Serie: ¡Auxilio!

Ep 135: ¡Auxilio! ¿Cómo ayudo a mis hijos en sus amistades? con Chap Bettis

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junio 6, 2023

Los amigos son un elemento esencial de la vida. Dios creó a los seres humanos para relacionarse entre sí, y la amistad es un invento precioso de Dios, dado como un don a sus criaturas. Pero para los niños y adolescentes, las amistades pueden tener una influencia desmedida o torcida, y los padres tenemos la responsabilidad de discipular a nuestros hijos en esta área importante de la vida. Chap Bettis nos ayuda a pensar bíblicamente sobre este tema.

Libro digital en Kindle: Padres que Hacen Discípulos por Chap Bettis

Artículos que contienen material del libro «Padres que Hacen Discípulos»:

Cuatro enfoques para un hogar lleno de gracia

Hazles buenas preguntas a tus hijos

Cómo NO pedir perdón

Mitos comunes que los padres creemos

Transcripción del episodio:

Susi: Estamos de regreso aquí en el podcast de Crianza Reverente con otro capítulo de nuestra serie que se llama simplemente, “¡Auxilio!”. Uno de nuestros objetivos para esta serie es que nosotros, como padres, recordemos nuestra desesperada necesidad de ayuda y crecimiento en nuestra crianza. Nunca debemos pensar que ya hemos llegado; siempre hay espacio para crecer. Estamos hablando de algunas áreas específicas en las que normalmente no pensamos que el discipulado de nuestros hijos pueda hacer una gran diferencia.

Así que hoy, estoy emocionada porque estamos haciendo algo muy especial. Por primera vez, he entrevistado a un invitado en inglés. Hemos traducido la conversación y ahora escucharás la voz de nuestro invitado, Chap Bettis, en español en la voz de Pedro Marquez. Nuestro invitado conejillo de indias es el autor y podcaster Chap Bettis. La siguiente conversación, entonces, ha sido traducido y grabado en español.

Chap, muchas gracias por estar dispuesto a invertir tiempo en nuestros oyentes de habla hispana, aunque tú mismo no hablas español. ¿Puedes contarnos un poco sobre ti?

Chap: Sí. Gracias por invitarme. Es un privilegio hablar contigo. Crecí en un hogar cristiano y creo que llegué a la fe genuina a los ocho años. Pero luego tuve una complicada transición desde de la fe de un niño a la fe de un adulto. Llegué a estudiar en una universidad en Nueva Inglaterra, la zona al extremo noreste de EEUU, que es un lugar muy hostil al evangelio. Irónicamente, en mi escuela secular, encontré recursos que me convencieron de seguir a Jesús, que Él es el camino, la verdad y la vida, y que el evangelio es verdadero.

Terminé invirtiendo mi vida en llevar el Evangelio a Nueva Inglaterra. Planté y pastoreé una iglesia allí durante 25 años. Y durante ese tiempo, Dios me bendijo con una esposa. Sharon y yo llevamos casados 35 años. Tenemos cuatro hijos que ahora tienen entre 25 y 315 años. Aún recuerdo que cuando mi hijo mayor tenía unos cuatro o cinco años, me quedaba pensando: «¿Hacia qué estoy apuntando en la crianza?»

Creo que la Biblia, Efesios 6 en particular, nos dice que debemos entrenar a nuestros hijos para que nos obedezcan. Pero nuestro objetivo final es que sigan a Cristo. Queremos que sigan a Jesús como adultos. Y no podemos controlar eso. Dios tiene que hacer la obra. Pero quiero hacer todo lo posible para influir en ellos para que amen al Señor. Realmente me sentía como si no tuviera un guía. Miré a mi alrededor y no encontré ningún recurso. Así que comencé a hacer las siguientes preguntas con otras personas en mi iglesia: “¿Cómo les paso el evangelio a mis hijos? ¿Cómo los discipulo? ¿Cómo evito que tengan esa transición complicada que tuve yo?”.

Así que, eso es un poco sobre mí. He estado involucrado en el ministerio actual que tengo, Padres que Hacen Discípulos, por 10 años a tiempo completo. Dios me dio el deseo de dedicarme al ministerio a tiempo completo. Gracias a Él, el libro “Padres que hacen discípulos” ha sido bien recibido por varios líderes cristianos.

Susi: ¡Genial! ¡Me encanta! Lo leí, y lo aprecié mucho. Algo que me gusta de tu libro es que, en muchos sentidos, es transcultural porque es muy bíblico. ¡Y la Biblia se aplica a todos! Lo que en especial me encanta es el énfasis que tienes sobre el discipulado. Esto es algo que hemos intentado enfatizar mucho en este podcast: que la crianza de los hijos es discipulado. Es la perspectiva clave que debemos tener.

En tu libro, “Padres que hacen discípulos”, dices que “los padres que hacen discípulos equiparán a sus hijos para tener amistades bíblicas”. Qué bueno que hables de eso porque hoy en día no se habla mucho de estos temas en la crianza. ¿Podrías comenzar este episodio sobre cómo ayudar a nuestros hijos con sus amistades, dándonos la base para esa declaración en tu libro? Y también hablar de por qué sería importante asegurarnos de que estemos incluyendo el aspecto de las amistades en nuestro discipulado en el hogar.

Chap: Como padres, Dios nos ha dado el privilegio de influir en nuestros niños, en sus almas eternas. Y podemos entrenar a nuestros hijos en todas las áreas diferentes. Creo que no nos damos cuenta de que la Biblia habla de amigos y amistades y de tener discernimiento con las personas con las que estamos. Por ejemplo, Proverbios 13:20 dice: “El que anda con sabios, sabio será; mas el que anda con necios, será quebrantado”. Y eso va dirigido a adultos.

Luego Pablo, en medio de su discurso sobre la resurrección, se detiene. Es un poco extraño. De repente inserta esta afirmación sobre “las malas compañías que corrompen las buenas costumbres”. Y creo que la razón por la que lo hace es porque tiene que volver a enseñar a los corintios algo que ya les había enseñado. Y ¿por qué se han desviado de ello? Bueno, habían estado “pasando el rato”; la palabra ahí transmite la idea de “mi grupo de amistades no son cristianos”. Entonces, lo que Pablo está diciendo es esto: “La razón por la que tengo que volver a enseñarte y volver a convencerte acerca de la resurrección es por la compañía que tienes”.

Por lo tanto, para los adultos, las amistades son importantes. Creo que solemos pensar mucho en ello, pero esto es muy cierto para nuestros hijos que están creciendo. Mientras intentan navegar por su mundo sienten la atracción de las amistades. Así que estamos hablando de una habilidad, una habilidad bíblica, diría yo. Se trata de desarrollar un discernimiento bíblico con respecto a preguntas como “¿Qué es la amistad? ¿Quiénes deberían ser mis amigos? ¿Cómo amo a todos? etcétera. Por todo esto, creo que esta es una de las muchas formas en que podemos influir en nuestros hijos y enseñarles la Biblia. Un área en la que debemos ayudarlos a pensar es en la amistad.

Susi: Estoy totalmente de acuerdo. Creo que es un área en la que a menudo los padres simplemente no ejercemos mucho cuidado. Quizá nos ayude si podemos estar seguros de entender de qué estamos hablando. ¿Qué dirías que es un amigo? ¿Y por qué nosotros y nuestros hijos necesitamos amistades?

Chap: Dios nos ha hecho seres sociales. Somos personas sociales. Y no es bueno que estemos solos, ya sea sin cónyuge o sin otras personas. En 2 Timoteo, Pablo le dijo a Timoteo: “Sigue la justicia junto con los que de corazón puro invocan a Dios”. Si miramos la cantidad de veces que aparece la frase “unos a otros” en el Nuevo Testamento podemos profundizar un poco más y pensar: “¿Qué es un amigo?”

Incluí una definición en mi libro, y es algo así: “La amistad es una relación afectiva y de apoyo mutuo en torno a algún interés”. La primera parte, “una relación afectiva y de apoyo mutuo”, eso lo entendemos. Pero es la segunda parte que creo que no siempre entendemos. Creo que no nos damos cuenta de que la amistad gira en torno a algún tipo de interés común. Esa idea vino de C.S. Lewis. No es original conmigo. Pero la idea es que algo nos une. Entonces, uno no puede ser un amigo simplemente porque tiene el deseo al azar. Somos amigos por algo.

Para un cristiano, la amistad se trata de crecer para ser como Cristo. Obviamente, hay otras cosas que pueden unirnos, y podemos divertirnos practicando deportes juntos. O para las mamás primerizas, las amigas pueden ser mamás primerizas. Ese interés común nos acerca, y puede existir esta cálida relación. Ese aspecto de la amistad nos une.

Susi: Esa es una distinción realmente útil. Creo que muchas veces nosotros, como padres, pensamos: «Cuánto quiero que mis hijos elijan buenos amigos». Pero tal vez no estamos intencionalmente ayudando a dirigir sus intereses. Entonces terminan eligiendo amigos con los que comparten intereses en áreas donde no hemos tenido cuidado. Tal vez les dejamos que se interesen en los videojuegos o en otras cosas potencialmente adictivas, dañinas, etc. Y terminan buscando amigos que compartan esos intereses que, en primer lugar, ni siquiera son saludables. Esta es una corrección los padres debemos hacer para entender mejor cómo son nuestros hijos. Creo que muchas veces nos olvidamos de lo humanos que son nuestros hijos. Son como nosotros, y hacemos lo mismo que ellos.

Sabes, nuestros hijos interactuarán con mucha gente a lo largo de sus vidas. Y no pueden ni deben ser amigos de todos ellos. Pero no queremos que nuestros hijos sean antipáticos y simplemente excluyan a las personas todo el tiempo a menos que sea su mejor amigo. Entonces, ¿cómo podemos guiar la comprensión de nuestros hijos sobre la diferencia entre ser amable con las personas y tener relaciones cercanas? ¿Cómo podemos ayudarlos a ser sabios al elegir amigos sin excluir a las personas que no necesitan excluir?

Chap: Creo que parte de la ayuda es darse cuenta de la distinción que acabas de mencionar: que debemos ser amables con todos, pero ser amable con todos no significa que seamos amigos de todos. Debemos amar y aceptar a todos. Como cristianos queremos mostrar que, en cierto sentido, nunca debería haber grupitos exclusivos de amigos. Siempre hay lugar para uno más.

Dicho esto, también hacemos una distinción. Está bien decir: “Aquí están mis amigos más cercanos”. Tal vez no lo has pensado antes, pero Jesús también tenía estas distinciones. Piénsalo. Él tenía las multitudes. Tenía setenta. Tenía doce. Pero incluso entre los doce había tres más cercanos. Y luego, entre los tres, Pedro era el líder. Pero Juan, mientras escribe el Evangelio de Juan, se refiere a sí mismo como “el discípulo a quien Jesús ama”. Así que al parecer Juan era el mejor amigo de Jesús. Jesús tenía un mejor amigo, y fue el apóstol Juan. Y eso está bien. Y así es la vida. Entonces, por ese lado tenemos eso a lo que te estabas refiriendo.

Pero también creo que debemos anticipar y enseñar antes de que las cosas sucedan. Algo que pasa con los niños (y quizás con todos nosotros, pero especialmente con los niños) es que naturalmente defenderán a sus amigos ante sus padres. Si vemos que eso ya está sucediendo, entonces ya existe un amigo, y necesitamos ponernos al día. El momento adecuado para hablar de esto es de antemano. Es un área en la que vamos a pensar y hablar juntos.

También está relacionado con un tema que afecta a todos porque somos humanos: afecta a nuestros hijos y a nosotros también: el amor a la popularidad, el temor al hombre. Queremos ser populares. El internet solo echa gasolina a ese deseo de ser popular. La atención es la moneda oficial del Internet. Si puedo agradar a mucha gente, entonces soy popular. Entonces estoy bien. Entonces soy una persona genial. Por lo tanto, parte de esto es darnos cuenta de que vamos a tener que ayudarlos a luchar contra ese deseo que está en todos nosotros.

Creo que tal vez otra cosa que incluiría mientras navegamos estos asuntos con nuestros hijos es el aspecto de cómo uno reacciona a sus amigos. Existe la analogía del termostato y el termómetro. ¿Eres tú quien influye en la amistad como el termostato influye en la temperatura? El termómetro solo refleja la temperatura. Entonces, cuando estás cerca de esa persona, ¿qué está pasando? ¿Cuál es la dinámica? ¿Estás siendo influenciado? ¿O la estás influenciando? Creo que hay maneras en las que nosotros como padres podemos guiar a nuestros hijos y decir: “Queremos ser amables con todos. Somos influenciados por nuestros amigos. Parte de esto es identificar lo que está pasando en tu corazón con esta persona en particular”.

Susi: Nosotros hemos criado a tres hijos. No son tan grandes como los tuyos. Pero tienen 16, 19 y casi 21. Y cada uno es tan diferente. Uno podría tener la tendencia natural de ser ese termostato. El que tiene influencia y establece la temperatura para el grupo de amigos. Pero la tendencia de otros sin duda será más tipo termómetro, el que solo refleja lo que está pasando con quien tiene más influencia en el grupo. Y ahí, como padres, (como tú decías) debemos ponernos al corriente.

Nos damos cuenta de que no nos estamos comunicando con ellos (o tal vez podríamos decir discipulándolos) tan a fondo como deberíamos en estas cosas porque nos enteramos de una amistad cuando la fuerte influencia ya está ahí. Obviamente, no podemos ser policías en la vida de nuestros hijos. Eso puede provocar que busquen desarrollar amistades a escondidas de nosotros. Simplemente creo que nos has dado una manera sana de pensar en ello. Me gusta esa imagen mental porque siempre debemos intentar hablar con nuestros hijos sobre la influencia. ¿Quién te está influenciando? No está mal que otras personas te influyan, a menos que puedas detenerte, pensar y darte cuenta de que la influencia que ejercen sobre ti no es buena. Creo que es una imagen mental muy útil para los padres. Los padres tenemos que entablar conversaciones con nuestros hijos sobre sus amigos.

Me llama la atención lo que dijiste sobre cuando un niño defiende a su amigo es una muestra que le tiene lealtad. Ya se ha desarrollado una amistad. Ese es un aspecto muy importante que los padres debemos tener en cuenta. Así que la influencia es uno de los aspectos clave, ¿no? Y creo que eso es muy útil. Estas son algunas de las cosas prácticas que me costó descubrir cuando mis hijos eran más pequeños. Así que me encanta que hayas escrito sobre ello en su libro. Y los padres jóvenes tienen la oportunidad de prepararse un poco. Genial.

Chap: En la etapa en la que estás con tus hijos de esas edades, la influencia de ustedes como padres está disminuyendo. Ellos están tomando sus propias decisiones. Eso es lo que queremos, ¿no?, a diferencia que niños pequeños de 4 años tomando sus propias decisiones. Entonces a esta edad mayor, nuestra comunicación tiene que ser un poco más sofisticada en el sentido de decir: “Quiero que florezcas. Estoy un poco preocupado por tu relación con tal persona”.

No debes ser controlador. Pero estás llamando, diciendo: “Veo esto, o creo que veo esto. ¿Es así? ¿Crees que tengo razón? Estoy un poco preocupado por eso”. E incluso como padre, en ese momento, es posible que no podamos cambiar las cosas, pero aún tenemos influencia a medida que crecen.

Susi: Así es el discipulado, ¿verdad? Por ejemplo, podrías tener influencia sobre un creyente más joven en tu iglesia. Tal vez en realidad no tienes autoridad sobre esa persona. Aunque creo que obviamente tenemos cierta autoridad mientras nuestros hijos vivan bajo nuestro techo. Pero definitivamente, como dice Tedd Tripp, esa autoridad disminuye; y la influencia aumenta. Pero todavía tenemos una oportunidad para el discipulado si hemos construido una relación saludable con nuestros hijos mayores. Creo que esto es genial para alguien con ese niño de dos años o de cinco años o de diez años, y están luchando. Desarrolla esa comunicación y esa influencia de discipulado que pueda mantenerse incluso hasta que sus hijos tengan sus propios hijos. Todavía eres capaz de mantener esa influencia. Esto es de mucha ayuda.

Chap: ¿Podemos hablar de eso un poco más? Porque una de las cosas que realmente considero en la crianza de los hijos es el afecto y la autoridad. La idea es que yo soy la autoridad, pero también quiero mantener una relación cálida con ellos. Entonces, debo tener estos dos principios en mente, y buscar mantener esa relación cálida. No sé cómo se traduce esto en la cultura latinoamericana, pero en los Estados Unidos, llevaría a mis hijos a citas de donas. Esa fue una manera fácil de mantenerse conectado con sus corazones. Tuve cuatro hijos y soy un pastor ocupado. Así que solo salía una vez a la semana.

Susi: Aproximadamente una vez al mes, cada uno de sus hijos tenía una cita con usted.

Chap: Sí, cada niño llevaba un registro, así que ellos sabían a quién le tocaba.

Susi: Y las donas no son caras, así que no es una gran inversión.

Chap: Exacto. Realmente creo que la inversión fue de cinco dólares y una hora de mi semana. Fue una gran manera de mantener esa conexión del corazón. Platicamos de sus amigos, sí, pero también se trataba de que mantener mi amistad con ellos. Esto provee de una conexión. Y no tienen que ser donas, puede ser otra cosa, pero que sea algo que estoy haciendo para desarrollar la relación con ellos.

Susi: En México puede ser taquitos 😊.

Chap: ¡Genial!

Susi: Pero estoy de acuerdo. Como sea que lo hagas en tu cultura familiar, estás demostrando ese cariño y sacrificio de tiempo. Y al hacer eso, en realidad estamos mostrando un ejemplo de cómo ser un buen amigo. Y eso es algo sobre lo cual quería preguntarte. Creo que es común que los padres nos enfoquemos en cuidar y defender a nuestros propios hijos, entonces cuando pensamos en amistades, pensamos solo en la perspectiva de lo que conviene a nuestros hijos. Y, obviamente, tenemos que hacerlo, ¿verdad? Necesitamos protegerlos de amistades que son una mala influencia para ellos cuando son más pequeños y todo eso.

Pero ¿qué hay de enseñar a nuestros hijos a ser ese buen amigo cuando ese otro niño en su clase es un niño problemático? No queremos que esos niños tengan demasiada influencia sobre nuestro hijo, pero al mismo tiempo queremos enseñarles a ser buenos amigos. O incluso cuando tienen amigos que nos gustan o que creemos que están bien, ¿cuánto deberíamos centrarnos en ser buenos amigos en lugar de solo tratar de encontrarles buenos amigos?

Chap: Nacemos pecadores. El pecado hace que nos enfoquemos en nosotros mismos. Y eso es cierto para nuestros hijos también. Y entonces parte del discipulado no es sólo el discernimiento, sino también el ser amigo. Tienes la oportunidad de caminar junto a estas personitas, enseñándoles a ser compasivos, enseñándoles a aclarar un malentendido.

Recuerdo una vez (creo que conté esto en el libro) donde hubo algún tipo de falta de comunicación entre mi hijo y un buen amigo, otro chico. Recibí una llamada de sus padres, los padres del amigo, y le explicamos a nuestro hijo, paso a paso, cómo aclarar el malentendido. Llamó a su amigo y aclaró las cosas. Así que, incluso esa habilidad de cuando tienes malentendidos (y los tendremos), enseñarles a no huir de ellos, sino buscar a la persona. Necesitamos enseñar a nuestros hijos cómo hablar sobre el conflicto, cómo reconciliarse y cómo mantenerse firme cuando la situación lo amerita.

Susi: También nuestros hijos van a ver que alguien ha pecado contra nosotros. Pecarán contra nosotros y tendremos que perdonar si queremos conservar una amistad. A veces ni siquiera es sólo un malentendido; alguien me mal, o yo le hice mal. Eso es aprender a vivir el Evangelio en nuestras amistades.

Chap: Así es. Absolutamente. Así que sí, tenemos la oportunidad de enseñarles, “OK, vamos a mostrar amor aquí. ¿Cómo se ve el amor? ¿Cómo perdono?” Todas esas cosas; creo que todo eso se ve mucho más simple cuando nuestros hijos son pequeños. Pero en muchos sentidos, es exactamente por lo que pasamos los adultos. Parece más complicado en el mundo de los adultos, pero sí, podemos entrenar a nuestros hijos. Y usarán esas habilidades relacionales el resto de sus vidas.

Susi: También estaba pensando en el hecho de que nuestros hijos resultarán heridos, y no sólo en pequeñas disputas y riñas. Nuestros hijos están creciendo en un mundo roto; perderán amistades porque los amigos se mudan o porque las familias se aíslan. Tal vez una familia de la iglesia deja la iglesia y se aleja. No sé. Perder a un amigo podría ocurrir por cualquier motivo incluyendo la muerte. Podrían sufrir heridas en una amistad y ese amigo no quiere reconciliarse. Entonces, como padres, ¿cuáles son algunas perspectivas que deberíamos tener e incluso algunas cosas prácticas que podemos hacer? ¿Y cómo nuestra fe y nuestro enfoque, específicamente en el discipulado, nos equipan para caminar con nuestros hijos a través de ese tipo de cosas?

Chap: Creo que Jesús sabe lo que es ser traicionado por un amigo. Entonces cuando habla de Judas, cita un Salmo donde habla de la traición de un amigo. Todos vamos a experimentar el dolor que viene de amar a alguien y perderlo. Así que tenemos la oportunidad de guiar a nuestros hijos a través de esto. En última instancia, el Señor es nuestro mejor amigo. Él es el proveedor de amigos para nuestros hijos. Y los amigos son un regalo de parte de Él.

También tenemos que aceptar hay momentos que debido al pecado, las amistades dejan de ser. Parte de amar incondicionalmente a las personas es darse cuenta de que hay momentos en que las personas van a alejarse. Y, de nuevo, tenemos la oportunidad de guiar a nuestros hijos a través de eso, tan doloroso y difícil como puede ser.

Creo que uno de los desafíos interesantes (y he hablado con mis propios hijos adultos sobre esto) que la tecnología nos brinda ahora es que no estamos limitados por la geografía. Seguimos siendo amigos, amigos de Facebook, amigos de Instagram con gente del pasado. Y nos mantenemos al día con sus vidas. Tal vez sea algo generacional, pero no sé si eso es bueno. Siento que solo tengo tantos espacios en mi vida para amistad cercana. Así que necesito dejar ir las amistades cuando sea necesario.

Puedo decir: «Hombre, me encantaba pasar el rato con él. Él fue un buen amigo. Teníamos una buena amistad en la iglesia”. Y luego me mudé. Y luego todos dicen (y sé que lo dicen), «Nos mantendremos en contacto». Y no lo haces. Y eso está bien porque tienes toda una eternidad para pasar el rato con la gente. Hay algunos amigos en el ministerio aquí en esta zona del país que realmente me caen bien, pero nuestros caminos ministeriales no se cruzan. Y yo digo: “¡Oye, reserva unos 1000 años para que tú y yo pasemos el rato en el cielo!” Simplemente no va a suceder en esta vida. Nos llevamos bien, pero eso no va a suceder porque ambos estamos sirviendo al Señor en diferentes lugares. Y creo que, en última instancia, debemos recordarles a ellos y a nosotros mismos que primero servimos al Señor. Y vendrán las tentaciones. Habrá ocasiones en las que tendremos que resistir cuando los amigos quieran que hagamos cosas. Así que volviendo a tu pregunta, tener amigos, amar cualquier cosa nos va a traer dificultades. Pero el Señor lo ha permitido.

Susi: Cuando nos hacemos amigos de alguien, automáticamente nos exponemos al dolor. Y creo que, como padres, somos tentados a tener la mentalidad de «madre helicóptero»: solo quiero proteger a mi hijo de todo dolor y todo sufrimiento. Y esta es un área de la vida en la que, si hacemos eso, si somos ese tipo de padres, no prepararemos a nuestros hijos para la desilusión que vendrá en el camino si nos abrimos a las amistades.

He visto algo que puede variar según la cultura: algunos padres les enseñan a sus hijos a tener como un tipo de «teflón». O sea, pueden ser amigos hasta cierto punto, pero no dejes que nadie se acerque lo suficiente como para lastimarte. Y la mayoría de las veces, los padres que hacen eso no necesariamente lo hacen intencionalmente. Pero han sido lastimados, y así es como han aprendido a lidiar con eso. Ese sería mi comentario para los padres que están escuchando, que han sido lastimados por amistades repetidamente en su vida.

Quizá estas personas van a la iglesia y realmente no se abren. Pueden ser amigables, pero en realidad no dejan que nadie se acerque. Y si hacemos eso, nuestros hijos probablemente también lo harán. Entonces no les estamos ayudando a conocer este don de la comunidad cristiana. Y ahí es donde creo que me gustaría terminar el episodio. Quiero que los mejores amigos de mis hijos estén en la comunidad cristiana. Y quiero que mis mejores amigos también lo estén. Sé que lo necesito. Pero esto es un desafío si mis hijos van a la escuela pública o juegan con los niños vecinos que no son salvos. Podría estar lanzando una pregunta inesperada aquí. Pero creo que esto es algo importante para considerar. Nuestros hijos tendrán esa influencia de otras personas no salvas. Entonces, ¿cómo podríamos alentar a toda nuestra familia a tener nuestras mejores amistades, nuestras amistades más cercanas en esa comunidad cristiana? ¿Tendrías alguna sugerencia práctica al respecto?

Chap: Primero quiero comentar que estoy de acuerdo contigo en varias cosas que comentaste, en especial sobre lo del padre helicóptero. Queremos entrenar a nuestros hijos para resistir, para perseverar. Queremos que sean resilientes. La mejor confianza viene cuando has tenido una prueba y la has superado. Y eso es lo que nosotros como padres, si queremos darles a nuestros hijos lo mejor, debemos buscar que tengan fuerza de carácter. Entonces, la crianza en el evangelio no es solo presentar el evangelio, sino también entrenar el carácter. Esos dos van de la mano.

Y luego comentaste lo del Teflón. Mira, si levanto mis muros para evitar que nadie entre, entonces el amor tampoco puede salir. Y por eso no puedo practicar ninguno de los “unos a otros” (amarse unos a otros), repetido tantas veces en la Biblia, si mis muros están levantados. Queremos ambas cosas. Quiero decir, realmente, esto cierra el círculo. Mis amigos que alientan mi fe. El hierro afila el hierro. ¿Qué tenemos en común? Amamos a Jesús. Queremos seguirlo. Eso es lo que tenemos. Así que esos son mis buenos amigos. Y luego, a medida que voy por la vida, tengo otros conocidos. Tengo otros amigos y estoy entendiendo el mundo. Y estoy edificando y fortaleciendo ese músculo para discernir, para resistir. Todas esas son buenas lecciones que nuestros hijos pueden aprender.

Susi: Bueno, esto es genial, Chap. Muchas gracias por tomarte el tiempo para invertir en nosotros. Y gracias por la energía que invertiste para auto-publicar tu libro en español y así hacerlo disponible para la comunidad hispana. Solo quiero decir muy claramente que el libro The Disciple Making Parent está disponible en formato electrónico y físico en español con el título Padres que Hacen Discípulos. El libro físico quizá sea un poco difícil de conseguir por ahora fuera de EEUU, pero el libro en Kindle en Amazon solo cuesta alrededor de $7 dolares en Amazon en varios países. Pondremos los enlaces en la publicación de este episodio 135 en la página de crianzareverente.com.

También tenemos cuatro artículos que publicamos en el mes de mayo, 2023, que te dan una pequeña muestra de ese contenido. Tendremos esos enlaces allí también, para que los puedan leer, y también para quien desee obtener el libro. O pueden ir a crianzareverente.com y buscar Chap como autor, y te salen los resultados. Gracias, Chap, por poner en papel muchas de las cosas que el Señor te enseñó a lo largo del camino y por invertir en nosotros. Te agradecemos.

Chap: Gracias, fue un gusto.

Susi: Muy bien, hasta luego, ¡la proxima semana seguimos contigo!

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Autores

  • Susi Bixby

    Susi es la fundadora de Crianza Reverente y anfitriona del podcast, mamá de un adolescente y dos adultos jóvenes, y esposa de Mateo Bixby, uno de los pastores de Iglesia Bautista la Gracia en Juarez, NL, México. Juntos colaboran también en la Universidad Cristiana de las Américas en Monterrey, NL.

  • Es el autor de dos libros sobre la crianza en Ingles. También es un conferencista y director ejecutivo de The Disciple-making Parent, un ministerio dedicado a ayudar a las familias a pasar el Evangelio a sus hijos. Por 25 años, fue pastor principal de una plantación en New England. Él y su esposa tienen 4 hijos y residen en Rhode Island.

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