Él, por Él y para Él, para su gloria; entonces eso va a sonar raro, porque como esto es de Él, si mi hijo está diciendo que es género no binario, y uno ni siquiera sabe qué es binario; entonces verdaderamente, hay esperanza, esto no sale del presupuesto de Dios, o al contrario, y tiene como objetivo según Juan 15, “podarnos”; todo lo que pasa en nuestras vidas está diseñado por Jesús para podarnos, que es, empezarnos a dar forma para que podamos dar más fruto, y mostrar así que somos discípulos de Cristo.

Susi: Sí, entonces esto es definitivamente muy, muy aplicable a los padres; porque los padres somos los encargados principales de discipular a nuestros hijos. Eso lo hemos hablado muchas veces en este Podcast, de disciplinar y discipular; entonces, obviamente eso significa tratar con el pecado y muchas veces los padres tendemos a ser más como legalistas, en lugar de tratar con el pecado de la forma que tú acabas de describir.

Kike: Y creo que tú y yo sabemos, y sobre todo, digo tú y tu esposo son ejemplares en eso; pero creo que dentro del ecosistema de ciertos cortes eclesiásticos, sabemos el riesgo que hay. Cuando yo enseño paternidad en nuestra conferencia de consejería acá en noviembre, yo le llamo: “El principio de la resortera”; entre más jalas a alguien a algo tuyo, cuando tú lo sueltas, más lejos se te va a ir; y eso es mucho legalismo, que a veces como papás, naturalmente son las armas en las que queremos apoyarnos para lograr un comportamiento en nuestros hijos.

Susi: Sí, muchos de los mensajes que han llegado a Crianza Reverente, sobre este tema, dicen exactamente esto: “Yo lo crié bien”, “yo lo llevé a la iglesia”, “yo lo controlé”, “yo lo discipliné, “yo lo…”, y ahora estamos viendo la reacción que tú has dicho; entonces como padres, no es ese control, es ese discipulado; y creo que la consejería bíblica es clave en ese proceso, especialmente cuando nos topamos con este tema tan difícil; entonces, pienso, ¿no sé si estás de acuerdo, Kike? Pero, pienso que muchos padres cristianos, queremos pensar: “Que mi hijo nunca va a luchar, nunca va a sentir confusión sobre su identidad sexual, nunca va a sentirse atraído al mismo sexo; pues, es que va a ser un buen cristiano, se va a casar normal, me va a dar nietecitos y todos vamos hacer felices para siempre”; y creo que esto tiende a ser, yo sé, que si yo no me cuido, es mi suposición también para mis hijos, y obviamente es un deseo bueno, en cierto sentido, pero, ¿es sabio que los padres pensemos así?

Kike: Susi, gracias por tu honestidad, de verdad; porque creo que acabas de verbalizar lo que muchos papás no van a decir a su pastor públicamente, pero es todo su anhelo; o sea, y creo que cuando caemos en este error, de volver el evangelio y nuestro llamado a ser discípulos, a entrenar a nuestros hijos; es muy fácil que empecemos a torcer incluso las Escrituras, para nuestro propio beneficio y el establecimiento de nuestro reino, como buenos papás morales, mas no la gloria de Dios.

Y en esta conversación, un papá va a caer en dos radicales y bien intencionados errores; uno, va hacerse un legalista, queriendo usar todas las herramientas de su poder, para quitar de sus hijos todo lo que ellos creen que es el problema; o va acudir al mundo en busca de ayuda, terapia, terapia conductiva, psicología, psiquiatría; en pro de que algo de afuera arregle el problema de adentro de mi hijo; es normal, eso es algo natural, el problema es que el tema del pecado, no se resuelve sino con algo sobrenatural, que es el Evangelio.

En esta conversación, Susi, acabas de ser súper honesta, y el elemento es que quiero decirte por qué 10 de cada 10 padres, que aconsejamos en el centro de consejería y como pastor, que llegan con una conversación de este tipo, 10 de cada 10 van a reconocer que su primera reacción cuando se enteraron que su hija batalla con la atracción del mismo sexo, que su hijo le dijo que es género no binario, que cacho mensajes inapropiados o mandándole selfies, fax a su mejor amigo y de más; la primera reacción tiende a ser el que, se acaba de derribar mi expectativa y mi imagen de papá perfecto, de mamá cristiana, de familia piadosa; y eso es un problema que Dios regala al papá, para mostrar en dónde estaba su corazón; porque el motivo es bien fácil; y sobre todo en los latinos, como en el que estamos; en el querer idolatrar, es más, es uno de los ídolos más comunes en la iglesia en Latinoamérica, la idea de la familia perfecta cristiana; y Dios se especializa en tirar ídolos, Él tiene un doctorado en eso.

Verdaderamente es interesante ponerlo en la mesa, Susi, porque es un problema; y el tema no es la gloria de Dios, el tema no es el alma de mi hijo, el tema es mi expectativa rota; es este tema: ¿Qué hice mal? Porque va una culpa, ¿qué hice mal? ¿En qué fallé para que esto pasara? O, viene una arrogancia de, “esto no es lo que merezco”, porque yo lo formé en Homeschool, o en la escuela cristiana, todos los domingos lo llevaba a la iglesia, lo lleve a todos los campamentos del que el mercado cristiano evangélico que en mi ciudad ofrecía; ¿cómo es posible? Hasta unos papás se enojan contra Dios, como un tema de Dios, tú lo que nos dijiste, y mira cómo está resultando esto; y Dios es tan amorosamente fino y firme en sus principios, que va a conceder eso, para regalar al alma del papá y la mamá, un tema de, “¿en dónde está tu corazón, ¿cuál es tu tesoro?”.

Susi: Me encanta que digas eso, Kike; porque creo que es algo que hemos descubriendo al hacer este Podcast ya por caso 3 años; mucho de la retroalimentación que recibimos, nos damos cuenta y en nuestra propia vida, Mateo y yo; o sea, al tener adolescentes, nos damos cuenta de esos aspectos de creer que, “porque yo hago algo bien, según yo, esto tiene que suceder”; es como una receta o una fórmula. Y simplemente la crianza, ni el trabajo con los jóvenes en la iglesia; no es así, o sea, no es de fórmula; pero gracias a Dios, que sí tenemos más recursos, que solamente nuestra propia fuerza.

Kike: No, y, es más, la gloria de estas pruebas, es de que van a botar tus propias fuerzas; porque repito, Dios es así, Dios está comprometido con quebrantarnos, no porque nos quiera destruir; sino porque Él habita con el quebrantado y humilde de corazón. Entonces, verdaderamente, quisiera, ahora sí, dar una palabra de ánimo para los papás que nos escuchan, en el destrabar la conversación de tu merecimiento o de tu frustración; porque tu foto de la familia cristiana no terminó al día de hoy; la historia no ha acabado al día de hoy, siendo como tú la planeaste.

Muchas veces los papás quieren que los hijos con problemas de sexualidad pidan consejería o vayan a consejería y muchas veces el papá o mamá es la que tiene que empezar en consejerías, porque es el que tiene primero que empezar a tener sabiduría; hay una definición que me gusta: “Sabiduría es ver las cosas como Dios las ve, y responder acorde a ello”, entonces el problema con un papá que tiene estos tipos de pruebas, es un tema de que, “esto no lo presupuesté”.

Uno de mis mentores Vance Pitman, en las Vegas, me encanta; él me enseño esto: “Mira Kike, de este lado de la eternidad, espera lo inesperado”, entonces, nuestra confianza no está en que nuestros hijos van a salir como planeamos, nuestra confianza está en que las cosas van a salir como Dios las planeó; y si creemos la Palabra, es su voluntad buena, agradable y perfecta, aunque no nos guste ahorita. Una palabra que yo uso con papás piadosos que tienen hijos con estas batallas, yo les digo: “No hay ninguna garantía en la Biblia, que te asegure Dios, que, si tú eres un papá piadoso, tus hijos van hacer piadosos”.

La Biblia está saturada de historias con papás piadosos e hijos paganos, papás paganos e hijos piadosos; entonces verdaderamente servir a quien nos está escuchando; decir: “El que tu hijo, hoy esté batallando con identidad de género, no te hace ni mejor papá, ni peor papá; te hace igual de necesitado de la gracia de Jesús, que cuando naciste de nuevo; de la misma gracia que tú clamas que tu hijo se encuentre, para que trasforme y no cambie su sexualidad”; porque sí quiero dejar esto claro, el tema central no es la sexualidad del muchacho, el tema central es el alma de la persona; hay algo que mucho enseñamos a nuestros papás: el tema sexual  no es un tema protagónico, es un síntoma; el elemento es un tema de autoridad.

El corazón del tema sexual no es un rollo, primeramente, un deseo; es un tema de un orden. Tú y yo lo sabemos, hay hijos que crecen tan oprimidos, que es un tema de: “¿Cuál es la autoridad? -mi papá, ¿qué dice mi papá que tengo que hacer?  -Esto, no, no voy a hacer eso; mi papá quiere que sea ingeniero, voy hacer un artista, (y cuando no hay esto), ¿hay una autoridad? Es Dios, ¿qué dice Dios? Que hay hombre y mujer. –No”. Entonces el elemento principal repito, no es sexual; es un elemento de orden; si tú quieres conectar la corriente, para que haya poder en el tema de sexualidad: “Y mira que eres un hombre y Dios te hizo así”. Y por más recursos apologético que tengas, tú y tu esposo tienen suficiente tiempo en el ministerio, para poder decir amén a esto: “No hay argumento que tú le puedas dar a alguien que tiene los ojos cerrados, porque no los va a ver”.

Tú le puedes dar la evidencia científica, la evidencia bíblica, la evidencia de tu amor, de tus mejores deseos para ellos; a menos que Dios abra sus ojos y algo interno tiene que pasar, para que lo externo pueda hacer match y conectar, y entre la corriente, que tenga este poder de Dios, para salvar a todo aquel que cree; no dice el que entiende, no dice que a todo aquel que sabe las respuestas y que todo lo que me dices hace sentido; es creer en lo que Dios es e hizo; y lo que tiene para mí en este desorden; en este caso en un tema sexual o un evento familiar.

Susi: Sí, excelente, yo creo que esas palabras realmente deben de dar esperanza a los padres, porque no depende de nuestra astucia y de todo lo que podamos pensar que nosotros podamos manipular, depende del Espíritu Santo, y eso es bueno, ¡es muy bueno!

Quizás podemos entrarle un poquito al tema en específico, creo que una de las cosas como prominentes en esta área, es que el mundo separa los sentimientos, la autopercepción del sexo biológico, o sea, cuerpo y mi persona interior, son dos cosas separadas; entonces un joven puede decir a su papá o a su mamá: “Es que no me puedes negar mis sentimientos, mis sentimientos son mi identidad y eso es quien yo soy, entonces, si tú me dices que yo no puedo vivir conforme a quien soy, me estás odiando como persona”. Esto es algo que se escucha y algo muy común que los adolescentes dicen; entonces, no sé cuál de ustedes dos quiere hablar de esto; pero, ¿cómo recomiendas que padres comiencen a manejar esto?, aun y cuando todavía no es una lucha full de identidad sexual, pero esa idea de los sentimientos y la identidad propia.

Kike: Quizás voy a hablar primero como pastor y como papá, para darle a Beltrán un tema como líder de jóvenes y como quien camina con estos chicos.

Lo acabas de decir brillantemente; el mundo promueve una agenda guiada por los sentimientos, se exalta el sentimiento como dios, no se va a decir así; pero el elemento es quien guía, quien dirige, el quien tiene que ser verdad; el elemento, y quiero, lo repito, tener otra nota de balance aquí; es que el tema del rollo de identidad de género no es nada nuevo; o sea, para mí, me da profunda tranquilidad ver que desde tiempos antiguos testamentarios, el problema estaba en la mesa desde Génesis; o sea, tanto así que, una ciudad bastante relevante en tiempos del Pentateuco, cuando llegan los ángeles, la biblia dice: “Todos los hombres querían abusar sexualmente de ellos”.

Entonces, esto no es un elemento que se puso de moda por Hollywood; porque también a veces los papás dicen: “No, es que son las películas, las redes sociales, son los videos juegos”. ¡Espérame, espérame! ¿Qué video juegos jugaban en Sodoma y Gomorra? ¿Qué películas había en Sodoma? El elemento aquí, es que, es un tema del corazón; y no hay nada nuevo bajo el sol; si no es nuevo, si la biblia habla de esto, Romanos 1 y 2, dice que uno de los síntomas, no de un tema sexual, no de un tema de sentimientos; sino de que: “Habiéndose Dios dado a conocer, uno decide decir, ¡no! Dios nos entrega una mente reprobada, para hacer cosas que no conviene”. Y uno de los síntomas, es el tema de disfunción o desorden en la vida sexual; no es nuevo, si la biblia tiene que decir al respecto, si la biblia vincula esto como un síntoma no como una realidad, no como una identidad, sino como un síntoma; que la enfermedad y el problema, tiene que ver con un duro corazón.

Ahora en la conmoración como papá y como pastor, es un elemento, 2 cosas; primero, es poner verdad adelante en amor, y poderle expresar al chico o la chica un tema de: Mira, La Biblia advierte sobre esta conversación; lo entiendo, el mundo te dice, es más Hollywood, Disney están saturados de, “sigue tu corazón, la respuesta está dentro de ti, si preguntas dentro de ti vas a encontrar la solución, busca en tu interior”, y todas estas patrañas, repito, nada nuevas, solamente hoy promovidas; antes promovidas en Areópagos, hoy promovidas en películas, en series y en libros; y el punto es esto, la Biblia habla de esto, acompáñame a ver Proverbios 3, te dice: “Confía en el Señor, con todo tu corazón, no te apoyes en tu propia prudencia”. Doctor: “Es que yo entiendo que soy esto, es que yo siento”, bueno, es lo que tú entiendes, es válido, la Biblia dice, no lo suprime, lo dice, no te puedes apoyar en eso.

Ale Sura, una buena colega, habla de las emociones y cómo las emociones pueden ser útiles; pero no pueden ser dios, no puede ser lo que marca tu identidad, no puede ser lo que marca tu destino; porque las emociones y los sentimientos, mañana pueden cambiar. Entonces, poner en mito esta verdad por delante, de modo que sea una invitación de decir: “Mira, estás ahorita en un reino saturado de lo que sientes, que la garantía dice que esto te va a fallar y va a cambiar; Dios te invita a un reino de lo que es verdad y no cambia; y en eso está su amor por ti, que, así como estás, Él te está ofreciendo un orden, una esperanza, un perdón y un propósito; un modo.

Y la otra Susi, y quiero decirlo también, porque como consejero, muchas veces he tenido que aconsejar a papás con esto, muchas veces en cierta edad, lo mejor que puede hacer un papá, es dejar ir a su hijo; el hijo pródigo habla de eso y es una historia que a todo el mundo le encanta, cuando uno es el pródigo; pero todo mundo batalla cuando uno es el papá. Pero si alguien se especializa en tener hijos rebeldes, tercos, obstinados, guiados por sus sentimientos, es nuestro Padre Celestial; la gloria del Evangelio para papás, es que nuestro Rey, nuestro Jesús, nuestro Mesías, nuestro Salvador, es encarnado este Dios, experimentado en quebranto, varón de dolores; entonces, tú no caminas esta batalla como un caso aislado, único; Él nos dice, que no nos ha venido nada que no podamos soportar, sino que juntamente con el problema, la tentación, la prueba, Dios da la salida para que podamos resistir; y aquí viene una palabra que oigan papás, no dice para que pueda resolver, dice para que puedas resistir, esta no es una batalla de tu capacidad de arreglar a tu hijo.

Si creemos lo que dice Jonás 2:9: La salvación es del Señor. Las batallas que tú puedas resistir en fe, esperando en el Señor y en la obra que Él va a hacer en la vida de tu hijo, y enseñarles a orar; y ya veremos más adelante en temas prácticos, porque es un tema de, “¿qué estás orando por tu hijo? ¿Cada cuándo estás orando por tu hijo? ¿Has ayunado por tu hijo? ¿Por el alma de tu hijo? Porque muchas veces nuestra oración es: “Dios ayúdale a ver que está en el engaño y el pecado; y libra su alma de…”. ¿Por qué no?, en vez de eso, pides: “Señor, como en mi vida tú permitiste después de años, las circunstancias necesarias para que yo te volteara a ver; Señor permite en la vida de mi hijo las circunstancias necesarias para que el voltee a ver para arriba, y no me dejes estorbarte, no me dejes ser un salvador funcional, no me dejes ser la cuarta parte de la trinidad, no dejes ser el que interviene para sacarlo; Señor permite en su vida las circunstancias que le puedan hacer voltear para arriba y ver que solo hay un camino, una verdad, y una vida y su nombre es Jesús”. Entonces, eso repito como pastor, y eso lo podemos platicar más adelante. Ahora, Beltrán, no sé si en el tema de con los chicos a bote pronto, como es que tú caminas estos temas.

Beltrán: Primero, cuando me ha tocado casos de consejería con chicos menores de edad, adolescentes; sí o sí, llega el punto donde hay que sumar a los papás, y los papá usualmente me encuentro con una lucha que me da mucha compasión, porque aún no soy papá, pero lo veo en todos, de que aborrecen los sentimientos de su hijo; es decir, “mujer siendo hombre lo aborrecen”. Decirles que, deberías de agradecer que tu hijo pudo expresar un sentimiento hacia ti como padre; no es el que quisieras, pero lo está externando, tenemos el caso y esto ha ido mutando a través de cada generación, como los sentimientos más a flor de piel, habemos quienes nos guardamos todo y cuando nuestros padres se enteran de algo, como bien dice Kike, se les rompe el ídolo y es, ¿quién eres? Cuando tu hijo te está diciendo: “Esto siento que soy”, primeramente, debemos de agradecer, porque Dios te ha dado la gracia de que él te lo externe, no de que te enteres en otros lugares.

Es muy doloroso ver a los papás viendo en qué se han convertido sus hijos, a través de sus pensamientos y sentimientos en la intimidad sin tomarlos en cuenta; donde toman en cuenta primero, debes de agradecerlo y número dos, aprender de Cristo. ¿Qué debemos aprender de Cristo? “Ni yo te condeno”, después de que todos te querían apedrear y que nadie fue capaz.  Recordar, ni yo te condeno, obviamente, no dejarlos ahí, pero recordar ese amor en Cristo, es una etapa de gracia, número dos, bien dice Kike, como padre debes de tener ciertas pautas y reglas, que primeramente debes de modelar.

Sufrimos una generación de una sexualidad y pensamientos sexuales desordenados; porque nadie nos explicó cuál era el orden de esos pensamientos, nadie nos explicó que íbamos a batallar con ellos; cuando llegan los pensamientos y estos sentimientos parecen innovadores y cautivan la mente del joven; pues obviamente se van a ir en pos de ellos; pero como nadie les ha enseñado a controlar o llevarlos cautivos, como dice la biblia, a Dios; pues le damos rienda suelta, ¿hacia dónde?, hacia un mundo que está preparado para conquistar el corazón de tu hijo, de tu joven, de tu adolescente, de quien tú aconsejas, y tristemente muchas veces más preparado que nosotros como creyentes.

El tema es cómo te preparas hacia ese momento que te esté externando esa lucha; en un rechazo inmediato, porque si ve un rechazo inmediato, no sé si te pasa cuando vas a un restaurant y te tratan mal tú no regresas, ¿por qué esperas que tu hijo regrese, cuando ha recibido ese trato de ti?, y hay un mundo que sí lo va a aceptar, incluso le va a aplaudir, le va a decir “qué valiente eres”, le va a decir, “tú eres la nueva generación, tú eres la evolución del sentimiento humano, que no se encadena a un género”.

Como creyentes muchas veces los tratamos mal y queremos que, en una sesión; que, en una plática, todo esto cambie, cuando, no sé, hay chicos que llevan 5 años batallando con eso; no esperemos que en 3 sesiones o en 3 meses esto cambie. Entonces, la batalla de estos sentimientos va más allá de solo sus acciones; sus sentimientos, va por su corazón. Acabo de dar una plática a consejeros el jueves pasado y les dije: “Cuando tú consejas a jóvenes tienes que tomar en cuenta 3 cosas esenciales, su pertenencia como número 1, su identidad y al final de eso su acción o su conducta”, no puedes saltar acción, conducta o pensamientos, sino tratas primero las dos primeras.

Entonces es, ¿a dónde pertenece? Porque muchas veces los hijos te están gritando: “Me estoy yendo en pos de algo más y pertenezco a algo más”; y pasamos por alto todas las alertas que esto conlleva. En  mi caso, te voy a poner un ejemplo muy sencillo: La primera vez que mi papá me vio con una playera de los Pumas, porque él le va al América, para él fue un escándalo, pero él no estuvo cuando yo cada domingo prendía la tele, porque a mí me emocionada ver el partido de los Pumas; entonces es un tema de, “en mi corazón creció una pasión por algo más, hasta que yo dijo, yo pertenezco a este equipo, no importa lo que mi papá diga, no importa lo que mi abuelo diga”, hoy en día, “no importa lo que mi pastor diga”; pero tenemos que ser muy sabios y ver qué está viendo, cómo se viste, qué escucha, a quién sigue; para poder irnos dando cuenta, ¿quién es mi hijo? Porque eso te va a decir dónde está su corazón.

Susi: Gracias Jesús, por esas palabras; porque se nota que has hablado con bastantes padres y jóvenes y que tienes esa experiencia; me encanta lo que dices, quizás entonces, en los minutos que nos quedan podemos comentar, ¿cómo podemos los padres, entender la lucha especifica? ¿Cómo podemos entenderles y ayudarles? O sea, yo soy una mamá y viene mi hija y me dice, que ella cree que es hombre, aunque su cuerpo es de mujer, que le gusta a la mujer y no a los hombres. ¿Cómo podemos entender esa lucha y ayudarles?

Beltrán: La Biblia siempre tiene razón, porque es inspirada por Dios, y Romanos 1:25, dice: “Porque ellos cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar de al Creador, quien es bendito por los siglos, Amén”. Entonces, tenemos que entender; siempre que llega un chico a pedir consejería (porque trato con chicos), es porque él ya cambió la verdad de Dios por la mentira, o sea ya compró una mentira.

La perspectiva errónea de creer que un niño cristiano, nació en cuna cristiana, es que todo el tiempo habita en verdad; pero tenemos que entender, la primera realidad es que él ya cambió eso, ya creyó una mentira, él ya no está perteneciendo; bien decía Kike, al inicio Juan 15, él ya no está perteneciendo a una vid, no está siendo conectado, ni dando fruto a una vid, que es cuidada por el Padre; él está perteneciendo a algo más, llevado a su vida, y va a vivir en pos de algo más; y muchas veces lo triste es ver que “en pos de algo más”, son usados por el mundo grandemente, son usados por satanás grandemente; porque vemos chicos de 16 años diciendo abiertamente soy homosexual, soy no binario y algo más, tienen miles de seguidores y el mundo los usa para perdición; cuando yo veo en la biblia un David que fue usado a la misma edad, para darle la victoria al pueblo de Dios, porque Dios tiene el mismo poder de usar a un chico, que para usar a alguien más.

Y muchas veces los hacemos menos, contrario a lo que la Biblia dice; entonces ellos quieren ser usados, porque son un costal lleno de energía, de pensamientos, de convicciones; que muchas veces los menospreciamos y les decimos: “Tú que sabes, tú que podrás hacer”; y ellos buscan donde puedan ser útiles. Entonces, ellos usan estas virtudes y habilidades que tienen, en algo que les hagan sentir que sí pertenecen. Kike usa mucho esta palabra: “Huérfanos del universo”; pero no existe ningún huérfano, sin antes un padre que lo haya abandonado; el tema es poder, si bien, no seremos como líderes o consejeros; los padres de estos chicos, sí ser estas figuras y hermanos que los lleven a una verdad absoluta que Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”.

Primeramente ellos tienen que entender y tienes que antojarles tanto pertenecer a Cristo, para que ellos puedan decir, “yo lo quiero”; un rapero no cristiano dice lo siguiente: “Esta generación vive siguiendo estrellas, sin ser reyes magos”; a eso le llamamos barras en este contexto; es algo que se me quedo grabado, porque sí, los chicos siguen estrellas, los chicos siguen algo que se les antoja, algo que ellos quieran ser, algo a lo que ellos quieran pertenecer; entonces, si tú como papá, no le has dicho, bien lo ha dicho Kike, continuamente desde el púlpito: “Los Torres hacemos esto”, y eso tiene un eco en Cristian, que más de una vez estoy seguro, Cristian ha dicho: “Los Torres hacemos esto”; porque él pertenece a una familia que se apellida Torres.

Como papá y mamá, te invito a que en tu hijo hagas eso, “Los…” y tu apellido hacemos esto; para que lo hagas perteneciente, no un miembro más, no algo que Dios mandó; no como esta frase de: “La bendición que cayó” ¡no! “Tú eres alguien planeado por Dios, para pertenecer a esta familia. ¿Qué hace esta familia? Le da gloria y honra a Dios, a través de nuestras luchas; porque muchas veces como padres no muestran sus luchas a sus hijos; parecen padres inmaculados y los hijos descubren sus pecados, truenan el ídolo y lo que dicen es: “Yo no quiero ser como tú”; entonces cómo les aconsejas acerca de género, de identidad. Ellos dicen: “Si tú eres eso, yo no lo quiero”, y buscan algo más; mi mayor consejo es que ellos te vean real en Cristo; como bien dice Kike, que ellos vivan tu quebranto contigo, que ellos vean cómo es que le pides perdón a tu esposa, honrando el diseño de una masculinidad, “sí te ofendí, sí atenté contra Dios y contra ti, y te pido perdón por eso”.

Que ellos te vean siendo real, que ellos entiendan primeramente a través de ti, por qué el sexo con tu esposa es lo más placentero en un tema sexual, que podrás tener; porque no lo dicen y ellos creen que una vida descontrolada sexual va hacer lo más placentero y solo estar con una persona no van a poder tener placer; porque eso vende el mundo, el mundo te dice: “No te cases” o “Cásate a los 40 años”. ¿Por qué? Porque ya habrás vivido, y ya no tendrás antojo ni de un hombre, ni de una mujer, ni de un objeto, ni de nada. Por qué no les antojamos el decir: “Cásate joven. Prepárate para esto”, porque ellos no ven el matrimonio como algo antojable, como algo que quieran ser.

Entonces, tenemos que ser esas estrellas; y no hablo del glamour, no hablo de un tema económico; Juan dice que brillemos; Cristo dice que seamos luz, porque tenemos su gloria, tenemos su mayor mensaje como papás y que ellos digan: “Yo sí quiero ser como mi papá; porque lo vi pecar, lo vi arrepentirse, lo vi adorar a Dios”; y esa es la mayor arma que como padre puedes tener, que lo hagas pertenecer; como líder, tienes que antojarle y ese es mi trabajo; siempre les digo y tenemos un equipo de futbol, Dios nos permitió ser campeones apenas; tenemos un chico que es gamer, pero no habla con absolutamente nadie, él llegó porque un día no teníamos portero y ahí llegó; y hoy en día dice: “Yo quiero ir a Hacedores, porque quiero abrazar y gritar y celebrar como ustedes lo hicieron cuando quedaron campeones”.

Ese es nuestro trabajo, que él entienda que pertenecemos a algo mucho mayor que lo que sentimos; tienen que entender que su dios de sentimientos no es más que polvo u olas que van y vienen todo el tiempo, pero no son la roca; tenemos que hacerlos pertenecientes a esa roca, para que ellos puedan de ahí, una vez que pertenezcan a Cristo, sí, tener una identidad en Él, pero no antes; el tema con la misma frase o palabra lo dice identidad de género, es que deriva su identidad en un género; y el mundo te va a decir: “Sí, los hombres hacemos esto y si yo no encajo con lo que los hombres hacen, pues nada más me equivoqué biológicamente; porque me dice que tengo mi identidad de otro género”.

Pero hasta que no pertenezcas correctamente a un madero o seas redimido, no podrás atacar la identidad; porque seguramente lo tronarás con un estereotipo que el mundo o que tú mismo como papá tienes para tu hijo, y todos somos distinto. entonces, una vez que su pertenencia esté en la cruz, en Cristo, su padre, que escuche un Isaías 43, “Yo te formé y te hice”; sí tus sentimientos; sí, con tu gusto a jugar con las barbies; sí, con tu gusto a cocinar; sí, con eso yo te formé; porque yo te puedo usar para mi gloria A través de eso, podemos ok, “sabes que, hay cosas que tú haces que no honran una masculinidad en Cristo”, y podemos ir, como bien dice Kike, ahí sí el labrador podrá ser Dios, porque pertenecerás a la vid y te va a ir podando, como nos está podando a todos; no ver su lucha tan burdamente, como tu lucha a su edad, ¿qué era lo que querías?, lo único que querías era salir de la escuela, tener una tarde de diversión con tus amigos, reírte, cansarte y dormir, era lo único que querías; y es lo que ellos buscan, no hay nada nuevo bajo el sol; no es algo que tú no hayas experimentado; sí, tal vez no era un tema de homosexualidad, tal vez no era un tema de género, pero sí en tu lucha, sí en lo que Dios te permitió vivir, muchas veces por querer evadir una consecuencia, mentías, y generaste un hábito de mentiras y hoy en día es una lucha arraigada en tu corazón, porque mentimos para no sufrir consecuencias; y la lucha de tu hijo, o tu hija no es distinta; porque para ti las consecuencias de un estereotipo o de encajar en una sociedad dice:

“Hoy esta más cool” o “es mejor ser gay, me aplauden más”; ahí está la lucha de tu hijo. Yo siempre les digo a los papás: “La lucha de tu hijo, no está en el pecado, está en la tentación”; porque en el pecado, pues ya se entregaron; y tenemos que entender algo, el pecado que hay dentro de nosotros, es lo que hace atractivo el pecado que hay fuera de nosotros; si no hubiera ese pecado en nosotros, pues qué importa, lo hay al lado de nosotros; pero lo hay, y tienes que entenderlo como papá, a tu hijo le va a ser atractivo el pecado que hay fuera de él; entonces, Jesús dijo: “Velad y orad, para que no entréis en tentación”; entonces, como papá primeramente, tienes que velar y orar, para que tu hijo no entre en tentación; y si es que llega a entrar en tentación, como bien citó Kike, que Dios le dé la salida y tenga la sabiduría de poder salir. Si tu hijo no está en el camino de Dios, lo más sabio que puedas hacer y lo más amoroso es pedirle a Dios que le rompa el corazón.

Porque, no hay salvación sin quebranto; número dos, no hay convicción sin duda. Creo que los tres podemos decir en algún punto, satanás nos hizo dudar de nuestra fe; y a través de eso, es que llegó una convicción de, ¡claro que existe un Dios, que perdonó mis pecados! Y tenemos hoy una convicción; entonces, que tu hijo pueda dudar de su sexualidad, puede ser su paso a su convicción. El tema es cómo lo llevamos a esos pasos.

Bien has dedicado algunos episodios para decir cómo es una masculinidad bíblica y una feminidad bíblica; no quiero adentrarme mucho en ello, pero sí, a qué pasos debes de seguir, Kike bien decía, no le vas a confesar todo a tus papás. Lo que tu hijo te confiesa es el 10% de lo que ha hecho o de lo que piensa o de lo que siente; tu hijo siempre abre su corazón con algo o con alguien que no eres tú, el tema es, ¿hacia dónde lo estás apuntando y guiando? Tú antojas a tu iglesia como un cristianismo ñoño, donde no pecan, no se va a abrir; porque si ahí no pecan, “¿qué voy a hacer yo, abriendo mi corazón pecaminoso?, sencillamente les veré a la cara y diré que mi batalla es no hacer el devocional”. Cuando hay un “n” número de situaciones más.

Número dos: ¿Has invertido en tu hijo como amigo? Porque te aseguro que tu hijo o el joven se ha abierto 10 veces más con su amigo, que con su líder o con su padre; y muchas veces tenemos que tener estas dicotomías de líder-amigo, de papá-amigo, para que ellos puedan abrirse en un momento de amistad para contigo y puedan pedirte consejo como su amigo.

Siempre les digo esto, “es más fácil abandonar una consejería, que una amistad”. El tema como consejero es primeramente, en jóvenes ser su amigo, entonces hay consejerías que me los llevo al gimnasio, a las alitas, a jugar, a hacer algo; entonces, la amistad y este tema de cercanía, juega un papel esencial, porque sin eso no te pueden ver real; porque como consejero o como padre te verán una hora al día, si bien es que nos va, como consejero dos horas a la semana; pero ellos tiene 24/7 las tentaciones; tienen 24/7 sus pensamientos; ellos tienen que velar y orar 24/7, y si no te ven a ti modelarlo y hacerlo, va hacer muy difícil que ellos puedan hacerlo.

Susi: Yo creo que lo que decías de la amistad, creo que ha habido un énfasis y en parte sano, porque los padres no podemos tener como la meta principal, ser amigos de nuestros hijos; tenemos que ser autoridad, pero eso cuando van llegando a la adolescencia, es súper importante, tener una relación de amistad y seguimos siendo una autoridad en su vida; pero creo que hemos fallado muchos padres en ese aspecto, nuestros hijos creen que los vemos como proyectos, que estamos produciendo; y cuando ellos saben que van a fallar en un punto de nuestro proyecto, que vamos a sentir que la calificación de nuestro proyecto de crianza va a bajar; entonces, no quieren abrirse con nosotros. Me encanta ese punto de la amistad con los hijos, desde chiquitos; pero ya llegando a la edad de pre adolescencia es súper importante eso.

Kike: Sí y creo que lo acabas de decir, es increíble Susi, porque creo que cuando hay un papá normal como yo; hace unos años escuchaba este tema, de creer su amigo. Los que crecimos en ciertos formatos fundamentales, “pero yo no soy su amigo, soy su autoridad”; y es un tema de, espérame, salte tantito de tu expectativa y de tu rol como te formaron, porque quizás tu papá jamás fue tu amigo y no saliste tan mal; Jesús siendo Rey, dijo: “Ya no les llamaré siervos, les llamaré amigos”; entonces sí creo que, es un atributo de Jesús; si eres cristiano que debes de seguir, el amar de una manera a gente inferior, conectando un nivel con ellos, conviviendo con ellos y viendo sus errores y siendo mansos con ellos; entonces, sí, tú lo acabas de decir muy finamente, no es el objetivo central y principal ser amigos; es una carta que tienes que tener a la mano, que tienes que saber jugar; porque si no la tienes, repito, tú vas a perder el corazón de tus hijos. Me encanta esta palabra y quizás ya debemos terminar, porque ya nos tardamos, estoy viendo que nos pasamos.

Invitar de verdad a toda la gente que se quiere preparar en este tema, tú lo sabes, “Con tu consejo”, con la conferencia que equipamos a iglesias, a gente al tema de consejería, pero verdaderamente como desafiar; un texto que a mí, siempre en el tema de paternidad, Dios me da un tema de esa promesa que Dios dice: “Él volverá el corazón de los padres hacia los hijos, y los hijos hacia los padres”; el orden no ha cambiado, el problema con muchos papás es que demandan, y quieren que el corazón de mi hijo regrese; pero el mío ya no está con él, porque me falló con esto, no cumplió mis expectativas con esto, yo esperaba que fuera esto y no fue esto; y ¡no!, es al revés, Dios va a inclinar tu corazón al de él, para amarlo donde él está; ser Jesús, seguir a Jesús en eso, y en respuesta en el tiempo de Dios nuestra esperanza es que Dios vuelva el corazón de él al tuyo.

Entonces, puedes poner en la mesa este tema de, ten ánimo, ten esperanza, no es el final de esta historia, mientras haya pulso hay un propósito y una esperanza y un perdón en la mesa; y te toca a ti, no demandar que el corazón de tu hijo se abra contigo, sino tu quizás abrirlo primero con él, ahorita yo en nuestro evento de hombre que tuvimos, interno en la iglesia, algo que estoy comprobando y es chistoso y nunca lo pensé; porque yo crecí y pues tu papá y tu mamá te decían: ¿Cómo te fue en la escuela? Y tú contestabas, bien, o sea, con monosílabos; hasta creo que era molesto, como un tema de que te importa y de repente con esta nota de Dios: “Vuelve el corazón tuyo al de tu hijo, después el de tu hijo, a ti”.

Empecé a mi hijo, en vez de, pasar por él a la escuela y preguntarle, ¿cómo te fue? Yo le contaba cómo me fue; le digo: “Te cuento, aquí obtenemos el ángelu, “a” es algo increíble, “u” es algo chafa; entonces, mi “a” es esto y esto, “u” estuvo bien chafa esto y esto”. Al segundo día Susi, al segundo día, yo no le tuve que preguntar a él, yo terminé lo mío y él me contó; “yo te cuento, pasó esto”; y es como decir: “¡Dios, sí tiene razón!”.

El problema es que somos injustos y queremos de nuestros hijos algo, que ni siquiera hemos dado nosotros en la mesa; porque pagamos cuentas y pagamos colegiaturas, invertimos tiempo, los llevamos a la iglesia, esperamos que esa fórmula sea: “Hijos que nos amen y amen al Señor”; y tiene que ser al revés, tienen que: “Amar al Señor”; y mi chamba es amarlos de parte del Señor, para que lo amen a Él.

Susi: Amén, la verdad es que, sí ha corrido bastante el tiempo; pero muchísimas gracias por su contribución al Podcast de Crianza Reverente, y a la comunidad general cristiana; gracias por la conferencia como mencionabas ahorita Kike, quiero destacar eso, puedes ir a www.contuconsejo.com, puedes ver las opciones de eventos en línea y también en presencial en Querétaro, cada año, y realmente es un programa de consejería cristiana, muy buena, muy bíblica y gracias por el esfuerzo que ustedes hacen ahí, para que esto vaya creciendo, que más pastores y padres y líderes de jóvenes, y todos estemos preparados para ayudar a la siguiente generación también, así que, gracias por eso.

Y entonces, aquí nos despedimos en este último episodio de la serie sobre la ideología de género y gracias porque nos has seguido hasta aquí; y ahora vamos a tomar un tiempo, unas semanas para prepararte la siguiente serie, así que al pendiente en las redes sociales y en tu plataforma de YouTube o en donde te guste seguir a Crianza Reverente, ¡gracias y que Dios te bendiga!

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