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Episodio #80: Mi infertilidad en manos de un Dios bueno con Gaby de Morales

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mayo 25, 2021

Una de las pruebas más difíciles que un matrimonio puede atravesar es la de la infertilidad. Sea por meses o por años, la espera de querer empezar una familia o tener más hijos, y no poder hacerlo parece eterna. Sabemos que Dios es el soberano dador y sustentador de la vida, pero ¿por qué no siempre permite que una familia Cristiana tenga los hijos que desea? ¿Qué está buscando lograr en nuestras vidas cuando esto sucede? ¡Sé animado y consolado por este testimonio personal de Gaby!

Transcripción:

Susi: Bienvenidos una vez más a Crianza Reverente y estamos contentos de poder estar aquí con otra invitada. Recuerden que la semana pasada hablamos de la planificación familiar con nuestro hermano Miguel Núñez y ahora lo que queremos es hablar de algo que es como del otro lado de la moneda, y eso es cuando Dios no nos da hijos, sea por un tiempo limitado o por un tiempo extendido. Entonces hoy queremos hablar de la infertilidad y de nuestro Dios soberano con Gaby de Morales. Gracias Gaby por acompañarnos aquí en Crianza Reverente.

Gaby: Gracias por la invitación. Es un gusto estar acá.

Susi: Gaby es esposa de Steven Morales; él trabaja con Coalición por el Evangelio. Ellos son de Guatemala, pero están esperando regresar a su país y a su Iglesia, la Iglesia Reforma ahí en Guatemala. Gaby es también mamá de Joaquín, que tiene un año y medio y también es médico. Y ¡eso nos conviene por el tema que vamos a hablar hoy! Y también a Gaby quizás la conozcas porque ella tiene una cuenta de Instagram que se llama «Mamá responde» y te lo recomiendo. Si todavía no lo conoces, puedes ir a Instagram y seguir a «Mamaresponde» donde ella acepta preguntas. Incluso tú puedes ir y mandarle alguna pregunta que tengas para ver si lo puede tratar en un post. Gracias Gaby por el trabajo que haces ahí también.

Gaby: El Señor es bueno en darnos estas herramientas un poco inusuales a través de Instagram para poder compartir su palabra.

Susi: Así es. Un buen uso de las redes sociales, ¿verdad? Y Gaby, me has comentado que pasaste un tiempo de espera. Obviamente ahora ya tienes un hijo, ¿verdad? Pero que sí pasaste una época de infertilidad en tu matrimonio. No sé si puedas comenzar contándonos cómo fue esa experiencia.

Gaby: Claro, sí, nosotros nos casamos con Steven bastante jóvenes, teníamos 20 más o menos y nuestra idea al hablar del matrimonio y de ser papás fue de ser papás jóvenes, nos llamaba la atención tener una familia grande. Alguien que lucha con infertilidad nunca va a pensar que uno va a ser ese «uno de ocho mujeres».

Al principio, no estábamos buscando tener hijos. Yo quería terminar la carrera primero, pero después al comenzar a tratar, fue eso de «No, pues, estamos jóvenes, seguramente no hay nada… Probablemente es el estrés». Después ya buscamos ayuda médica y desafortunadamente pasamos por un número de doctores que nos dieron muy malos consejos. Y no me refiero a consejos médicos malos, me refiero a un doctor que nos dijo que para qué tener hijos si yo iba a ser médico. Ese tipo de comentarios que tal vez no eran muy sabios…

Susi: ¡Ni profesionales tampoco!

Gaby: Tristemente, sí. Cero tacto. Luego encontramos buenos médicos, pero fue muy difícil porque no eran médicos que estaban muy conscientes del aspecto emocional. Todo era muy médico físico, y fue emocionalmente, espiritualmente muy cansado. Y casi llegamos a los diez años de casados sin tener bebés. Y yo te lo explico como si fuera paso por paso y así, como que había un poco esperanza, y después no, pero siempre hay un poco de esperanza y es como los pasos del duelo, ¿verdad? No es que es así, paso 1, 2, 3, 4. Tal vez es 1 o 2, regresas al 1, te saltas al 5. Entonces son como esas épocas, épocas que dependíamos mucho del Señor, nos acercamos a él y había épocas que no y nos alejamos de él. Y a lo largo que pasaba el tiempo era más y más y más dependencia del Señor. Y creo que una gran parte de eso fue al principio, no lo compartíamos. Es muy personal. Y no lo queríamos compartir porque usualmente es sentimientos o comentarios como de lástima. ¿Entiendes?

Entonces sientes como que es mejor evitar eso. Pero fue en lo que maduramos como cristianos también, viendo que era bueno compartirlo con la iglesia. Y un momento que dije, ¿por qué es tan tabú? Si no lo hablamos, va a seguir siendo tabú. Es como agregarle estigma y malos sentimientos, a algo que no debería de tener ningún tipo de estigma. Entonces fue así, poco a poco el Señor trabajando en nuestros corazones. Y si puedo decir que bastante tiempo antes de tener a Joaquín, aunque buscamos ayuda médica, ya el corazón detrás de buscar ayuda médica no era el mismo. Era confiar en la soberanía del Señor y de verdad encontrar nuestro tesoro en Cristo y no en ser papás. Que fue como algo que creo que muchos cristianos dirían que sí, eso es obvio, pero en la actualidad de lo que lo estás viviendo fue muy difícil llegar a ese punto, pero el Señor es muy paciente con nosotros. Eso fue un poco de nuestra historia.

Susi: Tienes toda la razón con lo del estigma, y no entiendo exactamente por qué hay tanto estigma, porque hay otras áreas de la vida donde podemos compartir más libremente nuestras necesidades o nuestros deseos. Quizás es porque lo de tener hijos es tan obvio que Dios lo da o Dios no lo da, porque Él crea la vida. O sea, aunque vayas con el médico, tú sabes, quizás en esta área más que en otras de la vida, que tú no puedes logarlo si Dios no te lo concede. Entonces creo que en el pasado ha habido muchas ideas entre creyentes de que esto es un castigo de Dios, entonces quizás no lo quiero compartir porque luego algún hermano insensible me va a decir que si ya te arrepentiste de tus pecados.

Gaby: Sí, exacto.

Susi: Entonces hay muchas ideas alrededor de este tema y el hecho de que no lo hablamos creo que permite que esas ideas erróneas siguen en la iglesia, entre los hermanos en Cristo. Entonces el mero hecho de contar tu historia, de aceptar que fue difícil es bueno. Y yo sé que hay muchas personas escuchando, por ejemplo, que pasaron una etapa y ahora tienen hijos. Hay otros que me han escrito, que escuchan Crianza Reverente pero no tienen hijos y desean algún día poder hacerlo. Entonces cada historia es diferente, pero podemos aprender de las historias de otra persona.

Gaby: Y eso es algo que fue tan sorprendente ahorita que lo dijiste, que lo tenía anotado aquí. Eso que tú dijiste: «¿ya te arrepentiste de algo? Es especular, ¿no? Eso me lo han dicho, y otras cosas, pero eso es como la más obvia. Pero hay muchas cosas que parecen más benignas, pero son igual de dañinas porque todo es especulación. Lo que quieren hacer es consolarte. Tal vez darte una explicación o una razón a tu infertilidad. Esa de ¿ya te arrepentiste? suena más chocante, pero es igual, pienso yo, que las personas que me dijeron, «es porque estás estudiando medicina y el Señor no quiere que tengas hijos todavía. Es porque están muy jóvenes. Es porque el Señor quiere que estén en Guate primero. Es porque todas esas cosas». Algunas de estas cosas parecen más benignas que otras, pero en realidad todas son igual de dañinas porque son especulaciones y nadie me puede decir por qué el Señor me está o no me está dando hijos. Y el problema para la persona no sólo es que estás muy aislado porque no lo quieres hablar, pero esas especulaciones, lo único que hacen es hacerte dudar cosas. ¿Será que sí? ¿Será que lo otro? Entonces dudas de tus motivaciones, casi que se vuelven como un miedo. ¿Me entiendes?

Susi: Sí, y se nos olvida lo más importante, porque ¿quién es el que concede vida? Es Dios, ¿verdad?

Gaby: Aja.

Susi: Entonces se vuelve como una manera de pensar así como «Bueno, quizás no estás tipo manipulando a Dios suficiente para que te dé un hijo.»

Gaby: Exacto.

Susi: Y eso es muy peligroso, muy peligroso. Y lo hacemos en otras áreas de la vida. Pero esta es un área especial donde eso puede suceder. Entonces ¿qué verdades acerca de Dios, de su carácter, de su persona te ayudaron más al aprender de ellos y también pueden ayudar quizás a otros? No solamente los que están pasando esta prueba, sino los que están cerca de alguien que lo está pasando.

Gaby: Creo que tal vez es la respuesta muy obvia, pero digo siempre lo mismo. No fue un versículo específico. Para mí, por lo menos con mi personalidad, el tener un solo versículo, yo en mi pecaminosidad lo puedo volver como un mantra. Así no funcionan los versículos, ¿verdad? Haciendo ese uso de la Palabra De Dios. Entonces yo pienso que lo mejor para mí fue ser constante en mi lectura bíblica. Y de nuevo digo, tal vez suena como una respuesta aburrida, pero al final del día es sólo al ser constante y fiel en estar haciendo eso que uno va abriendo los ojos a lo que es el carácter completo de Dios. O sea, por la gracia de Dios, yo he sido cristiana desde muy chiquita, pero yo leo y releo y releo pasajes y cada vez voy encontrando más. Es un pozo que sólo brota y brota y ves cosas nuevas.

Susi: Inagotable, como dice la palabra, es inagotable.

Gaby: Exacto. Entonces, como te dije, la lucha no fue como paso 1, 2, 3, 4. Fueron días buenos, días malos y el Señor sabe. Pienso que aún en los pasajes que me tocaban leer en ciertos días el Señor fue muy claro en confrontarme o consolarme en mi deseo de ser mamá. Yo también luché mucho con sentir que le fallaba a mi esposo. En estas cosas el Señor dependiendo de los pasajes me ayudó a través de eso. Y ciertamente la infertilidad no se trata de ti, es como centrarte otra vez en Cristo. Entonces esa sería como ese recordatorio de ¿Cuál es la prioridad? O ¿Qué es lo que estás buscando al quedar embarazada? Porque hace poco hablaba con una compañera que no conoce al Señor. Y hablando un poco de la infertilidad, le dije, «es que tienes que tener claro que la solución a la infertilidad no es tener un hijo por varias razones.» Una es si es tener un hijo, te vas a dar cuenta de que cuando venga el hijo, van a haber muchas otras preocupaciones que de repente se van a volver más grandes, más fuertes, más modo crisis. Otra es que esa es mucha presión en ese hijo o hija que tengas, y seguro vas a estar decepcionada si todo tu anhelo y esperanza está en este hijo. Es mucha presión para ellos y ellos se van a sentir como abrumados por eso y seguramente te vas a decepcionar porque estás poniendo tu esperanza en otro humano pecaminoso. Entonces con Steven nos gusta mucho decir que la solución a la infertilidad no es tener un hijo, es el Hijo de Dios y tener esa esperanza en él que nunca nos va a decepcionar, que sí nos llena de la forma que pensamos que tener un hijo nos va a llenar.

Susi: ¡Wow! Me hace pensar en la historia de Raquel en el Antiguo Testamento, que tanto, tanto, tanto deseaba tener un hijo que llegó a acusar a su esposo de que fuera su culpa y él dice «¿yo qué culpa tengo? Yo no soy Dios.» Y al final, cuando Dios por fin le da un hijo, el nombre que le pone a su hijo significa «dame otro». El nombre de José significa «dame otro». Y esa historia siempre me impacta. Siempre hablamos de los ídolos de Raquel y todo, pero el tener un hijo fue su ídolo y en el momento que nació ese hijo, en esos primeros días, ella se dio cuenta que no le satisfacía.

Gaby: Exacto.

Susi: Entonces ella ya está pidiendo otro, porque su hermana tiene muchos, por muchas razones, pero eso es lo que tú estás diciendo, y me encanta. La infertilidad es parte de la historia que Dios está escribiendo en muchas vidas. Es algo que está totalmente bajo su control, pero no tenemos que verlo como algo negativo en la voluntad de Dios. Es una herramienta, es parte de lo que Él está haciendo y creo que eso puede cambiar mucho nuestra perspectiva. Pienso en Sara, o sea, Dios le prometió a Abraham una gran descendencia y luego Sara no tuvo hijos por muchos años y todo eso fue parte de lo que Dios quería lograr al glorificarse a sí mismo, al hacer la promesa de que todas las familias de la tierra iban a ser bendecidas. O sea, todo eso es parte del plan de Dios y parte de ese gran plan de Dios era que Sara iba a sufrir la infertilidad por muchos años. Entonces, ¿quién soy yo para cuestionar mi infertilidad? Hay mamás que solo tienen dos años esperando y se les hace una eternidad. Entiendo, entiendo, se te hace largo y no sabes si debes ir con el médico y hay muchas dudas, pero recordemos también el tiempo del Señor. Creo que es parte del carácter de Dios que él no ve el tiempo como nosotros lo vemos.

Gaby: Exacto es un buen recordatorio que el Señor no está aquí para cumplir mis deseos o todo lo que yo quiero, y es difícil aceptar eso porque nosotros vivimos en nuestro mundito muy egoísta, pero es un buen recordatorio que la historia no se trata de mí.

Susi: Amén. Y nuestros hijos no se tratan de nosotros una vez que están en nuestro hogar. Yo tengo tres adolescentes y todavía es fácil que yo sienta que mis hijos se tratan de mí, que tener hijos se trata de mí y mi identidad. Tantas cosas que puedo buscar de ellos que realmente  no debería ser así.

Gaby: Exacto.

Susi: ¿Y dirías que hay cosas que has aprendido en esa época que has podido aplicar a otras áreas de tu vida? Quizás otras áreas donde no sabes si él va a darte algo que quieres.

Gaby: Sí, sí. Así como desglosando o resumiendo, tal vez, las dos áreas de qué más aprendí es recordando en qué se basa mi identidad y cuál es mi tesoro. Entonces pensando en esas dos cosas, como en resumen, creo que lo puedo aplicar a varias otras áreas de mi vida. Los médicos saben que esta carrera es muy competitiva. Si vas a esta universidad o si llegas a estar en esta residencia o en esto, es como eso te da tu valor como persona. Eso es algo que yo sé que yo he luchado y honestamente, aún todavía lucho con eso, de ver los logros de mis compañeros a veces y decir «¿porque yo no estoy haciendo?» El Señor es bueno y pienso que lo que estoy estudiando Él lo puedo usar y no tengo ninguna duda que estoy donde debo estar. Pero aun así lucho con eso. Entonces mi identidad no es en qué especialidad tengo, en qué hospital o en qué universidad estoy. Y cuál es mi tesoro, si mi tesoro de verdad es Cristo, las cosas de este mundo las pongo en una perspectiva que sé que son para darle gloria a Él, no para cumplir mis propósitos, ni para encontrar valor en mí misma ni nada. Y entonces, definitivamente, creo que en cualquier área de la vida se pueden aplicar esos dos principios, pero lo he visto yo personalmente más claramente en mi carrera y lo académico.

Susi: Sí, yo me imagino que hay muchas mamás que pasaron un tiempo de infertilidad y podrían también decir que en la misma crianza les ayuda. A veces hay dos reacciones que yo veo: padres que esperan mucho tiempo para poder tener hijos, llega el hijo al final y es como un ídolo y se vuelve algo que no es sano. Pero en otros casos he visto cómo ese tiempo de espera hace que realmente valoren la soberanía de Dios, la bondad de Dios, y como pueden entregarlo. Y sé que hay muchas áreas de la vida, y esto nos recuerda que Dios siempre está trabajando en nosotros, siempre está haciendo una obra. Sea infertilidad, o sea una enfermedad de un hijo, o sea la pérdida de un trabajo, o lo que tú quieras, Covid-19, lo que tú quieras, Dios está obrando. Y creo que eso puede ser de mucho ánimo para especialmente las mamás. Normalmente las mamás sentimos más la infertilidad porque es algo muy personal para nosotras, pero incluso también los papás, recordar que Dios está haciendo una obra y podemos confiar en esa bondad que Él tiene.

Gaby: Exacto. Y en todo eso confiar en sus planes que nosotros no logramos ver, porque, algo que me recuerdo muy bien, una conversación con una muchacha que sí conoce al Señor. Y hablando de la infertilidad y para ella era todo lo que deseaba. Todo lo que deseaba. Y fue lo mismo. Le dije: «Ok, digamos que el Señor te da este hijo, pero para cumplir sus propósitos, los de Dios, y darle la gloria a Él, Él decide que a los tres años le da cáncer y se muere tu hijo. Entonces en cualquier momento, o sea, a veces hay como que mucho énfasis en la infertilidad, pero puede ser en cualquier momento en la infertilidad o como tú dijiste, como mamá, o con mis compañeros de medicina que conocen al Señor. Les digo: ¿qué pasa si algo pasa y nunca más puedes ser médico? Entonces estas son buenas preguntas como para chequearte y decir, si el Señor te lo quita ahorita; te da tu deseo, pero al día, al mes, al año te lo quita, ¿cuál es tu reacción? Es decir, como una buena pregunta, como un buen parámetro para medir dónde estoy.

Susi: Sí, y hay deseos que tenemos que están tan cerca de nuestro corazón que es difícil, sin la ayuda del Señor, del Espíritu Santo, es difícil separar el buen deseo del deseo peligroso, ¿verdad? El desear un hijo, no es un mal deseo en sí, pero es que así es con la gran mayoría de nuestros ídolos, de nuestro corazón. Normalmente no son malos deseos, son deseos que toman un lugar indebido de prioridad en nuestro corazón. Y Dios en su gran misericordia muchas veces no nos da en nuestro tiempo lo que queremos para poder, en el momento en que lo concede, tenerlo con esa perspectiva correcta. Gracias por compartir así tus experiencias personales en eso, porque creo que eso ayuda mucho poder escuchar que Dios está haciendo esa obra en en otras personas también.

Con este tema de la infertilidad, obviamente surge la gran pregunta: ¿Debe una pareja creyente ir con el médico y buscar ayuda? ¿Y hasta qué punto puede buscar ayuda? La semana pasada hablamos de la planificación familiar y eso es como el otro lado de la moneda, ¿verdad? ¿Debe una familia cristiana limitar y planear? Y el Dr. Miguel nos decía que planeamos muchas cosas y planear no es malo, ¿verdad? Es entender qué métodos estamos usando y estar seguros de no estar usando algo abortivo en el caso de planificación familiar. Y ahora, entonces, girando. Y alguien dice: bueno, tengo el problema opuesto. ¿Cuál debe ser como una perspectiva que nos puede ayudar como creyentes a entender cómo acercarnos a las opciones que hay para ayudar a una pareja infértil?

Gaby: Creo que primero es muy importante entender el corazón detrás de cómo te estás acercando a diferentes tratamientos. ¿Cuál es la motivación? ¿Cuál es tu corazón? ¿Tu postura delante del Señor al buscar estos tratamientos es porque quieres tener un falso sentido de control? ¿O es porque tienes un corazón dispuesto a probar e ir con el médico, pero confiar en el Señor quien dice sí o dice no? Él es soberano. Entonces yo no pienso que esté mal buscar estas opciones. Hay desde tomar pastillas, a inseminación, a in vitro, a diferentes tipos de in vitro. Hay muchas opciones y cada día hay nuevas. Y ciertamente diría lo mismo que dijo el doctor, es muy importante que entiendas las consecuencias de hacer ciertas cosas. Consecuencias buenas y consecuencias malas. Y entender las preguntas o aspectos éticos de, por ejemplo, el in vitro.

Entonces con el in vitro hay ciertas conversaciones que tú puedes tener con tu médico para asegurarte que sea algo que se hace de una forma que como creyente puedas estar segura. ¿Esos embriones son vida?, por ejemplo. Entonces, sí hay ciertas preguntas éticas que tienes que hacerte, entonces tal vez así de manera muy general, yo pienso que está bien buscar, pero primero examina tu corazón, examina tus motivaciones y la de los dos. Que no sea algo que uno, el esposo o la esposa esté presionando. Los dos tienen que estar de acuerdo. Lee de tus opciones de buenas fuentes. Ahí se me sale lo médico. Pero Google no es el lugar para hacerlo. Tener buenas fuentes, tener conversaciones muy honestas con tu médico. Siempre le digo a las personas, busca un médico con el que puedas confiar, si es alguien que conoce al Señor, mejor, pero no siempre es la situación y por eso tú tienes que estar informada.

Susi: Y estar dispuesto a decir, soy creyente y tengo ciertas creencias, y en base a estas creencias, quiero saber cuáles son las opciones que para mí serían éticas.

Gaby: Exacto.

Susi: O sea, que no te dé pena decirle a tu médico eso.

Gaby: Y podríamos pasar una hora hablando más de esto. Pero, otro aspecto de esto que pienso que es muy importante, es tomar decisiones en la información que tienes. En el momento que yo y Steven tuvimos conversaciones de in vitro, por ejemplo, había un amigo que pienso que sus intenciones eran buenas, pero nos hizo muchas preguntas, que tal vez no le correspondían al hacerlos, pero nos preguntaba, y si quedas embarazada con el primer embrión y después algo pasa, tienes una complicación y ¿ya no tienes útero? ¿Entonces qué pasa con el resto? Y así como atacando un poco. Entiendo, pero si te vas por ese camino de y si esto, y si aquello, nunca vas a tomar una decisión. Entonces toma la decisión con la información que tienes, confiando en el Señor. Y lo otro que siempre les digo a las mujeres, desafortunadamente estas opciones (no todas), pero ya como inseminación e in vitro son opciones que son muy costosas. A veces no lo pensamos en este contexto, tal vez, porque cae dentro de salud, pero también ser sabios con los recursos, con lo que el Señor te da, ¿es ésta una buena forma de usar sus recursos? No sé, tal vez sí, tal vez no, pero es algo que a veces se nos olvida pensar.

Susi: Sí, porque una familia endeudarse y estar pagando diez años por algo que a lo mejor no va a funcionar, puede que no sea el mejor uso de sus recursos y aún ahí yo creo que Dios obra en nuestros corazones. Recuerda lo que dice Santiago. Santiago dice que cuando tú le pidas sabiduría a Dios, él te la da. Entonces, orar es muy importante. Creo que también porque es una cuestión de conciencia. Lo que tu amigo te decía, obviamente su conciencia de él le decía ciertas cosas, pero no son cosas escritas claramente en la Biblia. Son asuntos de conciencia. Entonces, entender que cada persona puede tener una opinión un poco diferente, porque es una cuestión de conciencia y es bien importante buscar, quizás el consejo pastoral, y obviamente el consejo del de los médicos, un buen médico de confianza. Y pues no queremos dejar a las personas colgando, pero el punto de este episodio no era dar información médica, de hecho, yo no estoy para poder dar ese tipo de ayuda. Pero lo que queríamos con esto era como levantar esos puntos que tú puedes llevar a un médico y saber qué preguntar; investigar en fuentes confiables y más que nada pues orar, orar, y estar de acuerdo como pareja.

Gaby: Exacto.

Susi: Bueno, gracias, Gaby, muchas gracias por tomar de tu tiempo y compartir tu historia con nosotros, compartir lo que has aprendido acerca de Dios, que creo que es tan importante, y yo me gozo contigo que sí tienes a tu hijo ahora, después de 11 años de casados. Gracias a Dios por ese don y creo que nos puede dar esperanza a los que están esperando en el Señor, saber que Dios tiene su proceso, tiene su voluntad y Él es bueno, Él es un Dios bueno y soberano.

Gaby: Así es.

Susi: Y gracias, Gaby, por tomar de tu tiempo.

Gaby: Con mucho gusto. Gracias por la invitación. Fue un gusto.

Susi: Y te recuerdo que Gaby tiene su cuenta de «mamaresponde» para que vayas y le sigas y te aproveches del material que ella comparte ahí y nos vemos la próxima semana. Vamos a estar hablando con Aixa de López y va a ser también una bendición. Gracias por acompañarnos una vez más aquí en Crianza Reverente.

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Autores

  • Susi Bixby

    Susi es la fundadora de Crianza Reverente y anfitriona del podcast, mamá de un adolescente y dos adultos jóvenes, y esposa de Mateo Bixby, uno de los pastores de Iglesia Bautista la Gracia en Juarez, NL, México. Juntos colaboran también en la Universidad Cristiana de las Américas en Monterrey, NL.

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