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Episodio #81: El aborto y el valor de la vida con Aixa de López

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junio 1, 2021

En este último episodio de la temporada, Susi y Aixa conversan sobre el aborto, un tema complicado y doloroso. La Palabra de Dios contiene toda la verdad necesaria para la vida piadosa de cada creyente, y esto incluye situaciones complejas como un embarazo resultado de una violación, o un riesgo de salud en la vida de la mamá. ¿Qué conocemos acerca de Dios que nos puede ayudar en estas situaciones? ¿Cómo podemos hablar con nuestros hijos sobre este tema? ¡No te pierdas este episodio!

Transcripción:

Susi: No puedo creer que Crianza Reverente ya cumplió, por la gracia de Dios, dos años desde que comenzamos el podcast y el blog. Estoy muy agradecida con el Señor por su gracia, por su misericordia, por su ayuda y estoy agradecida por el apoyo de mi esposo Mateo, su ayuda en la dirección general del ministerio. También por otras personas que ya saben quienes son, que ayudan en la edición del audio, la traducción de artículos, y la transcripción de algunos episodios.

Dios realmente ha sido fiel en proveer fuerzas, sabiduría, a veces creatividad cuando parecía que ya se había agotado todo y también en proveer los recursos económicos que a veces hacen falta para un ministerio como este. Y bastantes personas han preguntado cómo pueden apoyar. Si tú tienes el deseo de apoyar económicamente, puedes mandar un correo a crianzareverente@gmail.com y te pasamos esa información. Pero también hay otras maneras de apoyar: puedes orar, necesitamos oración. Y si eres muy bueno en edición y corrección, transcribir o en diseño y quieres considerar apoyar a Crianza Reverente con tus talentos, escríbenos también a ese correo, crianzareverente@gmail.com; porque estamos orando sobre lo que Dios quiere para la siguiente temporada que comenzaría a principios de septiembre, y pues que Él provea el crecimiento en las áreas que Él desea.

También si deseas escribir un artículo o una reseña de algún libro y enviarlo, podemos considerar también su publicación. Quizás ya te estás dando cuenta que este episodio número 81 será el último episodio de la temporada primavera 2021. Vamos a tomar tiempo este verano para planear, preparar algunas cosas que están tomando forma y te rogamos de tus oraciones para que en todo Dios sea quién dirija y habilite todo lo que hagamos.

Ahora sí, tomemos el tema que nos toca considerar hoy como parte de la serie que comenzamos con el pastor Miguel; con él hablamos sobre la planificación familiar, sobre Dios como el que estableció la familia y el que controla la vida. Y con Gaby la semana pasada hablamos de la infertilidad, cuando Dios decide no mandar hijos por un tiempo limitado o por un tiempo extendido y como Él es el mismo buen y soberano Dios en esa situación también. Y hoy queremos cerrar la serie hablando del aborto y del valor de la vida. Es un tema un tanto difícil, pero es muy actual y creo que es necesario a veces conversar de esto, incluso con nuestros hijos. Y para platicar conmigo estoy muy encantada de que Aixa de López me esté acompañando desde Guatemala. Bienvenida Aixa.

Aixa: Hola Susy, muchas gracias por invitarme nuevamente a este podcast tan edificante y una serie que creo que es difícil de hablar, pero necesaria. Entonces, gracias por tocar estos temas.

Susi: Y gracias a ti por participar porque tampoco es tan fácil a veces encontrar con quién platicar estos temas; y gracias porque has mostrado bastante disposición y como dijiste, no es la primera vez que nos acompañas. El año pasado Aixa estuvo con nosotros en el episodio 42 sobre el abuso sexual. Y Aixa te quiero comentar que ese episodio ha sido de mucha bendición para muchas personas, me lo han comentado. Así que gracias por tu participación aquí en Crianza Reverente.

Aixa: Solo temas livianos y casuales, ¿verdad?

Susi: ¡Sí! Creo que un día te voy a invitar para el tema que tú me digas, para que sea algo más ligero.

Aixa: Es un gusto servir, y bueno, Dios nos llama a ser voz, así que aquí estamos.

Susi: Así es, es necesario y gracias por estar dispuesta a abordar estos temas un tanto complicados. Yo creo que la mayoría te conocen, pero quizás nos puedes contar un poquito de ti, de tu familia. También, coméntanos: de todos los ministerios, las cosas en las que tú puedes participar, ¿cuál es el que más te emociona en este momento?

Aixa: Bueno, pues mi nombre es, como tú dijiste, Aixa de López, aunque sí solo me conocen en redes A-I-X-A y la gente piensa que es «AICSA», pero es «AIXA». Bueno, mi esposo y yo llevamos ya veintiún años de casados. Nos casamos justo en el 2000, así que no nos cuesta hacer las cuentas; y somos los papás de cuatro: Ana Isabel, Juan Marcos, Evelyn y Darly Alejandra; ya todos adolescentes, van de dieciocho a trece años, así que esta es una etapa interesante, diferente y de verdad que la estamos disfrutando con todo y sus retos, pero es una etapa linda.

Susi: Así es.

Aixa: Y te digo que creo que tu pregunta encierra mucho, no sé, es una mezcla de emoción para mí ahora. Estoy muy emocionada con este siguiente capítulo en nuestras vidas. Mi esposo fue pastor por 25 años en la congregación que fundaron sus papás y ahora nosotros salimos y estamos viendo la mano de Dios en maneras muy inesperadas con todo y sus dolores. Pero la bendición de caminar delante del Señor es enorme, es un gozo indescriptible y no sabemos exactamente cómo es que el Señor va a moldearnos ahora, pero sabemos que es en un ámbito diferente al de la iglesia y fue una sorpresa muy grande pero muy grata. Así que el ministerio que más nos emociona es el que estamos conociendo, que es aún más grande aquí en la casa con nuestros hijos primero y luego ver a mi esposo desarrollarse en otro ámbito profesional y estamos esperando en el Señor. Así que eso es lo más emocionante que estamos viviendo ahora.

Susi: Y poder caminar de la mano del Señor sin importar lo que sucede, ¿verdad?

Aixa: Así es, así es.

Susi: Creo que es emocionante siempre ser hijo de Dios, pero obviamente tiene sus altas y sus bajas también. Gracias a Dios por cuidar de nosotros aún en esos cambios difíciles.

Aixa: Amén. Amén. Sí.

Susi: Pues vamos a hablar hoy del tema del aborto, pero quiero que lo hablemos en el contexto más grande que es nuestro Creador como el autor de la vida, ¿verdad? Y entonces, para empezar, te comento que la mayoría de las personas que escuchan este podcast son creyentes, son hijos de Dios que desean caminar en su crianza específicamente a la luz de la Palabra. Entonces, para el creyente ¿qué debe informar el valor que le damos a la vida en general y a la vida en el vientre?

Aixa: Pues yo creo que a medida que caminamos con el Señor, porque obviamente cuando el Señor abre tu entendimiento, te muestra tu pecado y tu necesidad de salvación y vienes delante del Señor en esa condición, pues obviamente no es como que toda la información necesaria abarrota tu mente y entonces ya todo es transformado. Yo conozco por experiencia personal como el Señor va informando las áreas de tu vida, ¿verdad? Poco a poco. Y he caminado con mujeres, que al momento de su conversión habían efectuado un aborto y cómo el evangelio y el amor del Señor las va trayendo a la verdad, al punto de rendir eso que pensaban que estaba ya resuelto. Entonces quiero animar a quienes nos escuchan, no importa en qué punto en su caminar con Cristo estén; si estamos vivos, estamos en un buen momento para informar a toda nuestra vida, incluyendo nuestra concepción del valor de la vida, a la luz de la Palabra.

A mí siempre me ha encantado el Salmo 139, es uno de mis favoritos y eso es lo que se usa muy frecuentemente en los baby showers, ¿verdad? Es un salmo muy leído. Dice: «Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación cuando en lo recóndito de la tierra yo estaba siendo formado». Es una imagen tan explícita de un salmista que antes de los ultrasonidos estaba ya teniendo una idea tan clara de cómo Dios es el autor de la vida, el único que respira vida, y el que forma cuerpos en el cuerpo de una mujer. Entonces creo que es una de las referencias bíblicas más claras, pero también está Jeremías: «Antes de que nacieses te escogí y te di por profeta a las naciones». En fin, hay muchas referencias explícitas de cómo Dios interviene desde la concepción que nos pueden informar y nos pueden dar la certeza de que Dios está presente desde la concepción.

Quiero nada más darles una referencia «pop» aquí. Soy fan de las películas de Pixar en general, aunque obviamente tienes que sacar las espinas de ese pescado para comértelo lo bueno. Pero hay una película que a mí me encanta, que se llama «Inside Out» en inglés; «Intensamente» se llama en español. Pero yo cuando la vemos con mis hijos siempre les hago la salvedad de algo que tiene un error tremendo en cuanto a nuestra cosmovisión bíblica. En la película ves cómo funciona la mente de las personas. Como que hay un control, unos muñequitos que son las emociones y como eso se va sofisticando con el paso de los años, etcétera. Pero cuando empieza la película ves que nace la bebé y hasta el momento que nace entonces se activa ese control y esas emociones. Yo aprovecho para decirles a mis hijos, «mis amores, así no es, porque desde la concepción esa es una persona».

Aixa: Yo no soy médico. Yo no soy embriología, pero hay suficiente evidencia científica para respaldar el Salmo 103, o más bien para validar lo que sabemos que es cierto desde la Biblia, que desde la concepción hay una persona con un alma inmortal que provino del mismo Dios del universo.

Susi: Amén. Qué hermoso y qué bueno que destaques que muchas de las cosas que nuestros hijos ven pueden ser películas buenas en general. Esta película no es una película mala, es una película muy bonita, pero hay cositas. Y sin darnos cuenta la perspectiva de nuestros hijos puede ser impactada.

Entonces, siguiendo en ese hilo, ¿qué otros principios bíblicos o verdades bíblicas quizás no naturalmente conectaríamos con esto de valorar la vida, el aborto u otras maneras en que no valoramos la vida como Dios la valora? Específicamente para los padres, pensando en enseñar o transmitir a sus hijos.

Aixa: Sí, fíjate, algo bien sutil y vestido de mucha ternura, y está muy aceptado ahora socialmente, es el llamarles hijos a las mascotas. Eso es algo cultural, es la sutileza en la cultura, de cuando tú empiezas a llamar hijo a un perrito, que, dicho sea de paso, tengo tres- son divertidísimas, las quiero muchísimo y sufro de pensar el día que se mueran porque las quiero de verdad, le agregan un valor y una alegría a la casa, ¿verdad?

Susi: Sí, así es.

Aixa: Pero no son mis hijos, no son mis hijas. Y te digo, al momento de que cambiamos incluso el lenguaje de adopción (yo soy mamá adoptiva dos veces) se devalúa el acto que Dios efectuó en Cristo, que explícitamente Efesios, Romanos, dice «adopción»; «en amor nos adoptó» ¿verdad? En Cristo. Y luego en el ámbito natural, tú haces esa acción de redimir a una persona trayéndola tu familia, con un alto sacrificio, con alto costo personal. Y luego vas y dices que adoptaste a un perro y estás poniéndolo al mismo nivel.

Susi: Sí.

Aixa: Con una amiga empezamos una conversación acerca de eso porque ella comentó algo en redes sociales. Yo le pregunte «¡espérate!, pero, ¿cómo es que estás poniendo un perro y un niño al mismo nivel?» Y me dijo: «no, no, no, no estoy bajando el nivel del niño, estoy subiendo al perro». Y yo contesté, «no, subir al perro es bajar al niño». Tenemos que tener cuidado con ese tipo de sutilezas, porque poquito a poco el diablo entra por la puerta trasera a implantar ideas de que la imagen de Dios no es exclusiva para el hombre.

Aixa: Y la Palabra de Dios nos dice explícitamente desde Génesis, «A imagen suya los creó». Y cuando empezamos a devaluar esa imagen, es fácil brincar de, «ah, adoptemos perros y celebremos el cumpleaños»; (que no tiene nada de malo. Si ustedes quieren ser loquitos de celebrar el cumpleaños del perro, okey. Pero tomen en cuenta que es por diversión y no porque realmente el perro está ocupando un lugar). Pero a lo que voy es cuando devaluamos el lenguaje, incluso estamos dando cabida que si el perro entonces ocupa un lugar sentimental como un hijo, quiere decir que también podría, luego no valer igual un hijo en el vientre.
Y de hecho, yo en mi libro «Para siempre», cuento de una conversación que oí entre adolescentes aquí mismo en mi colonia; pasé caminando al lado y oí que estaban debatiendo una señorita y un grupo de muchachos. Decía, «es que es lo mismo, es lo mismo; mira, tú comes huevos. Bueno, ese es un bebé, es un pollito y tú te lo comes. Entonces un aborto no es diferente.»

O sea, podemos notar como en la mente de un muchacho que ya creció con esto, no se brinca demasiado difícil de un animal a un niño si los ponemos al mismo nivel. Son cosas pequeñas que la cultura va adoctrinando. ¿Por qué es una agenda? Porque está planificado. No es al azar lo que está pasando a nuestro alrededor.

Susi: Entonces los padres tenemos que estar alertas a esos mensajes y al mismo tiempo conscientemente estar instruyendo a nuestros hijos en las verdades de la palabra. En otras palabras, la historia de Génesis no solamente es una bonita historia de Adán y Eva y que Dios les hizo ropa y así se les enseña muchas veces a los niños. Cuando dice que nos creó a la imagen de Dios, eso no lo dice acerca de ningún otro ser creado.

Aixa: Exactamente.

Susi: Algo que me llama la atención es que no hay ninguna indicación en la Biblia que las diferentes razas de personas, que los diferentes géneros sean superior o inferior el uno al otro. Todo ser humano es creado a la imagen de Dios. Y creo que uno como padre o madre, dependiendo de la crianza que hemos tenido, podemos tener ideas que ni nos damos cuenta que están ahí arraigadas.

Aixa: Sí, sí. Es por eso que es tan necesario que nosotros filtremos nuestras tradiciones, nuestra cultura, nuestra manera de criar a la luz de la Palabra y dejemos que nos rete y realmente en humildad vengamos delante de Dios en su Palabra y digamos, «Señor, fíltrame».
«Enséñame», como decía, «examina mi corazón y muéstrame»; porque podemos aceptar cositas. Acuérdense que el diablo no se viste de rojo y con cachos, esa es una idea caricaturizada. La Biblia nos dice que «el diablo se viste de ángel de luz». Y defender algo tan noble, tan precioso como los animales, puede ser una puerta para poder nosotros aceptar más adelante la deshumanización de los humanos. O sea, no es sin costo; humanizar a los animales viene con el costo de deshumanizar a los niños y esa es toda la idea detrás de eso. Y ese solo es un punto de todo lo que nos rodea.

Susi: Hay muchos puntos culturales parecidos.

Aixa: Exactamente. Y, como tú dices, creo que es muy importante la intencionalidad, porque nosotros hemos entendido, estamos procesando. Quizás estamos hablando alrededor de los niños todo el tiempo y eso está bien. Pero sí tiene que haber una intención en abrir conversaciones, porque los niños van cambiando. Tú piensas que ya lo hablaste y para ti, «ese tema está súper sabido». No. Hace tres meses no era el mismo niño que ahora. Ahora es un jovencito.

Susi: Y quién sabe qué escuchó en la escuela o a qué fue expuesto.

Aixa: Exactamente, o en el programa de televisión. Tienes que estar dispuesto a tener esas conversaciones y aprovechar las oportunidades que se dan naturalmente y por eso es importante estar. Pero aparte también nos hace falta meditar más la Palabra como familia; juntos masticar pasajes, porque es muy importante.

Hay un pasaje, de mis historias favoritas, de un par de héroes de la fe que quizás no son muy nombradas y quizás no sepamos el nombre. Pero les quiero leer de Éxodo 1:15.

«Había dos parteras de las hebreas llamadas Sifra y Fúa, a las que el rey de Egipto ordenó, «cuando ayuden a las hebreas en sus partos, fíjense en el sexo, si es niño, mátenlo, pero si es niña, déjenla con vida». Sin embargo, las parteras temían a Dios, así que no siguieron las órdenes del rey de Egipto, sino que los dejaron con vida a los varones. Entonces el rey de Egipto mandó llamar a las parteras y les preguntó, «¿Por qué han hecho esto? ¿Por qué han dejado con vida a los varones?» Las parteras respondieron: «Resulta que las hebreas no son como las egipcias, sino que están llenas de vida y dan a luz antes que nosotros lleguemos». De este modo los israelitas se hicieron más fuertes y más numerosos. Además, Dios trató muy bien a las parteras por haberse mostrado temerosas de Dios, les concedió tener muchos hijos. El faraón, por su parte, dió esta orden a todo su pueblo, «tiren al río a todos los niños hebreos que nazcan, a las niñas déjenlas con vida».»

Todo esto en el contexto de cuando ya la familia de José creció a tal punto que era el pueblo de Israel y están en una opresión impresionantemente horrible. Dios escucha el clamor, pero la liberación no viene sino a través del vientre de una mujer; y antes que ese vientre fuera protegido; o sea, Dios provee protección a través de un par de mujeres que tienen un oficio no muy glamoroso que es de parteras. Y vemos como esta contracultura, en medio de opresión, preserva, no solo preserva pero hace florecer al pueblo de Dios. Y podemos hacer un libro entero de solo este pasaje, pero, quiero decir que la Palabra de Dios y lo que Dios ha establecido siempre va a ir contra la cultura; y es en el contexto de lo pequeño, estas parteras en lo privado temieron al Señor, preservaron la vida y nuestras vidas hoy en día están impactadas por estas dos mujeres que ni siquiera sabíamos. Moisés tuvo que primero ser precedido por un par de valientes que se opusieron a la cultura y prefirieron temer al Señor. Siempre va a ser así. Siempre va a ser así.

Susi: Sus acciones estaban basadas en que creían que esos bebés eran personas protegidas y valoradas por Dios mismo.

Aixa: Exactamente. ¿Y lo notas? Fíjate que la convicción de ellas está clara, y luego ves cómo respalda esa convicción el Señor, por cómo las premia.

Susi: Con hijos.

Aixa: «Y se les concedió tener muchos hijos». Las trató muy bien, o sea, el trato del Señor. Imagínate que el premio, el pago por esa fidelidad, fueron hijos. ¿Por qué? Tenemos que entender que nuestra mente ya está muy occidentalizada, pero para el Señor el hecho de tener prosperidad no necesariamente era que un hombre tenía muchos camellos, era que un hombre tenía muchos herederos, mucha familia, mucha extensión. Pues en ese sentido era y es para el pueblo de Dios, una bendición la vida de un hijo.

Susi: Entonces, pues con todo esto como el trasfondo, hablemos un momento del aborto mismo. Sabemos que históricamente la perspectiva cristiana, incluso de la Iglesia católica, siempre ha sido en contra del aborto. Pero yo crecí en la Iglesia, yo crecí en familia cristiana, y yo encuentro que en algunos asuntos como este, el hecho de haber crecido sabiendo que el aborto es pecado, no significa que estoy capacitada para expresar claramente por qué. Y sabemos que hay muchos creyentes que tienen como algunas opiniones en áreas que llamarían «áreas grises», que posiblemente en ciertos casos limitados, el aborto es justificado. Entonces puedes ayudarnos un momento a razonar correctamente a través de algunos de estos argumentos.

Aixa: Sí, fíjate que de verdad yo me considero estudiante perpetua, porque este es un tema fuerte, difícil y que la oposición se ha armado de argumentos muy fuertes y que realmente yo he visto, y trato de ver debates, pero hay muchas veces que solo se reduce a gritadera, se gritan y eso; entonces ya no hay una conversación. Es una cosa muy aplastante, ¿verdad?

Susi: Sí.

Aixa: Creo que la obligación de nosotros, como bien dices, no solo es decir a ciegas, «yo creo esto porque es pecado y ya.» Está bien, si eso te va a prevenir de cometer algo así, pues bueno, qué bueno. Pero va mucho más allá y tenemos que ir detrás de los pasos de nuestro Salvador, que no solamente condenó el mal, pero persuadió con amor.

Y eso sólo viene, yo creo, de una empatía que crece. ¿Por qué las jovencitas o las mujeres recurren a esto? Porque vemos en la superficie una agenda llena de tanto odio y de tanto salvajismo y vemos quizás los exponentes más extremos y horribles y vocales, pero no vemos el grueso de las mujeres que recurren a cometer un aborto. Están asustadas, no tienen toda la información. Y en muchos casos son presionadas. Y si solo ven, hablando entre mujeres, si solo ven mujeres que son cerradas, condenando, hablando cosas horribles acerca de las que han cometido aborto, pues muy posiblemente no van a venir contigo a confesar su pecado o su abuso, o la situación difícil, o el adulterio, o lo que tú quieras, y van a escondidas a cometer un aborto. Entonces creo que mucho antes de querer informar nuestras posturas y leer libros e informarnos de todo el tema de la agenda que va detrás de esto, paremos y pidámosle al Señor un corazón empático que pueda amar y pueda estar abierto a acompañar.

Porque mira, si no nos hemos sentado a tomar un café y a llorar con una mujer que ha abortado o con una señorita que está considerándolo y cómo puedo ser un instrumento para preservar esa vida, creo que tenemos que ser mucho más humildes en querer si quiera aprender acerca del aborto. Me falta mucho aprender de los argumentos en sí. Tengo claro que Dios es el único que da vida, entonces es el único que puede quitarla en el 100 por ciento de los casos. Te puedo decir con certeza como mamá adoptiva que yo no tengo claridad de cómo sucedieron las concepciones de mis dos hijas por adopción, pero sé que sus vidas valen la misma sangre de Cristo que me ha cubierto a mí y que entonces merecen crecer protegidas. Y sé que el grueso de mujeres que comete abortos es por presión, por miedo, por desinformación. Entonces, pasaría mucho menos si llegamos antes. Eso te voy a decir con certeza.

Susi: Entonces, por ejemplo, abrí para preguntas en redes sociales y realmente de este tema la pregunta principal fue, ¿qué hacer o cómo tratar en el caso de una señorita, una mujer que ha sido violada y ha quedado embarazada? Y sé que en ciertas maneras eso es como un mínimo de porcentaje de los casos si uno investiga los datos. Pero por alguna razón esta es la gran pregunta. ¿Por qué? Porque una señorita o una mujer que queda embarazada sin estar casada o en una situación donde ella no quiere llevar ese embarazo a su término por cualquier razón, normalmente es por una decisión que ella hizo, casi siempre ese es el caso, pero hay raros casos en el que una chica es violada y queda embarazada. Y me estaba preguntando ¿por qué esa pregunta? Y creo que es porque se nos hace muy injusta la situación. ¿Cómo responderías en ese caso?

Aixa: El asunto es que, digamos la objeción se origina de otra mentira y es que abortando se va a solucionar algo. ¡No se va a solucionar! O sea, un aborto no es jamás un evento sin trauma. Es traumático un aborto. Porque si estamos hablando de víctimas de abuso y de violación, la víctima no va a sufrir menos con un aborto. Va a tener que lidiar con los efectos del aborto. De todas maneras, lo que se necesita es acompañamiento. Y como digo, lo ideal es llegar antes de que suceda la violación. Yo te puedo dar fe por el trabajo que hacemos. Yo no estoy al frente en la línea de fuego con las niñas madres, pero damos apoyo a familias que dan acogida a niñas madres y trabajo con una compañera que ella es de una asociación de hogares cristianos y dentro de esa asociación hay un hogar específicamente dedicado a dar acompañamiento y alojamiento y alimentación a niñas madres. Con esas personas necesitamos hablar más, porque ellas están al frente de batalla y te pueden dar fe de lo que pasa cuando una niña es acompañada en medio de su embarazo y cómo por la gracia del Señor hay restauración. Y estas niñas pueden ser niñas.

Mira es muy barato y muy fácil hablar, Susi. Nosotros estamos de lejos, nos encanta dar argumentos. Yo te digo, yo tengo temor y temblor de hablar de estos casos tan superficialmente, porque cada uno es tan delicado. Pero yo no te puedo decir que hay una vida preservada que no ha valido la pena. Que no hay una historia donde no vemos redención, y el poder de Dios en la restauración en la vida de la madre y de la criatura. Aún cuando hay una decisión de dar en adopción. Lo que sucede cuando defiendes la vida es que te haces uno con el corazón de Dios. Y Dios provee en su gracia y misericordia. El aborto no es una solución. Es mentira que eso soluciona algo. Hay traumas, incluso se entierra y como ya no es visible, como ya pareciera que se borró el problema entre comillas, entonces incluso hay más victimización. Porque muchas de las víctimas, si no diría la mayoría, regresan a su escena de crimen, regresan con su victimario e vuelven a quedar embarazadas. Son revictimizadas vez tras vez. O, por ejemplo, se guardan el secreto aún en círculos cristianos. Es decir, ok, fue violada. Vamos a solucionarlo. ¿Quién va a quedarse con esa víctima a procesar el trauma sobre trauma? Entonces es muy complejo y no se puede contestar una sola pregunta. Pero te diría, ¿qué tal si empezamos orando por las víctimas y acercándote a gente que sí trabaja con ellas de frente? Esa es otra historia.

Susi: Sí. Y me haces pensar, por ejemplo, como mamá, quizás mis hijos van creciendo y no están expuestos directamente a víctimas. Quizás no conocen a nadie en su iglesia o en su escuela, pero la actitud que los padres comunicamos cuando hay una historia, una situación, cómo respondemos, cómo hablamos acerca de esas personas. Porque lo que sucede muchas veces en el ámbito cristiano es que pensamos y decimos cosas como, «Qué mal ella. Se portó mal y mira como quedó». En lugar de compasión, en lugar de tener como ese espíritu de buscar ayudar. Entonces ¿qué va a suceder? Si en algún momento una de nuestras hijas llega a hacer algo, es mucho más probable que una adolescente cristiana vaya a escondidas a hacerse un aborto para no quedar mal delante de su comunidad cristiana. Y eso es sumamente triste.

Así que desde pequeños, cuando si comunicamos un valor de la vida, pero también comunicamos el valor de la mamá de esa vida, creo que podemos llegar a prevenir abortos entre la comunidad cristiana también. Obviamente es un tema súper amplio. Pero quisiera preguntarte sobre otro aspecto y eso es porque yo he conocido a mujeres que han pasado esto, que estando embarazadas sucede una situación física de salud de la mamá y el doctor insiste en que hay que salvarle la vida a mamá tomando la vida del bebé. Y obviamente las situaciones pueden variar muchísimo. Pero, ¿cómo sería nuestro fundamento para ver esa situación también?

Aixa: Como mujer cristiana, como hermana, te puedo decir que no hay alguna situación en la cual yo pueda jugar el papel de Dios. Sé que no ha de ser una situación fácil, especialmente si hay un padre involucrado. O sea, estás viendo que tu esposa está en riesgo, que tu bebé está en riesgo, y estás sintiendo esta presión sobre ti. No me puedo imaginar, pero quiero decirte que Dios tiene misericordia en esos escenarios tan terribles y que yo de verdad no encuentro una base en la Palabra de Dios que nos permita tomar la vida en nuestras manos. No hay un escenario en el cual yo pueda tener la potestad de decir quién vive y quién muere. Entonces es súper delicado y sé que hay profesionales cristianos entre comillas, que efectúan abortos, y yo no puedo conciliar una cosa con la otra honestamente, y eso va desde los métodos de control natal.

Susi: Anticonceptivos, sí.

Aixa: Eso es muy serio y sé que abarcaste del tema y me da mucho gusto por eso.

Susi: Yo creo que aquí estamos llegando a la conclusión de que cualquier manipulación de embarazo, en este sentido del aborto o de tomar la vida de un bebé para salvar la vida supuestamente a una mamá… Y quiero comentar que muchas veces cuando un doctor dice eso, él solamente está hablando sobre estadísticas. Él no sabe si mamá va a morir. Y hay muchas historias donde Mamá ha vivido y también su bebé. Entonces no tenemos que poner nuestra confianza última tampoco en los doctores. Pero para terminar esta discusión, quisiera pensar en alguna persona que pudiera estar escuchando que ha abortado en el pasado, y ahora vive con un sentido de culpa cada vez que piensa en ese bebé que ella decidió abortar. Quizás fue antes de convertirse, quizás fue después de convertirse y ella creyó una mentira. Una persona que envió una pregunta dijo, «Yo no sé qué consecuencias espirituales todavía tengo que sufrir por haber pecado de esta manera». Esa pregunta me dio tristeza. Entonces, ¿qué le dirías a esa mamá?

Aixa: Sí. Bueno, yo quiero decirle a ella específicamente que, si Cristo no hubiera sido suficiente, no hubiera podido resucitar, porque la resurrección es el pago recibido por tu pecado y el mío. Y en la cruz Él llevó tu aborto; llevó todos nuestros crímenes, nuestros pecados, los que consideramos chiquitos y enormes. Y es una tendencia humana clasificar pecados como imperdonables y otros no tanto. Pero el origen del pecado es el mismo. Es creer que tú y yo somos Dios y que yo sé lo que es mejor y yo voy a decidir por mí misma y es una ofensa contra Dios. Y hay solución y es Cristo. Entonces no tienes por qué, como dice Romanos 8: «No hay condenación, pues, para los que están en Cristo Jesús». Si tú has entendido tu ofensa delante de Dios y te has refugiado en Cristo, lo que Dios ve cuando tú te acercas es a Cristo, entonces ya no hay condenación para ti.

Y quizás conviene buscar un consejero bíblico. Conviene hablar y procesar de esto, porque el hecho que tú delante de Dios has confesado, esto no quiere decir que lo procesarte emocionalmente. Y en cuanto a las consecuencias, no es que va a bajar un rayo, pero puede ser que tengas ataques de pánico, de ansiedad, de depresión, y no entiendas que el origen está probablemente en eso que pasó en tu pasado. Entonces yo te diría acércate a un consejero bíblico, a una persona madura para confesar esto, porque sí va a ser un proceso; no es solamente una oración y ya. El perdón es efectuado en un segundo, pero el proceso es comprender y lamentar, porque vas a pasar un duelo, está bien. Pasar un duelo, pásalo acompañada, no tienes que estar sola. Y si el papá de ese bebé está en tu vida, y quizás es tu esposo ahora, necesitan hablarlo, necesitan confesarlo, necesitan procesarlo.

Y quiero leerte el Salmo 25:7, en el cual David dice: «Olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor. Porque tú, Señor, eres bueno.» El Señor sí se acuerda de ti de acuerdo a su gran amor, porque no hay mayor amor que éste, que alguien de su vida por sus amigos y el que ya hizo esto fue Cristo. Entonces puedes estar segura que esta oración de David fue contestada en Cristo, y tú estás pensada e incluida en esa oración. Así que el Señor, una vez confesamos nuestro pecado, y nos apartamos, Él olvida y echa al fondo del mar, y eso no te persigue más.

Susi: Amen. Gracias por esas verdades, Aixa, por recordarnos esas verdades tan importantes y cuando pensamos en Dios como el autor de la vida, el sustentador de la vida, eso impacta cada área de nuestros corazones. La verdad es que vivimos en una cultura que no da lugar a Dios, que se hace su propio Dios y es tan peligroso ponernos en el lugar de Dios. Así que gracias por recordarnos y darnos esa esperanza que todos necesitamos tener, sin importar el pecado con el que estemos batallando.

Aixa: Así es.

Susi: Pero que Dios nos ayude a todos los padres creyentes a poder también pasar el legado de una fe que valora la vida, que podamos detectar las áreas de nuestra crianza, de nuestra vida, valorar cada vida por igual. Quizás hay favoritismo. El racismo, el machismo, y el feminismo; todos son ejemplos de cómo no valoramos cada vida como Dios la valora.

Entonces, gracias, Aixa. Que Dios te bendiga. Vamos a estar orando por tu familia, por el futuro ministerio que Dios tiene también. Y gracias por la manera en que sirves a la comunidad cristiana.

Aixa: Gracias, Susi, por estos espacios tan valiosos, que Dios los siga ayudando a ti y a tu esposo también. Los amamos en Cristo y damos gracias a Dios por este recurso tan precioso que es Crianza Reverente.

Susi: ¡Gracias! Y a los que nos escuchan, gracias por acompañarnos una vez más en este episodio, el último de la temporada como comentamos. Vamos a estar viéndonos otra vez, escuchándonos otra vez, en el mes de septiembre, retomando la nueva temporada. Que pases un verano (si es que estás en el hemisferio donde estoy yo y sino un invierno) feliz, y que Dios te siga sosteniendo y fortaleciendo en tu crianza para la gloria de Dios.

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Autores

  • Susi Bixby

    Susi es la fundadora de Crianza Reverente y anfitriona del podcast, mamá de un adolescente y dos adultos jóvenes, y esposa de Mateo Bixby, uno de los pastores de Iglesia Bautista la Gracia en Juarez, NL, México. Juntos colaboran también en la Universidad Cristiana de las Américas en Monterrey, NL.

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