Categoría: Evangelio

Episodio #89: Detectando y filtrando mensajes anti-Evangelio con Mateo Bixby

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octubre 19, 2021

Desde el huerto de Edén, el corazón del hombre duda de las palabras de Dios, y tuerce sus verdades. Las familias cristianas de hoy somos susceptibles a escuchar y creer mensajes que socavan las verdades del Evangelio. Además de los peligros obvios de una cultura que rechaza a Dios, hay otros más sutiles que provienen del mundo de educación y psicología, y dentro del mismo cristianismo también. ¿Cómo podemos adquirir un filtro bíblico que nos protege del error? ¡Únete a esta importante conversación!

Estudio bíblico de la semana: Colosenses 2 (Para bajar e imprimir)

Recurso recomendado de la semana: Piense conforme a la Biblia por John MacArthur

Preguntas de reflexión:

  1. ¿Aceptas tu susceptibilidad a creer mensajes que podrían estorbar la obra del Evangelio en tu propio corazón y en tu hogar?
  2. ¿Te caracterizas por un estudio constante de la Palabra motivada por un deseo genuino de entender la mente de Cristo para poder agradarle con tu vida?
  3. ¿Qué cambios necesitas hacer en tu “filtro” de todo lo que lees, escuchas, crees y promueves? ¿Qué tal las fuentes de información que tienen tus hijos?

Transcripción:

Susi: El Evangelio es el poder de Dios para salvación y también para nuestra santificación, mientras vivimos sobre esta tierra. ¡Qué grandes noticias hemos tenido el privilegio de escuchar episodio tras episodio, en esta serie sobre el Evangelio! Estas verdades refrescan nuestras almas y nuestros corazones; y nos motivan a seguir adelante en un mundo que no valora ni entiende el verdadero Evangelio; y precisamente de eso queremos hablar hoy. Hay muchas voces que cada padre y madre escuchan, llegan mensajes de todo tipo desde muchas diferentes fuentes: Nos hablamos a nosotros mismos, nos hablamos entre nosotros, escuchamos a mamá o abuela dar sus consejos, leemos libros y blogs (algunos cristianos y algunos no), vemos videos en YouTube, visitamos al psicólogo y al pediatra, escuchamos predicación en la iglesia, leemos la Biblia, leemos libros devocionales; o sea, las fuentes de información y los mensajes son infinitos realmente.

¿Cómo debemos los padres creyentes filtrar todo lo que escuchamos y todo lo que leemos para poder detectar cuando estamos siendo influenciados por mensajes que contradicen o socaban el poder del Evangelio, en nuestras propias vidas y también en la de nuestros hijos? Entonces, aquí está mi esposo Mateo otra vez. Mateo ha pensado mucho en este tipo de tema, porque aparte de ser pastor y teólogo, tiene muchos años de experiencia como maestro y ha enseñado incluso clases a nivel maestría sobre las filosofías de educación y cosas así; y claro, también es papá. Entonces, aquí está conmigo otra vez, ¡gracias por ayudarnos con este tema Mateo!

Mateo: ¡Por supuesto, es una bendición poder estar otra vez aquí contigo y con todos los que están escuchando también!

Susi: Mateo, ¿qué tan grave es el problema de mensajes anti-Evangelio a nuestro alrededor? y ¿qué hay en nosotros que nos hace susceptibles a abrazar ideas erróneas o ideas que tuercen la verdad?

Mateo: Sin duda vivimos en un mundo que no ama a Dios y no ama la Palabra de Dios, no ama la verdad de Dios; busca reprimir la verdad de Dios, es algo que nos dice Romanos capítulo 1, es una tendencia que creo que existe en cada uno de nosotros. Aunque podemos ser hijos de Dios, aun así, los efectos del pecado siguen con nosotros; y entonces somos susceptibles a ser engañados. El apóstol Pablo nos advierte de esto en Colosenses capítulo 2, escribiendo a una iglesia, entonces está escribiendo a cristianos, y dice: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. Entonces, hay esos opuestos; está la verdad, la sabiduría que está en Cristo y, de hecho, nos dice unos versículos antes que: “Todos los tesoros de la sabiduría están escondidos en Cristo”; y luego están las tradiciones de los hombres, la sabiduría de los hombres y que no son lo mismo. Entonces, igual que Satanás, el padre de mentira, engañó a Eva, pues también el día de hoy nos puede engañar perfectamente a nosotros.

Susi: Sí, pienso en mi propia vida. Soy una persona que tiendo a ser como muy auto confiada, y quizás no todos comparten mi personalidad; pero creo que hay un orgullo humano. No nos gusta la idea de que podamos ser susceptibles al error, que no seamos fuertes en nuestras convicciones o en nuestro conocimiento. Y yo quería hacerte esa pregunta para empezar, porque creo que es bien importante que podamos humillarnos y decir: “Yo no lo sé todo”. Y siendo un ser pecador necesitado, nunca voy a poder yo sola como mamá o tú solo como papá; saber el camino correcto en todos los casos.

Mateo: Y pienso también que Adán y Eva fueron tentados por el fruto, pero lo que era la tentación, era tener el conocimiento, el mismo descernimiento del bien y del mal.  Entonces, hay algo en nosotros que quiere pensar que podemos discernir entre lo que es correcto y lo que no es correcto y somos susceptibles a ser engañados igual que ellos.

Susi: ¡Sí, es verdad! Entonces, cuando entendemos nuestro corazón, que es fácilmente engañado, y aceptando que también necesitamos ser cuidadosos; creo que nos puede ayudar a entender que enseñanzas e ideas que contradicen el Evangelio, pueden venir tanto de la cultura que nos rodea, como también del mismo mundo, “cristiano”. Porque hay muchas maneras de definir qué es cristiano. Pero, ¿cuáles serían algunas características de mensajes que escuchamos en el cristianismo, para empezar, que cuando los examinamos más de cerca terminan contradiciendo la obra del Evangelio en nuestras vidas?

Mateo: Creo que, cuando la mentira está sola, es muy fácil identificar; cuando el error es claro, aun así, algunas personas van a ser engañadas; pero creo que los errores más poderosos y que más fácilmente engañan a los que somos hijos de Dios, son cuando vienen mezclados con algo de verdad. Entonces, algo que creo que hemos notado, es cómo muchas personas se creen algo que suena bíblico y que incluso pudiera ser bíblico, y luego resulta en distorsionar la verdad, o porque no presenta alguna otra verdad como la contra parte; o simplemente se sobre enfatiza una y se le da un peso demasiado grande, dentro de lo que es el gran panorama de la enseñanza bíblica. Por ejemplo, sabemos que el día de hoy, algunas personas dicen que Dios ama a todos, y porque Dios ama a todos, entonces, no puede enviar a alguien al infierno; o no puede desaprobar los actos de una persona; claramente esa es una distorsión de lo que la Biblia enseña. Pero, cuando llegamos a la crianza en particular, esto lo podemos ver también en nuestra crianza, cuando empezamos a enfatizar la bondad del hombre; ¡ah el hombre creado a la imagen de Dios!, entonces, si fue creado a la imagen de Dios, tiene que ser bueno; sí es verdad, pero también el hombre se rebeló en contra de Dios; entonces el pecado llegó a infectarle cada aspecto de su ser. Entonces, muchas de las corrientes que son anti-Evangelio en nuestro mundo, el día de hoy, son corrientes que enfatizan, mejor dicho, que niegan la pecaminosidad del hombre.

Susi: Incluso en la iglesia, esto puede pasar.

Mateo: Sí, en muchas iglesias el día de hoy, esa creencia, la bondad del hombre, que el hombre es bueno, que nuestros hijos son buenos, que no hay nada de malo en ellos, que harían todo lo bueno, si solamente nosotros les diéramos la oportunidad o no fuéramos un estorbo para ellos; creo que, eso es un error muy muy común y comúnmente aceptado; porque suena muy bonito a veces. Como padres queremos creerlo, y a veces incluso como cristianos; la manera en que se presenta, usan terminología bíblica; pero realmente estás distorsionando la enseñanza bíblica o no le estás poniendo la contraparte: “Sí, creados a la imagen de Dios; pero caídos en pecado, también”.

Susi: Pienso en cómo podemos tomar un versículo y no estudiamos su contexto, y queremos que ese versículo diga lo que nosotros queremos que signifique. Entonces, al no acercarnos a la Palabra con un deseo de saber lo que Dios dice, sacamos de contexto y hacemos que la Palabra diga algo que realmente no fue destinado a decir en un principio. Y es una manera en que vemos en el mundo cristiano hoy en día, que se tuerce la verdad o se aplica de una manera torcida; porque no se toma en cuenta todo el consejo de Dios.

Creo que esto puede suceder en el mundo de los blogs; y yo lo digo, yo tengo un blog, tú tienes un blog; pero aceptamos el hecho de que a veces lo más llamativo, es tratar un tema muy específico que llame la atención. Tenemos que tener cuidado, yo tengo que tener cuidado cuando voy a escribir una publicación para un blog, que yo esté tomando en cuenta toda la Escritura. Creo que esto sucede, y eso hace que podamos estar afirmando una verdad con todo nuestro corazón; y no darnos cuenta que al no tener ese equilibrio, negamos otra verdad de las Escrituras.

Mateo: A veces lo negamos directamente, muchas veces más lo negamos simplemente por lo que no decimos, por lo que dejamos de decir, y entonces se pierde ese equilibrio. También creo que, en nuestra corriente humanista de nuestra sociedad, la mayoría de las tendencias que se transfieren a la iglesia, que infectan a la iglesia, tienen que ver con un Evangelio que es Antropocéntrico, que es otra manera de decir que está centrado en el hombre; “Antropo”, significa hombre. Antropocéntrico, se centra en el hombre.

Entonces, al centrarse en el hombre (que no es bíblico), la Biblia habla de una creación que está diseñada para traer gloria a Dios; el ser humano está creado para traer gloria a Dios. Toda la historia de la redención trata de la gloria de Dios, ¡de eso se trata! Nuestro mundo niega la existencia de Dios, entonces todo se centra en el bienestar del ser humano, lo que el ser humano quiere, lo que el ser humano hace; mientras que los cristianos deberíamos de estar poniendo todo bajo el filtro y bajo la luz de la gloria de Dios. Y cuando eso no sucede, entonces esos mensajes culturales llegan a nuestra mente y no los filtramos correctamente, y nos estamos creyendo una mentira o una distorsión de la verdad.

Susi: Esos mensajes hombre-céntricos apelan bastante a mi carne. O sea, ¿cuál voy a querer escuchar más, que el pastor esté enfatizando que yo y mis hijos somos pecadores, o esos mensajes que suenan tan bonitos que se centran en mí y me hacen sentir mejor? Entonces yo creo que, también podemos resistir la verdad de la Palabra, porque algo me hace sentir bien o apela a mi carne.

Mateo: Y es por eso que el Evangelio de la prosperidad es tan popular el día de hoy; porque ¿quién no quisiera ir a un lugar donde te dicen que todo te va a salir bien, que vas a ser rico, que no vas a tener problemas de salud?

Susi: ¡Tu nuevo carro viene en camino!

Mateo: ¡Claro, todos queremos escuchar eso! Tristemente no es lo que la Biblia dice, a pesar de que en esos lugares citan ciertos textos bíblicos, que pudieran parecer que sí te dicen eso. Pero, otra vez, no estás tomando en cuenta todo el consejo de Dios, todo lo que la Palabra de Dios dice.

Susi: Hemos comentado tú y yo también, a veces, que incluso en nuestros esfuerzos por ser muy buenos cristianos, podemos terminar torciendo lo que es el Evangelio, el Evangelio de la Gracia. ¿Cómo sucede esto? ¿Cómo se llama cuando hacemos eso?

Mateo: Lo llamamos legalismo, y es una perspectiva antropocéntrica, centrada en el hombre, porque depende de mi comportamiento; cree que por mi comportamiento puedo ganarme mi salvación o puedo ganarme incluso la bendición de Dios. Porque muchos de nosotros no creemos que nos podemos ganar la salvación; pero después de salvos, sí pensamos, que nuestro desempeño espiritual trae la bendición de Dios; y si no rindo espiritualmente, entonces no tendré la bendición de Dios. Y transferimos esa idea también a nuestros hijos, por la manera en que tratamos a nuestros hijos. Por supuesto que la disciplina bíblica (lo hemos hablado aquí anteriormente), es algo que tenemos que practicar; entonces, cuando un hijo se comporta mal y peca, necesita ser disciplinado; pero a veces empezamos a dar la idea de que: “Mira, yo te amo más si te portas bien; o yo te doy más regalos si te portas bien”, y entonces, generamos en nuestros hijos esa idea de que su aceptación o que ellos reciban bendiciones, dependen de su comportamiento, y eso no refleja el Evangelio; es un mensaje anti Evangelio. Realmente ese es el legalismo, la idea de que yo puedo ganarme mi salvación o la bendición de Dios por medio de mi comportamiento; cumplir ciertas reglas, hacer ciertas cosas; y esto no es lo que el Evangelio presenta.

Susi: Y yo creo que a veces puede ser confuso, porque la Biblia está llena de ley.

Mateo: Incluso el Nuevo Testamento.

Susi: Sí, sí. Entonces, puede ser difícil entender cómo es eso. Entonces, hay mandamientos; pero mi relación con Dios no se basa en que yo obedezca esos mandamientos; sino que, mi obediencia es un resultado de la obra que Cristo ya hizo en mí, eso es el Evangelio. Entonces, el Evangelio va más allá de solamente salvarnos, y sé que lo hemos dicho, pero creo que aquí vale la pena destacar eso; hablando de cómo puedo percibir cuando algo que yo estoy creyendo o escuchando, realmente es anti-Evangelio, es recordar eso; o sea, la obra que Cristo hizo en mí tiene que producir un cambio; pero ese cambio, esas acciones, no son para ganarme el favor de Dios; sino son el resultado de esa obra que Cristo está haciendo en mí.

Mateo: Y nosotros trasmitimos esto a nuestros hijos de muchas maneras, estaba pensando; incluso he escrito artículos sobre esto, pero algunas de las cosas que a veces decimos son: “Mira, si tú haces esto, Dios te va a castigar”. Hay cierta verdad bíblica en esa declaración. Puede haber disciplina de Dios sobre nuestra vida, y entonces la Biblia sí usa el temor al castigo como una motivación para no pecar. Pero, cuando esa es la principal motivación, entonces ahora ya no estamos actuando según el Evangelio; y el Evangelio nos dice que el amor es la motivación principal. Basado en todo lo que Dios me ha dado a mí, ahora yo respondo en amor a Dios y quiero agradarle, no es tanto que temo que me vaya a castigar; sino deseo agradarle y respondo en amor. Entonces, el temor en vez del amor es una manera que a veces distorsionamos el Evangelio con nuestros hijos. A veces, sí podemos hablarles del temor; pero debemos de estar poniendo eso en un contexto más general del amor, del amor a Dios. ¿Por qué me obedecen a mí? Debería ser principalmente porque me aman; no solo porque temen que los voy a disciplinar.

Susi: Eso se conecta muy bien con algo que hablamos la semana pasada sobre el infierno y el cielo; porque comentábamos con Moisés que a veces hay padres que pueden usar el temor al infierno como una motivación; y que realmente no es suficiente. La motivación de evitar el infierno o ganarme el boleto al cielo no es suficiente; pues tampoco es suficiente cualquier otra amenaza que les tiramos a nuestros hijos.

Mateo: Y cada cultura tiene sus historias de malos que se van a venir a llevar a los niños.  Muchas veces, en países hispanos, que va a venir el coco y te va a llevar; y entonces muchas veces convertimos a Dios en el coco. El que va a venir, si no te acuestas y no te duermes, Dios te va a castigar. Y eso por supuesto no es algo que el Evangelio quiere transmitir. Y la contraparte “positiva” de eso, es: “Bueno, si quieres que Dios te bendiga; entonces tienes que hacer esto: Lee tu biblia, ve a la iglesia, etc.” ¿Y qué es eso? Bueno, muchas veces eso es egoísmo, o sea queremos manipular a Dios, hacer ciertas cosas para que Dios me bendiga. Entonces, estamos motivando a nuestros hijos con la motivación del egoísmo, yo quiero para mí, que obviamente no es el mensaje del Evangelio. Yo hago esto, como un acto de servicio, para el bien de otras personas, como resultado de mi amor por Dios.

Susi: O sea, por el amor que Cristo me ha dado a mí.

Mateo: Como respuesta a ese amor. Y entonces el egoísmo, el interés personal, entra o no debe de entrar ahí; y claro, sí es verdad que Dios nos bendice. El problema es la distorsión, o el sobre énfasis que le damos, que termina siendo un mensaje que es un poco anti-Evangelio.

Susi: Sí. También hemos hablado de, por ejemplo, la reputación, el orgullo, apelar al orgullo de nuestros hijos cuando les decimos: “Qué van a pensar de ti” o “Qué van a pensar de tu papá, el pastor” o “Qué van a pensar…” Entonces, esto es anti-Evangelio también.

Mateo: Incluso muchas veces, le ponemos una terminología cristiana: “Es que tienes que cuidar tu testimonio”. Otra vez, hay cierto elemento de verdad en eso; pero muchas veces la manera en que nosotros lo enseñamos a nuestros hijos, en esencia es: “Van a pensar mal de ti o de nuestra familia, ¡no lo hagas! Realmente es orgullo eso, estamos apelando a su orgullo, intentando motivarles por el orgullo que ellos tienen, ¡que es pecado! Entonces, no queremos estar alentando eso; queremos estarles dando otra clase de motivación; y la motivación, otra vez, es el Evangelio. Es la motivación más poderosa; la gracia, el amor de Dios en nuestra vida, todo lo que Dios nos ha dado. Entonces, respondemos a eso.

Susi: Yo creo que dentro de la iglesia no es el único lugar donde encontramos mensajes obviamente anti-Evangelio; pero yo creo que se han metido muchas ideas de la cultura dentro de la iglesia, como tú comentabas. Entonces, es muy bueno que hablemos de cómo cuando combinamos la verdad de la Palabra con mensajes que son populares, hay un peligro. Pero, creo que hay otro peligro que yo veo personalmente, comunicándome a veces con las personas que escriben, y viendo el mundo en el que vivimos; porque vivimos en un mundo del internet y hay muchísima información disponible y todo eso. Por ejemplo, a mí me han escrito: “Pero, es que hay estudios que comprueban…”, “y es que la ciencia dice…”. Y la verdad es que hay tanta información, que es muy difícil a veces discernir. Y ¿qué perspectiva entonces debemos tener sobre todo lo que el mundo de expertos en educación y psicología tiene que decirnos hoy en día?

Mateo: En primer lugar, creo que podemos agradecer a Dios por los avances que tenemos en nuestro día, Dios nos ha permitido tener mucho conocimiento médico, del cuerpo humano, que antes no se tenía. Y esos avances son muy muy buenos. Pero a la misma vez, también sabemos que el hombre es falible, el hombre se equivoca, la ciencia se equivoca. No tienen razón simplemente porque tienen un doctorado en ciencias y tienen una bata blanca, y han hecho una investigación; no por eso quiere decir que sus resultados son correctos.

Susi: El otro día, no me acuerdo dónde leía, que hubo un tiempo cuando se le enseñaba a la gente que, “fumar cigarro realmente era saludable, que ayudaba a tu cuerpo, científicamente comprobado”. Obviamente sabemos hoy en día, que eso es muy lejos de la verdad.

Mateo: Claro, se advierte en contra de eso ¿verdad? Lo que demuestra entonces, que la ciencia no es infalible, y especialmente cuando llegamos a lo que a veces llaman, “las ciencias blandas”. Hay “las ciencias duras”, que son más medibles, más objetivas, y luego están las ciencias blandas, que ahí entran las ciencias sociales; como la psicología, que no son medibles; no puedes meter el cerebro de un ser vivo en un laboratorio y hacer pruebas sobre ese cerebro; se pueden hacer ciertas pruebas, pero no llegar a fondo en lo que está pasando dentro de una mente humana. Y nosotros como hijos de Dios, como creyentes, creemos que no solamente es el organismo físico; sino que también hay otros elementos espirituales, que ningún científico y ninguna…

Susi: Psicóloga o Psiquiatra…

Mateo: Sí, ningún instrumento va a poder medir; estas son cosas que vienen para nosotros en la Palabra de Dios. Y aun dentro de lo que son las ciencias duras, no hay un investigador que es neutral. Tenemos la idea a veces de un investigador, entonces tiene una investigación que demuestra tal cosa; bueno, aun en las ciencias duras, el investigador influye en el resultado. A veces él tiene un interés en demostrar cierto resultado, porque le van a pagar o puede ganar un premio, o no sé qué; ¡cuánto más, cuando llegamos a las ciencias blandas! Entonces, como hijos de Dios, no podemos dejar que lo que los supuestos expertos y lo que las investigaciones más recientes han demostrado; sea nuestra guía. Pueden aportar algo a nuestro conocimiento, por supuesto, pero la Palabra de Dios es nuestra guía, la Palabra de Dios es infalible; entonces, tenemos que filtrar todo eso por la Palabra de Dios.

Muchas veces, incluso vamos a tener que decir: “Mira no sé cómo explicar esto, pero…”. Seamos pacientes, porque cuántas cosas se dijeron acerca de la Palabra de Dios, “que la Palabra de Dios estaba errada aquí”, y luego se ha demostrado que la Biblia tenía la razón. Cuántas cosas la ciencia ha dicho, como que, fumar es bueno, que luego hemos demostrado que es un error y tenemos que evitarlo. Entonces, yo, sí quisiera advertirnos a todos, que por cada investigación que hay por allá, que diga tal cosa, es probable que podamos encontrar otra investigación que diga lo contrario. Entonces, no podemos confiar en la ciencia solamente, la ciencia aporta muchos aprendizajes para nosotros; pero nuestra regla es la Palabra de Dios.

Susi: Y tenemos que reconocer que el mundo médico, de psicología, se ha vuelto más agresivo en estos últimos años. Hace 50 años, no había tanta agresividad de parte del mundo para decirte cómo criar a tus hijos, cómo son tus hijos, cómo debes de alimentarlos, y cómo debes ponerlos a dormir. ¡Hay tanta agresividad!, no sé de qué otra forma describirlo; entonces, necesito entender que, de repente el mundo tiene una agenda, que quiere promover ciertas ideas y quiere convencerte. Entonces, cuando el mundo promueve una agenda, hay que recordar que el mundo no acepta las verdades básicas del Evangelio.

Hace un tiempo, tuve una conversación con alguien que es creyente, pero que estudió una especialidad en educación, ha tenido mucho movimiento en el mundo psicológico; y ella quería argumentar totalmente en base de los expertos de educación y psicología; y yo siempre le pedía: “¿Pero, que dice la Biblia?”. Y realmente, aunque es creyente y dice ser cristiana y todo, no quería escuchar lo que la Biblia dice; porque “es que los expertos dicen”. Y creo que, regresamos a un asunto de fe, o sea, ¿dónde está puesta mi confianza? Y el mundo de hoy, te va a hacer sentir como una persona débil mentalmente, si tú basas lo que tú dices en la fe, en la Palabra de Dios. Pero, no podemos dejarnos llevar por esos mensajes; porque poner nuestra fe y confianza en la Palabra, y partir de esa base en lugar de una base de ciencia o psicología, no es debilidad; pero el mundo sí lo va a ver de esa forma.

Mateo: ¡Claro, el mundo desprecia la sabiduría de Dios!, no la ve como sabiduría, para ellos es necedad; y para nosotros, entendemos que es necedad, sí, para la lógica humana; porque Dios no es ilógico, Dios es supra lógico; Dios trasciende la lógica humana. Entonces, no podemos esperar que un Dios tan glorioso, quepa dentro de la mente humana y que sus maneras de obrar sean entendibles para el ser humano; solamente nos queda, como nos pide el Evangelio: “Creer lo que Dios dice y arrepentirnos de nuestros propios caminos, dejar nuestros caminos, para aceptar lo que Dios dice”.

Susi: Entonces yo creo que queremos ser claros; no estamos descartando lo que el mundo de la psicología, el mundo médico, científico, pueda aportar; pero debe ser solamente una aportación. Debe de ser algo que pasamos por el filtro del Evangelio, y que tengamos ahí al frente de nuestras mentes, las verdades tan importantes del Evangelio; y entonces nos preguntemos: “¿Esto niega la naturaleza pecaminosa de mi hijo?”, entonces, ¡no debo aceptarlo, tragármelo, así como está!

Mateo: El Evangelio nos provee como un resumen de algunas de las verdades más importantes de la Biblia, que si simplemente las tenemos en mente, entonces llegamos a creer. Nuestra cultura nos dice que lo más importante es que tú centres tu vida en tus hijos; el Evangelio nos dice que no, que este mundo fue creado para la gloria de Dios y que nosotros nos rebelamos y centramos el mundo en nosotros; entonces, no podemos aceptar ese mensaje, es un mensaje anti-Evangelio.

El mundo nos dice que nuestros hijos son buenos; el Evangelio me dice claramente que todos pecaron, que no hay nadie que es bueno, que no hay nadie que busca a Dios, que todos necesitamos ser regenerados. El Evangelio es la esencia, es lo más básico del cristianismo; y muchas veces como cristianos no hemos tenido un filtro cristiano para poder discernir. Entonces, el mundo viene y si nada más, incluso alguien le pone una etiqueta bíblica, creemos: “Ah, bueno, entonces tiene que ser verdad”. Pero, no tenemos un filtro de las verdades más básicas del cristianismo, entonces somos presa fácil del engaño; por eso el apóstol Pablo nos advierte: “Mirad que nadie os engañe”.                                     

Susi: Porque es una realidad.

Mateo: Es una realidad constante y el mundo, como tú dices, es muy agresivo, nos está atacando o bombardeando constantemente con estos mensajes; y si no tenemos mucho cuidado, nos vamos a creer lo que el mundo dice, porque nosotros queremos creerlo; hay algo en nosotros que quiere creer eso.

Susi: “Quiero creer cualquier cosa que me haga sentir mejor, acerca de mí misma, que no me haga tener que lidiar con mi pecado, que me haga sentir poderosa, que no tengo que descansar en otro ser para mi bien, sino que yo puedo controlar mi propio…; o sea hay tantas cosas que apelan a mi carne.

Mateo: “Que mi destino está en mis propias manos”. Y claramente, eso es un mensaje que no es bíblico también.

Susi: Sí. Bueno, como para ir terminando, quiero mencionar que una de las razones por la que estamos ofreciendo un estudio bíblico cada semana, sencillo, un pasaje recomendado por cada invitado, con una hoja de estudio; es porque creemos que la mejor forma de desarrollar ese filtro es estudiando la Biblia, leyendo la Biblia; y creo que hay muchos cristianos que simplemente no valoramos la Palabra de Dios suficiente. Entonces, quería mencionar eso y no sé si tenías alguna otra cosa que decir, antes de terminar aquí.

Mateo: Pues simplemente recomendar Colosenses capítulo 2 como un buen pasaje para estudiar. Hemos leído un versículo; pero todo ese capítulo nos confronta con los tesoros de la sabiduría que están escondidos en Cristo, contra lo que es la sabiduría humana. Y creo que nos sirve para contrarrestar la influencia de la cultura, pero también para contrarrestar algunos de esos mensajes anti-Evangelio, que escuchamos dentro de la iglesia.

Susi: Como el legalismo, el libertinaje y todo eso.

Mateo: ¡Exacto!, y van a tener que estudiar el pasaje; incluso si quieren abarcar poquito del capítulo 3, también nos ayuda en esos aspectos. Pero, es un excelente pasaje para advertimos del peligro que corremos el día de hoy.

Susi: Y creo que ese pasaje ilustra cómo las verdades del Evangelio, cómo Cristo mismo es el que nos protege de eso. Y entonces ese es el pasaje recomendado de la semana, también normalmente recomendamos un recurso y estábamos pensando en el libro que escribió John MacArthur, que se llama: “Piense conforme a la Biblia”. Y este recurso simplemente nos puede ayudar a tener un mejor marco de referencia: ¿Qué es la Biblia?, ¿Qué dice la Biblia? Y quiero hacer unas sugerencias aquí para terminar; yo sé que puedes estar escuchando y pensando: “Ay hermana, yo no tengo trasfondo en la Biblia, en la iglesia, yo soy nuevo creyente, o yo sé que no he estado en iglesias sanas, ¿cómo puedo mejorar? ¿Cómo puedo evitar caer en error?”. Bueno, realmente es la Palabra, como ya dijimos, es leerla, es meditarla, es estudiarla, es buscar una iglesia sana donde puedas escucharla predicada; porque mientras llenamos la mente de la verdad, se va desplazando la mentira. Pero también ora, porque en el libro de Santiago dice que la sabiduría verdadera viene de lo alto y tenemos que pedírsela a Dios; y Dios promete que nos la va a dar. Y también yo creo que, algo que debemos tener en nuestra mente es: “Nunca desactivar el filtro”; siempre tener prendido ese filtro; siempre estarnos preguntando, cuando escuchamos, cuando leemos, cuando pensamos.

Mateo: Incluso en las películas y programas para niños que dejamos que nuestros hijos vean; hay mensajes que son humanistas, hay mensajes que son el producto de la psicología que va en contra de la Palabra de Dios; entonces tenemos que tener ese filtro, y tenemos que ayudar a nuestros hijos también a identificar esos mensajes, tener buenas conversaciones con ellos. Y claro, si nosotros no entendemos estas cosas, no vamos a poder hablar con ellos; y por eso el estudio de la palabra de Dios, por eso la oración, por eso también hablar con otras personas que nos pueden ayudar, que son más maduros en su fe, que tienen mayor conocimiento bíblico; todas estas cosas nos pueden ayudar mucho.

Susi: Y tengo una última sugerencia, y eso es, tener un espíritu de agradecimiento a Dios por su provisión en la Palabra, por su provisión en la iglesia, por su provisión por medio de la oración; no ver todo de manera tan negativa, sino entender que Dios ha prometido darnos todo, todo lo que necesitamos, para la vida, la piedad y la crianza también; en su Palabra, en la oración y en la iglesia local.

Entonces, pues te dejamos con esas sugerencias, obviamente este es un tema super amplio, podríamos seguir hablando mucho tiempo, pero queríamos aquí como a la mitad de esta serie, queríamos detenernos y hablar: “Cómo podemos detectar, cuando estamos siendo bombardeados por esos mensajes anti-Evangelio”. ¡Gracias Mateo por estar otra vez aquí!

Mateo: ¡Como siempre, un privilegio!

Susi: ¡Nos vemos la próxima semana, que Dios te bendiga mucho!

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Autores

  • Susi Bixby

    Susi es la fundadora de Crianza Reverente y anfitriona del podcast, mamá de un adolescente y dos adultos jóvenes, y esposa de Mateo Bixby, uno de los pastores de Iglesia Bautista la Gracia en Juarez, NL, México. Juntos colaboran también en la Universidad Cristiana de las Américas en Monterrey, NL.

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